¿Cómo se recuperará la confianza en el CNE y los procesos electorales?
La Asamblea Nacional de mayoría oficialista, designó a los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) y nombraron como presidente al exministro chavista Pedro Calzadilla mientras que la vicepresidencia estará a cargo del opositor Enrique Márquez.
Si bien para unos sectores la elección de este nuevo CNE es un primer paso hacia un rescate de la vía electoral, para otros no representa un cambio significativo ante la crisis política que atraviesa el país. La actuación de los nuevos rectores frente a venideros procesos electorales marcará la diferencia con relación a la confianza en el voto, señalan analistas consultados por El Pitazo.
El politólogo Fernando Spiritto señala que generar confianza en el voto es un factor que no depende únicamente de la designación de un nuevo CNE. A su juicio, es la oposición la que debe comenzar a movilizar a la población y una buena manera de empezar es a través de los liderazgos regionales.
“Yo no veo que un nuevo CNE con dos o tres rectores de la oposición sea un avance significativo a menos que esto sirva como un paso inicial para que la oposición comience a crear el aparato electoral que necesita para ganar elecciones”, dijo en entrevista con El Pitazo.
Spiritto considera que el nombramiento de nuevas autoridades electorales “medio abre” una puerta para esa construcción del aparato electoral que conlleve a la participación en los comicios, pero, señala, es el G4 el que debe dar el paso principal y todavía está muy escéptico a participar. En ese sentido, cree que hace falta desde el seno de la oposición un liderazgo que motive a la población a participar, y eso es lo que se debe construir.
“Si la población está escéptica y rechaza el liderazgo opositor, es trabajo de la oposición construir un liderazgo que motive a la gente como en enero de 2019”, apuntó.
Por su parte, el politólogo Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), explica que tener algunos rectores que no estén plegados al oficialismo es una ganancia pero están en desventaja, pues las decisiones se toman con la participación de todos y recuperar la confianza no depende solo del nombramiento de los rectores sino de los cambios que estos puedan introducir.
“Obviamente imponer cambios al CNE no va a ser tarea fácil” dijo a El Pitazo. Coincide con Spiritto en que la confianza no se devuelve solo nombrando como rectores a personas que gocen de credibilidad, sino que se recupera cuando ocurren cambios en los procedimientos para llevar a cabo una elección. “Si las recomendaciones de los rectores para lograr una elección más equitativa no son escuchadas y la mayoría oficialista representada en el CNE sigue haciendo las cosas como de costumbre es imposible recuperar la confianza porque las prácticas seguirán siendo las mismas”, afirmó.
Ni equilibrado ni imparcial
Ambos analistas concuerdan en que el nuevo CNE no representa un mayor equilibrio en el ente comicial. Alarcón destaca que de los 15 rectores electos entre principales y suplentes, 5 no dependen del gobierno y gozan de la confianza de buena parte de la oposición, pero 10 responden a los intereses del oficialismo.
El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Ucab explica que para que un CNE sea ideal no solo debe ser equilibrado sino imparcial, y una de las normas constitucionales señala entre los requisitos para ser rector del CNE la necesidad de no estar vinculado a ninguna organización política, condición que no cumplen los representantes recién electos
“Es un CNE mejor que el anterior pero está lejos de ser un CNE ideal”, aseveró Alarcón.
Spiritto, por su parte, considera un error relacionar este nuevo CNE con garantías electorales. “La experiencia nos dice que el CNE es muy importante para que el gobierno sobreviva, y por lo tanto yo no estoy seguro de que estas autoridades van a generar efectivamente condiciones electorales para unas elecciones libres. El gobierno no va a abandonar el control porque es demasiado importante para ellos”, señaló.
¿Un cambio positivo?
El politólogo Fernando Spiritto, quien defiende la vía electoral como único mecanismo para que se genere un cambio político, dijo que no es ni pesimista ni optimista ante el cambio de autoridades electorales. Sin embargo, espera que los nuevos rectores creen algún tipo de condición para que la población se movilice pues es partidario de que recuperar el voto depende del trabajo conjunto entre los rectores de oposición y los líderes contrarios al oficialismo, con el fin de generar confianza.
“Ojalá que estos rectores logren un mayor liderazgo regional que se anime a participar en elecciones, eso podría ser un inicio positivo, pero ellos por sí mismos no van a reequilibrar la situación o lograr condiciones electorales”, dijo.
Alarcón, en tanto, no se atreve a catalogar el nombramiento de los nuevos rectores como positivo, pues considera que faltan cosas por ver para poder concluirlo. Sin embargo, saluda la inclusión de otros rectores no alineados con el chavismo.
“Yo aplaudo que haya una apertura para dejar entrar a otros rectores pero soy escéptico en relación a lo que esos rectores van a ser capaces de lograr”, concluyó.
Con información de El Pitazo