Las contundentes revelaciones del Tcnel. Ilich Sánchez Farías sobre la operación del 30 de abril

Imagen referencial. Fuente: AlbertoNews

Tras un año y medio de la Operación Libertad, el  teniente coronel Ilich Alberto Sánchez Farías ofreció detalles sobre el movimiento cívico-militar y las razones de su fracaso.

Para Sánchez Farías, la descomposición interna de la  Fuerza Armada Nacional, la subordinación hacia colectivos paramilitares y agente cubanos fueron los elementos que le motivaron a integrar esta acción.

La periodista Sebastiana Barráez entrevistó al comandante en el exilio quien detalló las causas del fracaso de la operación y ofreció nuevas informaciones sobre lo que ocurrió el 30 de abril de 2019.

P: – ¿Qué lo motivó a usted a echar por tierra su carrera, a arriesgar su libertad e incluso su vida?

R: – Me movió una razón muy sublime y fue la oportunidad de la libertad pacífica de Venezuela, pacífica entre comillas, cuando se acordó una alianza militar y política para salir de la tristeza que está viviendo el pueblo venezolano. Tendría uno que tener sangre fría para haber hecho un juramento como militar, haberse preparado cinco años en una academia militar, ser especialista en ciencias y artes militares y que no le toqué la fibra ante la situación que está viviendo Venezuela. Los militares tenemos en nuestras manos la solución pacífica. En ese momento no pensé en mañana, ni en mi carrera, ni en mi vida.

P: – ¿Qué veía tan mal en el país para dar ese paso?

R: – De capitán, en el 2010, fui comandante de la Tercera Compañía en los Valles del Tuy, como el jefe operativo de la GN, cargo en el que duré tres años: viví una experiencia en una reunión en Yare, con el alcalde, el comandante del Destacamento y tuvimos que esperar dos horas a que llegara un cubano de una transnacional cubana, porque él era la autoridad. De ahí fui trasladado a la Asamblea Nacional y podrá imaginarse lo que vi, sobre todo con estos paramilitares, colectivos, que se quieren imponer a la autoridad; siempre fui resistente a que me impusieran a un colectivo a darme instrucciones o a manipular actuaciones militares. Esas cosas tocan la fibra, porque cómo le explicas a un efectivo militar que debes subordinarte a un colectivo porque está conectado políticamente.

P: – ¿Quién le ordenaba eso a usted?

R: – Toda la línea de comando, a nivel político y militar, te daban a entender que no podías tener diferencias con los colectivos y había que dejarlos que robaran a los periodistas, que se metieran a las manifestaciones de oposición y lanzaran excrementos. Y no tiene que ver con cosas políticas, sino que choca con la formación. Debe haber una propuesta a la Fuerza Armada de qué pasaría con ella ante una transición.

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P: – ¿Cómo se sentía ante la opinión contra los militares cuando ocurrían sucesos con colectivos?

R: – Uno sabe que el 80% de la población nos repudia. Lo peor es que estás atrapado entre el deber ser y no salir perjudicado. La Fuerza Armada está secuestrada, porque no es igual que un civil no cumpla la orden de su jefe, a que no la cumpla un militar que incurre en un delito al hacerlo. Y ante el secuestro de los poderes en Venezuela, son capaces de tergiversar e imputarte un delito militar, sin derecho a la defensa. Y eso uno lo siente cuando nos señalan a los militares de no accionar ante la libertad de Venezuela; hay un principio, el de corresponsabilidad, y todos somos culpables de lo que estamos viviendo en Venezuela. No es momento de excluir y señalar a la Fuerza Armada, porque ante eso se repliega y busca protección, como lo hace el ser humano. Debe haber una propuesta a la Fuerza Armada de qué pasaría con ella ante una transición.

P: – ¿Por ese sentimiento que usted y otros oficiales han experimentado, es que se han dado las deserciones masivas en la Fuerza Armada?

R: – Indudablemente, los miembros de la FANB sentimos y padecemos. A mí se me presentó la circunstancia para dar el paso al frente, pero si no me hubiese ido de baja o seguiría soportando la presión no sé hasta qué punto. Hay una política de terror en Venezuela que mantiene en zozobra y en sosiego a los militares. Yo he vivido el aparato de terror, un aparato de control civil y militar y un aparato de control político. La sociedad lo vive. Y eso es fuerte, lo viven los periodistas, usted lo sabe, lo que pasa es que has sido muy consecuente y no se ha quebrado, pero hay periodistas que se han quebrado. Hay gente que, aunque aparentan defender la democracia y la libertad de Venezuela, tienen un comportamiento moldeado por una línea roja, no visible, que no atraviesan.

P: – ¿No cree que políticos, del chavismo como de Oposición, no han dimensionado el valor de los militares y los han utilizado según sus intereses?

