Crisis en Venezuela: ¿Guerra económica o malas políticas del Gobierno? (+Video revelador)
La grave crisis económica que atraviesa Venezuela sigue fortaleciéndose, pero ¿de quién es la culpa? ¿Guerra económica o malas políticas del Gobierno?
A tan solo tres meses de que el 2016 culmine, la grave crisis económica, social y política que atraviesa Venezuela sigue fortaleciéndose, pese a los “presuntos esfuerzos” del Gobierno Nacional.
El Ejecutivo —hay que decirlo— en lugar de abocarse a resolver el problema solo se ha dedicado ha adjudicarle la crisis humanitaria que atraviesa el país a la oposición. “Guerra económica” le llaman y afirman que todo se trata de un plan desestabilizador pensando por el gobierno estadounidense y ejecutado en Venezuela y América Latina por la “derecha fascista”.
Lo cierto es que si hay que buscar un culpable de la situación que padecen los venezolanos, sobre todo la grave escasez de alimentos y medicinas que ha cobrado la vida de muchos ciudadanos, ¿por qué no pensar en el fallecido presidente Hugo Chávez?
¿Quién no recuerda la célebre frase del “Comandante Supremo”: “¡Expropiese!”? Una frase que sin ton ni son pronunciaba cada vez que veía una empresa privada que alegaba no estaba produciendo y por ello —a su juicio— estaría mejor en manos del Gobierno.
Tras ganar por amplia mayoría las elecciones presidenciales de diciembre de 2006, Chávez anunció que iba a nacionalizar empresas de “sectores estratégicos” como el petrolero, el eléctrico, el telefónico y el alimentario.
Su “plan de nacionalización de áreas “estratégicas” inició en enero de 2007, con la expropiación de la sucursal en Venezuela de la empresa estadounidense Owens Illinois, líder mundial en la fabricación de envases de vidrio.
En febrero de ese año, el Gobierno firmó la compra de la compañía eléctrica Seneca y del 82,14% de Electricidad de Caracas, ambas controladas por capital estadounidense. Poco después nacionaliza la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (Cantv).
Además, Chávez anuncia que nacionalizará el Banco de Venezuela, filial del español Santander, decisión que quedó entonces congelada hasta que fue formalizada en 2009.
En febrero de 2009, el mandatario —tras conseguir la victoria en el referendo sobre la reelección indefinida— reavivó el proceso estatizador con la toma, en mayo de ese año, de 76 empresas de servicios petroleros en el estado occidental de Zulia.
También ordena la intervención y control militar de empresas arroceras a las que acusa de los desabastecimientos. La principal afectada es Alimentos Polar.
Expropia, además, las plantas procesadoras de arroz de la empresa estadounidense Cargill, a la que acusa de “violar” la ley de producción de alimentos con precios controlados.
En marzo de ese mismo año, interviene 1.500 hectáreas de tierras de la multinacional papelera irlandesa Smurfit Kappa, “para sembrar caraotas (fríjoles), maíz, sorgo, yuca, ñame”; y más tarde expropia 10.000 hectáreas de latifundios para fomentar la producción de alimentos.
En 2010, la Asamblea Nacional declara de “utilidad pública e interés social” la cadena de hipermercados Éxito, perteneciente al grupo francés Casino, y un centro comercial caraqueño, como primer paso para la expropiación de esos bienes.
Ese mismo año firma el decreto de expropiación de unos galpones de las empresas Polar, la mayor productora y procesadora de alimentos del país, a la que recomienda “resignarse y no resistirse a la medida”.
También decreta la expropiación de la empresa de alimentos Sociedad Mercantil Molinos Nacionales (Monaca), participada mayoritariamente por el grupo mexicano Gruma.
Y la lista continúa…
Chávez juraba que pondrían a producir las empresas expropiadas para “fortalecer la economía Venezolana”.
Como dicen por ahí: “Puras patrañas”.
Ya en 2015 más del 80 de las empresas que cayeron en las garras de la Revolución —o Robolución— estaban quebradas por una mala gerencia.
En pocos meses muchas habían parado o reducido al mínimo su producción. ¿El resultado? Una economía en declive que ha desencadenado la más alta tasa de inflación en Venezuela (en mayo de este año superaba el 300% y los expertos estiman que a finales de este trimestre supere la barrera de los 500%), una elevada escasez de productos y una grave crisis económica, social y política que atenta contra los derechos humanos del pueblo venezolano.
Pero el oficialismo no podría nunca reconocer que todo los males que padecen los venezolanos es culpa de decisiones erradas, tomadas a la ligera sin tener en cuenta realmente las consecuencias que estas acarrearían. En su lugar, prefieren lavarse las manos echándole la culpa a la oposición y seguir insistiendo en que todo es un plan del “imperialismo mesmo”.
¿Todavía te preguntas quién es el culpable de la escasez?
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