Crónica del segundo día de audiencia de los sobrinos Flores
La periodista Maibort Petit a través de su blog, escribió una crónica los sucesos del segundo día de audiencia del caso de Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de la Primera Dama, Cilia Flores.
Asimismo, la periodista informa que la defensa de los sobrinos, esta vez, salió airada con la ayuda de unos nuevos testigos.
A CONTINUACIÓN PARTE DE LA CRÓNICA DE PETIT:
A las 9:30 am hicieron acto de presencia los sobrinos de Cilia Flores. Acompañados por los alguaciles, los dos acusados fueron acomodados en las sillas designadas a los reos y, como el día anterior, Campos Flores sonrió y saludo fugazmente a la prensa. A Flores de Freitas se le notó un poco estresado. Ambos lucían bien acicalados y recién afeitados. A los 3 minutos apareció el juez Paul Crotty. Todos nos levantamos en señal de respeto y ahí empezó la jornada.
La nueva abogada de Flores de Freitas, sentada a su lado a lo largo de la audiencia, mostraba documentos al joven quien en todo momento le respondía con una señal afirmativa. Campos Flores conversaba de manera entusiasta con John Zach. Se nota que ambos —cliente y abogado— tienen una gran empatía y mantienen una excelente relación.
La fiscalía llama a su primer testigo
El primer testigo sentado en el estrado por la fiscalía fue un especialista en justicia criminal de la DEA que trabaja con los dispositivos que usa esa agencia para generar las evidencias de los acusados. El agente declaró que para poder bajar la información que se graba en esos aparatos se requiere un password y un código especial.
La DEA suele enviar los equipos por Fedex a los informantes un día antes de que se vaya a producir la operación y —cuando culminan la investigación— las fuentes los envían a la agencia o los llevan personalmente a los agentes, todo depende del caso. Los informantes sólo pueden prender y apagar los dispositivos. Es en las instalaciones de la DEA donde se puede bajar la información a un software interno al que muy pocos tienen acceso.
Las grabaciones recogidas por los dispositivos 1 y 2
Los abogados de Campos Flores y Flores de Freitas han insistido desde julio 2016, en que los informantes que trabajaron para la DEA en esta operación, manipularon las grabaciones de audio y video, eliminaron extractos de las conversaciones sostenidas entre los acusados y los informantes a lo largo de seis encuentros realizados. Todo esto aparece explicado en la documentación presentada por la defensa en respuesta a la fiscalía.
Las actividades que fueron documentados son los siguientes:
1) El 4 de octubre de 2015 se sostuvo el primer encuentro entre Campos Flores y Flores de Freitas con “El Sentado” en San Pedro de Sula, Honduras. De ese encuentro el informante CW-1 (asesinado el 3 de diciembre de 2015 por una supuesta deuda de un millón de dólares) quedó solamente como prueba una fotografía, tomada a las afueras del restaurante rústico por una mujer que acompañó a “El Sentado” y cuyo nombre no fue revelado.
La defensa busca eliminar esa fotografía. Los abogados preguntaron a los agentes de la DEA por qué no hubo grabación de ese encuentro con los aparatos. A lo que los agentes contestaron que el informante aseguró que no había usado los dispositivos porque no consideró seguro y prudente hacerlo en el primer encuentro para no levantar sospechas.
2) La segunda reunión que se produjo entre Campos Flores, Flores de Freitas, CS-1, alias “El Mexicano” y CS-2, tuvo lugar en Caracas el 23 de octubre de 2015. En esta reunión estuvo presente una tercera persona, amigo de CS-2 y que no fue registrada en los reportes de los informantes a la DEA. La persona viajó en el mismo avión desde México a Caracas. Según reveló CS-1 era su amigo y en ningún momento participó en la reunión como tal, sino que estuvo en un área cercana a la puerta del apartamento propiedad de Campos Flores y que se constituyó en el centro de encuentros para “cuadrar los negocios” de los otrora poderosos primos. Ese encuentro aparece grabado en audio y video, y según declaró CS-1, al llegar al lugar pidió permiso para ir al baño y fue cuando encendió los dispositivos y cuando consideró que la reunión había terminado, fue nuevamente al baño para apagarlos.
3) 26 de octubre de 2015, se produce el segundo encuentro registrado por los dispositivos en el apartamento de Campos Flores en Caracas a donde acudieron CS-1, CS-2, Campos Flores y Flores de Freitas. También estuvieron presentes los escoltas de Campos Flores y un individuo —amigo de CS-2— cuyo nombre no fue revelado. En ese encuentro se asegura el envío de la droga que sería entregada por el contacto de Campos Flores con la Farc.