R: – Indudablemente que la Fuerza Armada es la columna vertebral del sostenimiento del régimen de Nicolás Maduro. Los políticos de las fuerzas democráticas no han entendido o no quieren hacerlo, cómo deben abordar el tema, partiendo de superar ese resentimiento que hay contra la Fuerza Armada. El golpe de Estado de Hugo Chávez en 1992 lo impidió la Fuerza Armada. Y si, volviendo a la pregunta, la Fuerza Armada no ha sido valorada; ha sido utilizada. Los operadores del régimen, quienes tienen privilegios y poder, le venden a los oficiales medios y tropa profesional que las fuerzas democráticas o la transición es el lobo feroz. La Fuerza Armada, y eso deben entenderlo los sectores democráticos, no ha cometido delitos, ha cumplido órdenes.

P: – La mayoría de las 20 principales supuestas operaciones o conspiraciones, tiene a guardias nacionales. ¿Cómo es que el componente militar mayor criticado por la sociedad civil en puestos fronterizos, puertos, aeropuertos, sea el que más conspira?

R: – La GNB está siendo utilizada por el régimen por su naturaleza, es decir del mantenimiento y control del orden interno: somos los que tenemos el despliegue operativo y la capacidad y capacitación para el control del orden público, lo que va relacionado con actividades de la administración pública como acabas de nombrar. Si tienes un régimen que basa su ejercicio a través de controles y decretos, la consecuencia es que haya corrupción. La GN sufre, más que el Ejército, la Armada y la Aviación, ese repudio de la sociedad, el desprecio del pueblo.

P: – Hablemos del 30 de Abril de 2019. ¿Cómo se llegó a ese ese día exactamente?

R: – El general (Manuel Ricardo) Cristopher Figuera fue quien me mandó a contactar para crear una alianza que terminara con el sufrimiento de Venezuela. Eso me movió a aceptar y pedí los detalles: me dijeron que saldrá una sentencia de Maikel Moreno desconociendo a la Asamblea Constituyente y reconociendo a la Asamblea Nacional, ante lo que saldría Vladimir Padrino López llamando a la calma y los militares reconoceríamos esa sentencia, con lo que se llamaría a unas elecciones libres en 30 días, a través de la AN que es una institución legal. Pero antes del 30A Moreno hizo una serie de exigencias inaceptables porque Venezuela saldría de Maduro para las manos de Moreno y eso trancó la negociación. Aun así avanzamos al 30A.

P: – ¿Usted vio u oyó a Maikel Moreno y a Padrino López comprometidos con el 30A?

R: – Por la naturaleza del terror en Venezuela, nosotros hicimos un sistema de compartimentación. En los últimos 15 días estábamos operando libremente. Uno de los comandantes cuando lo tocaron le pasó la novedad al coronel Hannover Guerrero, quien sabía de la conspiración; otra persona llamó a Hannover en mi presencia y en altavoz, le dijo que esa era una operación que se estaba llevando a cabo y que se quedara tranquilo. Además, cuando Cristopher le llevó la propuesta a Padrino, días antes, yo esperé en el paseo Los Próceres esperando al término de la reunión para poder reunirnos con el enlace de Cristopher. El sábado 27 de abril ya sabíamos que no habría sentencia del TSJ, pero ya estábamos decididos.

P: – ¿Usted habló con el GD Cristopher Figuera directamente?

R: – Sí, yo hablé con él. En enero Padrino López me envió, a través de su ayudante, para el despacho de Cristopher, porque había cercanía entre ellos, para hablar de un tema distinto, no del 30A, que salió posteriormente.

P: – ¿Cómo es que oficiales preparados como ustedes pudieron creer en el general Cristopher Figuera para dirigir una operación cuando él tenía muchos años sin comandar nada, porque fue un privilegiado de Chávez en Casa Militar, en la DGCIM fue subdirector cuando se implementó el triángulo de tortura vigente y luego va al SEBIN? Era previsible que hiciera lo que hizo el 30A: abandonar a su tropa y salir esa madrugada hacia Colombia.

R: – Porque somos venezolanos y tenía que confiar en otro venezolano que estuviera en situación de poder, que pudiera darle vuelta a la situación de país. A Hitler lo trató de neutralizar su mano derecha. Los grandes cambios en la humanidad se han dado por las personas que están cerca del poder. Después que sale González López del SEBIN, al llegar el general Cristopher hizo una serie de cambios en el trato a los detenidos, llevarlos a juicio, realizar los traslados, que nos daba a entender que él había reflexionado y que, al igual que nosotros, entendía lo que sucedía. Si me preguntas por Hannover Guerrero, pues es un torturador, pero estaba en cuenta sobre el 30 de abril. Hubo una serie de piezas que armaban el rompecabezas.

P: – ¿No será que le cuesta creer que un compañero de armas los traicionó? Cristopher los abandonó. ¿No es cierto que gran parte de los comandos del SEBIN se fueron del lugar porque ese general no apareció?