En la noche del 26 hubo otra reunión entre los Flores y los informantes de la DEA, pero no fue grabada porque no iban a hablar de negocios. Campos Flores invitó a los dos narcotraficantes al prostíbulo “El Trío” que había sido de su propiedad, y donde les brindó prostitutas, strepers y cocaína. Sólo CS-1 consumió cocaína. A cada invitado especial se le obsequió con tres prostitutas para servicios sexuales en el hotel Marriot ubicado en la avenida Venezuela con Calle Mohedano en Caracas.
4) El 27 de octubre se produce un nuevo encuentro entre CS-1, CS-2, Campos Flores y Flores de Freitas para que el supuesto comprador de la droga percibiera la calidad del producto. En las grabaciones de ese día aparecen los dos sobrinos manipulando el ladrillo que supuestamente contenía un kilo de cocaína. En ese encuentro CS-1 (un narcotraficante de amplia experiencia capaz de reconocer la calidad de la droga con solo mirarla y olerla) dijo que la pureza de la droga era elevada, un 97 por ciento aproximadamente.
5) El 6 de noviembre de 2015 en Roatán, Honduras, se produce una reunión entre Flores de Freitas, Roberto de Jesús Soto García, CS-1 y CS-3 con el objetivo de revisar toda la logística que se llevaría a cabo en el aeropuerto de Honduras donde se recibiría el cargamento de droga previsto para el domingo 15 de noviembre de 2015 en horas de la mañana.
6) El 10 de noviembre de 2016, en Puerto Príncipe, Haití, se realiza el último encuentro entreCampos Flores, Flores de Freitas y CS-1 para supuestamente entregar el dinero de la droga. En el restaurante de un hotel cercano al aeropuerto, se produce el arresto de los dos acusados. CS-1 activó los dispositivos en el baño, una vez que los primos Flores se encontraban sentados en la mesa ordenando el desayuno. Luego, cuando el informante recibió un texto del agente de la DEA para que abandonara el lugar, CS-1 les dijo que subiría a la habitación para ir a buscar los 20 millones de dólares que Campos Flores le había pedido para pagar la campaña electoral para el cargo de diputada a la Asamblea Nacional de su mamá Cilia Flores. El dinero había sido solicitado a cambio de una tonelada de droga que Campos Flores iba a entregar a “El Mexicano” o CS-1. Allí en ese lugar fueron arrestados y ese mismo día trasladados a los Estados Unidos en un avión de la DEA.
Con los dispositivos se lograron registrar videos y audios de cada encuentro, con excepción del primero en el que sólo fue suministrada una fotografía. La DEA, además, obtuvo un reporte por cada una de las fuentes que trabajaron en el caso, más la información proveniente de correos electrónicos y de los dos celulares de los primos Flores.
En la información revelada hasta ahora por la fiscalía hay unas grabaciones donde se muestra que Campos Flores informa sobre su capacidad para hacer los envíos de la droga a Honduras para que “El Mexicano” las introdujera a los EEUU. Así como la información de los proveedores de la droga, los contactos, los planes de vuelo, los negocios anteriores y los datos requeridos por el gobierno para sustentar la acusación.
Habla el Supervisor de la operación, Robert Zachariasiewicz
Este agente especial de la DEA tiene 18 años de experiencia y formó parte del equipo que llevó a la captura de los sobrinos de Cilia Flores.
Al igual que todos los agentes involucrados, explicaron al juez que no hubo secuestro, que los agentes de la policía de Haití fueron los que procedieron arrestar a los dos acusados siguiendo los protocolos de las autoridades de la isla y de los acuerdos de cooperación con el gobierno norteamericano.
Zachariasiewicz explicó que supervisó con la embajada y el gobierno de Haití todos los detalles. “Viajé el 9 de noviembre a Puerto Príncipe para sostener una reunión en la embajada. Luego se reunieron con los jefes de la policía de Haití. El día del arresto, se procedió con el protocolo de petición al gobierno para que se produjera la extradición en los términos ajustado a la ley”, dijo.
Los abogados insistieron en que se produjo un secuestro, que a los acusados de les violaron sus derechos, que no comieron durante todo el día, y que no fueron al baño ni bebieron agua. Esto a pesar que los agentes dijeron en varias oportunidades que se les había ofrecido agua en el avión, caramelos y habían ido al baño todas las veces que los primos Flores así lo solicitaron.
La defensa insistió en mostrar una foto del interior del avión que transportó a los acusados a Nueva York, y sobre cómo estaban sentados los presentes. Igualmente descalificó al agente porque no hablaba español, a la hora de testificar que el agente Sandalio González habló con los dos acusados y les leyó los derechos Miranda.
“Si usted no habla español cómo puede estar seguro que el agente González les leyó los derechos y que ellos entendieron cómo funciona el sistema de leyes norteamericanas”, repitió Randall Jackson en varias oportunidades.
La defensa también reclamó al agente de la DEA haber usado unas fuentes para elaborar la investigación sin nada de credibilidad. “Son unos mentirosos y no se les puede creer lo que dicen (refiriéndose a CS-1 y CS-2)”, acotó John Zach.
Asimismo, Zach preguntó por qué no habían traído la prueba de cocaína que supuestamente mostró Campos Flores a los informantes y los guantes de latex, a lo que el agente dijo que la transportación de esas pruebas ponía en riesgo la operación y la seguridad de las fuentes a su paso por dos aeropuertos.
CS-1 y CS-2: “Los informantes mentirosos”, según la defensa
Si algo se logró conocer durante la audiencia del viernes, fue la forma cómo trabaja la DEA y la capacidad de litigación de los costosos abogados de los sobrinos presidenciales. CS2 es un hombre de 34 años, trabajó como informante de la DEA por varios años, por su trabajo obtuvo unos $400 mil dólares, estuvo en los encuentros de Caracas con los Flores. Hoy en día es un reo de la justicia norteamericana. Junto a su padre (CS1 o “El Mexicano”) se declaró culpable en agosto de 2016 de conspirar para traficar cocaína a los EEUU, conspirar para distribuir la droga y por mentirles a los agentes de la DEA entre 2012 y 2016, cuando eran sus informantes.
“CS-1” y “CS-2” fueron traídos a Nueva York desde California, donde permanecen recluidos en una cárcel federal.
Durante el interrogatorio, los abogados defensores preguntaron a CS-2 quién era la persona que había entrado a las reuniones con los acusados y que no había sido reportada a la DEA. El ex-informante dijo que era un amigo de larga data, que había encontrado en el avión cuando se trasladaba a Caracas desde México y con quien había tenido encuentros en Venezuela.
CS-2 aseguró además que no había consumido cocaína durante la operación en Caracas, tal como lo acusaban los defensores de los primos Flores. Que ciertamente había consumido marihuana, pero que había parado el consumo desde hacía unos años atrás.
CS-1 informó que durante el tercer encuentro que sostuvieron en la Caracas, Campos Flores le aseguró que la cocaína que traficaba era de la mejor calidad para no tener problema con sus clientes.
CS-1 confesó al juez que consumía cocaína mientras cooperaba con la DEA. Hasta ese día la agencia no sabía que su informante había consumido drogas en su estancia en Caracas. El informante dijo que Campos Flores le pidió hacer una prueba al kilo de cocaína para determinar su calidad del producto que deseaban importar a los EEUU.
“No la inhalé, nada más la olí y la toqué”, aseguró el informante al abogado defensor, quien a su vez le preguntó cómo podía determinar la calidad si no contaba con equipo de laboratorio para hacer una prueba química.
El informante de la DEA aseguró que “en base mi experiencia como narcotraficante y consumidor puedo saber la calidad debido al brillo, al color y la textura, porque cuando es buena te deja un aceite en la mano. Esa cocaína era puro aceite y le dije a “Flores” y a “Francisco” que era de pura calidad”, indicó.
CS-1 o “El Mexicano” aseguró que los dos acusados le dijeron que “esa era la calidad que trabajaban todo el tiempo, que no querían problemas y que sería de esa la que enviarían a Honduras para su posterior traslado a EEUU”.
Asimismo, CS-1 admitió que durante su estancia en Caracas inhaló cocaína y que sostuvo relaciones sexuales en dos oportunidades con prostitutas que trabajaban en un prostíbulo que había sido propiedad del hijastro del presidente Nicolás Maduro, cuestión que tampoco era conocida por la DEA hasta ese momento. Las prostitutas —aseguró— fueron pagadas por Campo Flores y Flores de Freitas.
A lo largo de la audiencia, la fiscalía dirigió su interrogatorio a “CS1”, “CS2” y otro confidente de la DEA, así como a un agente, para probar que a los acusados no se les violaron sus derechos durante su arresto el 10 de noviembre en Haití, como alegan en su petición de supresión de evidencia los dos escritorio jurídicos contratados por los sobrinos presidenciales.
Los dos bufetes dispusieron de sus mejores fichas para probar la tesis del secuestro y de una confabulación planeada por el gobierno de los EEUU para hacer que los dos acusados violaran la ley. El objetivo de la audiencia de pruebas era desacreditar la credibilidad de los informantes, insistiendo en ambas audiencias que mintieron durante cuatro años a la DEA sobre sus actividades delictivas mientras eran pagados por esa agencia.
La enérgica defensa preguntó a CS-1 sí había mentido a lo largo de los años que trabajó para a la DEA y este dijo que sí. Aseguró que a lo largo de los años que prestó servicios como informante de la DEA y otras agencias del orden, desde 2003 hasta el 2016, ganó alrededor de un millón de dólares.