R: – Es verdad la información que tienes. Los comandos del Sebin quedaron sin comando y eso fue lo primero que generó el derrumbe de esa situación. Quiero destacar que la tropa que llevé, todo mi destacamento, no fue obligado y ninguno está preso. Los presos son aquellos que creyeron en las mentiras del régimen. Los comandos del SEBIN, que eran unos 200 hombres, estaban claros, porque ahí hablé con ellos, todos con su brazalete azul. pero siempre me dijeron que no podían estar ahí solos sin su líder natural.

P: – ¿Cuál fue el momento que decidió el repliegue de ustedes ese 30A?

R: – El punto de quiebre fue la retirada de los comandos del SEBIN. Por eso en las imágenes de la operación aparece un pequeño grupo, pero en esa operación hubo a las 3 AM cerca de 600 hombres. Cuando los comandos del SEBIN se van a las 5 de la madrugada, personal bajo mi comando empieza a entrar en crisis y por eso quedamos un grupo reducido, los más resteados. Yo como comandante no me podía ir, tenía que morir con las botas puestas o me sacaban preso o muerto y fui de los últimos que se retiraron. Es una cuestión de moral, de ética.

P: – Hábleme del capitán Antonio Sequea, detenido ahora en el SEBIN, por comandar la Operación Gedeón. ¿No dudaron de ese capitán?

R: – El capitán Sequea estaba con Cristopher y era parte importante de esa negociación. Se cumplieron todos los parámetros, los requisitos de la compartimentación. Yo profesionalmente no lo conocía, pero otros comandantes no confiaban en él; se trató de hacer unas alertas tempranas, pero… Hicimos varios movimientos para dar un poquito de confianza e ir descartando. Todo se cumplió menos lo de la sentencia de Maikel Moreno. El capitán Sequea era una pieza importante y lamentablemente estaba allí. ¿Qué pasó con él después? Creo que tú has hecho reportajes muy precisos y por ahí viene la cosa.

P: – Ese 30 de abril algunos de ustedes van a las embajadas, otros son detenidos y otros salen del país. El capitán Sequea y sus hermanos no, ellos van a la casa de alias Pépero en Caracas. ¿Eso no les causó suspicacia?

R: – Claro, pero ya había pasado el día D y la hora H. Eran situaciones que escapaban de nuestras manos y control. El tiempo ha ido colocando en su lugar las cosas. Si el capitán Sequea perdió las perspectivas, eso no tiene nada que ver con el grueso de los que creemos en la libertad de Venezuela. Hubo algunas conversaciones con él después del 30 de abril, pero rompimos comunicación precisamente por esa serie de comportamientos inconsistentes, que ahora no es prudente hacer público.

P: – Varios funcionarios del Gobierno han señalado las armas del 30A, específicamente las del destacamento que usted dirigía. Después aparecen unos escoltas de Juan Guaidó negociando unas armas de esas y luego aparecen otras en Macuto. ¿Qué pasó con esas armas?

R: – Bueno, como buena periodista me llevaste a una pregunta que no puedo evadir. El capitán Antonio Sequea se apoderó de esas armas sin nuestro consentimiento, a través del sargento Ángel Perdomo, que hoy está detenido; él negoció con un funcionario del Sebin algunas de esas armas, que ellos se las ofrecieron a los escoltas del presidente Juan Guaidó en una especie de entrega controlada. No sé si Sequea lo hizo con conocimiento o con colaboración, pero fue Sequea quien se apropió de las armas del 30 de abril. Después, en la Operación Gedeón, las dos (ametralladoras) AFAG aparecieron en Macuto.

P: – ¿Finalmente, comandante Sánchez, qué le diría usted al general Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa?

R: – Que está a tiempo de devolverle la libertad al pueblo de Venezuela, de darle la democracia y de recobrar la institucionalidad de la Fuerza Armada. Cuando uno como subalterno pierde la credibilidad o la admiración por su comandante, por el Alto Mando, o por él que ha representado la máxima autoridad en la Fuerza Armada, es triste ese papel, porque él es un hombre muy inteligente, muy capacitado. La historia le ha dado la oportunidad de decidir de qué lado de la historia se puede colocar, si del correcto o piensa pasar a ser un líder nefasto. Él ha comandado en todos sus grados militares, es un hombre sobresaliente y sabe las acciones que debe hacer para liberar a Venezuela. En sus manos está hacer una transición pacífica sin derramamiento de sangre, que era lo que nosotros queríamos el 30A.

P: – ¿Usted cree que él se ha comportado como debe en la defensa de la institución armada, por ejemplo, ante la tortura de militares por otros militares?

R: – Indudablemente que no. Sé, no porque me lo contaron, la situación que están viviendo los militares en el sótano (Dgcim). Cualquier funcionario que esté sujeto al señalamiento de otro cae en esa aberración de trato cruel e inhumano que le están dando a los militares. Hay hombres y mujeres muy valiosos que, por ser señalados, están guardados en esos sótanos. Si hoy se diera la transición y no está en manos del general Padrino López, va a quedar, sin temor a equivocarme como el líder militar más nefasto de la historia republicana.

Con información de AlbertoNews

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