“CS1” admitió haber mentido incluso hasta el día de la audiencia de supresión de evidencias, en que la fiscalía supo por primera vez que había una tercera persona que viajó a Venezuela con ellos, un supuesto amigo de su hijo que encontraron en un avión en el trayecto de México a Caracas.
CS-1 afirmó que los fiscales le dijeron que están muy molestos y que si desea seguir manteniendo el acuerdo de cooperación debía ser honesto.
El abogado Zach le pidió al informante que explicara el mensaje de texto que le había enviado al agente González donde le dijo que los fiscales estaban bien molestos con ellos y, además, le aseguró “don’t worry. Debemos organizar muy bien lo de los sobrinos y ellos lo van a olvidar”.
El informante respondió que había dicho que debían trabajar bien duro en equipo y que teníamos que terminar el trabajo que habíamos empezado. “Los fiscales estaban enojados porque habíamos llegado tarde a la reunión por el tráfico y yo suelo ser puntual”, confesó.
Cilia Flores objeto de deseo de un informante de la DEA
Palabras obscenas y de los bajos fondos
Una de las preguntas que despertó risas en la sala y un comentario de hastío por parte del juezCrotty fueron las preguntas lanzadas como dardos por el abogado Randall Jackson a CS-1. El día anterior, el defensor le había preguntado lo mismo al agente González quien le hizo caso omiso a la discusión que quería plantear Jackson sobre el lenguaje obsceno en los que las fuentes de la DEA se refieren a los sujetos targets.
Así el abogado preguntó:
¿Recuerda usted su comunicación con el agente especial González cuando le dijo que quería sostener relaciones sexuales con la primera dama de Venezuela?
-No. No lo recuerdo, dijo el informante.
¿Recuerda usted cuando le dijo en un texto al agente González que los acusados podrían “chupar el pene”?
A lo que informante respondió No recuerdo.
Randall insistió preguntando si considera adecuado el uso de esas palabras para referirse a los acusados y a la primera dama.
El juez Crotty le pidió al abogado seguir con el interrogatorio sin hacer hincapié en el lenguaje inapropiado usado por los informantes. La intención de la defensa es restarle credibilidad a las fuentes frente al juez, y anular sus testimonios.
CS-3 “El Colombiano”
Este otro informante trabaja para la DEA desde el 2009. Trabajó en la operación y acudió a la reunión que se celebró en Honduras con los acusados para hacer el trabajo. Estuvieron presente en ese encuentro “El Sentado”, Flores de Freitas y otras dos personas. CS-3 registró la reunión con los dispositivos 1, 2 y 3.
Dijo que viajó a Honduras y “El Sentado” le envió dos choferes a buscarlo para asistir a la reunión. Grabó todo el encuentro, y al igual que las otras fuentes, contó que activó los dos dispositivos en el baño y los apagó cuando creyó que la reunión había culminado.
—´Igualmente lo hice cuando acudí a la otra reunión en el restaurante rústico a donde acudieron “El Sentado”, Flores de Freitas, un hombre venido de Colombia y Soto García, que trabajaba en el aeropuerto de Honduras. Allí —dijo— usó el dispositivo 2 y 3 para grabar.
Luego fue al hotel, a donde olvidó antes de salir al aeropuerto su teléfono celular y el dispositivo 3 en su habitación. “Al darme cuenta llamé al hotel y lo reporté y fue “El Senado” el encargado de recuperar los aparatos y enviarlos a la DEA”.
A lo largo de sus labores CS-3 dijo haber ganado unos 400 mil dólares aproximadamente.
La sesión concluyó con el interrogatorio de CS-3. Los abogados de la defensa mostraban su satisfacción por haber logrado poner contra la pared a la fiscalía, y celebraron con abrazos y palmadas lo victoria obtenida. Campos Flores no paraba de sonreír en tanto que Flores de Freitas se mostraba menos alegre, preocupado cuando decían su nombre y con la vista perdida en algunas ocasiones.
El juez ordenó a la defensa y a la fiscalía entregar un resumen de los argumentos generados durante la audiencia (No más de 20 páginas), y fijó para el 26 de septiembre el nuevo encuentro. Los defensores de los primos Flores deben entregar, además, un pliego probatorio de no más de 3 páginas, en donde expongan los motivos que los llevan a expresar la supuesta expoliación de pruebas que los informantes de gobierno habría hecho en aras de perjudicar a los acusados.
Se levantó la sesión.
Toca esperar los resultados que a la vista de todos benefició a la defensa. No obstante, es el juez el que tiene la última palabra y sus acciones y decisiones están por verse en la próxima oportunidad
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