De stripper a princesa: Sofía de Suecia, la joven que enfrentó las críticas y conquistó a la realeza

El príncipe Carlos Felipe, duque de Värmland, es el segundo hijo de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. Durante su juventud, integró los rankings de los príncipes solteros más codiciados de Europa. Sin embargo, antes de conocer a quien sería su futura esposa y madre de sus dos hijos, estuvo de novio durante 10 años con Emma Pernald, una joven que se había ganado el corazón de los suecos y, sobre todo, de la familia real. Victoria, la princesa heredera a la corona sueca, y la princesa Magdalena habían desarrollado una gran amistad con la novia de su hermano y estaban seguras de que Emma se convertiría en su cuñada. Hasta que el príncipe conoció a Sofía, y ya nada fue igual.

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Carlos Felipe rompió su relación con Emma, a pesar de los reclamos de sus dos hermanas que le pedían que recapacitara tal decisión, y cayó rendido de amor ante Sofía, quien no era vista con buenos ojos por las princesas.

Muy poco tiempo después de la ruptura, Emma se mostró bastante sorprendida cuando su ex anunció su nuevo noviazgo y, además, aseguró que “no había conocido la magia del amor antes de conocer a Sofía”.

Pero ¿quién es la mujer que hace 10 años conquistó al príncipe Carlos Felipe, que superó todos las críticas, que con el tiempo obtuvo un lugar relevante en la familia real y que se ganó para siempre el corazón de los suecos?

Sofía Hellqvist nació el 6 de diciembre de 1984, en Täby, Suecia. A los 18 años, decidió que era tiempo de volar y se mudó sola a la capital sueca. Dueña de una indiscutida belleza, comenzó a trabajar como modelo. Pero, mientras intentaba hacer una carrera en el mundo de la publicidad y las pasarelas, tuvo varios empleos a la vez, para poder subsistir sin la ayuda de sus padres. Camarera, vendedora de ropa deportiva y empleada de una empresa de plásticos, trabajó sin parar durante algunos años hasta que llegó su primer golpe de suerte.

La revista sueca Slitz la eligió Miss Slitz 2014 y la publicó en su portada, donde posó en bikini y con una temible boa constrictora enroscada en su cuerpo. Tras esa oportunidad, otras puertas empezaron a abrirse.

Sofía fue una de las participantes de un famoso reality show sueco, Paradise Hotel, donde hombres y mujeres solteros permanecían encerrados en un lujoso hotel con el fin de encontrar pareja. Si bien no ganó el concurso, llegó a la final y alcanzó mucha notoriedad, gracias a algunas discusiones con otros concursantes.

Pero en 2005 sintió que su vida necesitaba un cambio de rumbo y se mudó a Nueva York, donde comenzó a estudiar contabilidad en la universidad. Volvió a trabajar como camarera para poder costear su carrera. En esa etapa de su vida, aseguran que trabajó como stripper en varios clubes nocturnos. Lo hizo en Estocolmo y en Nueva York. En La Gran Manzana conoció a la famosa actriz porno Jenna Jameson, con quien grabó algunas escenas en Los Ángeles.

Cuando Sofía sintió que su destino no estaba en la industria del cine pornográfico, volvió a Suecia, sin saber que ese viaje cambiaría su vida para siempre. Algunos rumores aseguran que conoció al príncipe Carlos Felipe mientras trabajaba en un club nocturno. Otras versiones indican que se conocieron en un restaurante y que fueron presentados por amigos en común. Sin embargo, desde que Sofía y Carlos Felipe se vieron por primera vez, se volvieron inseparables.

No obstante, los inicios de la relación no fueron fáciles por el pasado de la modelo, que no era visto con buenos ojos por la familia real.

En 2010, la pareja hizo pública su relación, y en 2011 empezaron la convivencia. El 27 de junio de 2014, la casa real anunció su compromiso a través de un comunicado oficial. Pero la noticia cayó como un balde de agua fría, y el príncipe salió a defender públicamente a su prometida, dejando en claro que su familia siempre había aceptado a su futura esposa.

El 13 de junio de 2015, Sofía y Carlos Felipe sellaron su amor para siempre en la capilla del Palacio Real de Estocolmo. La fiesta también tuvo lugar dentro del Palacio, en el salón Vita Havet. Su boda fue como en los cuentos e incluyó un paseo en un carruaje tirado por caballos, aunque la celebración tuvo varios toques modernos.

Apasionada por la música, durante la ceremonia religiosa la flamante princesa le dedicó una emotiva canción a su marido. Más tarde, los recién casados cantaron la letra de Fix You, de Coldplay y Umbrella, de Rihanna. También, bailaron al ritmo del fallecido DJ sueco Avicii. El príncipe, que es un apasionado por el diseño y que junto a un amigo posee una exclusiva tienda llamada Bernadotte & Kylberg, sorprendió a su amada diseñando él mismo las alianzas de matrimonio. Finalmente, el destino de la luna de miel no podía ser más romántico: las islas Fiji.

La maternidad era un tema muy importante para la princesa Sofía y, a menos de un año de la boda, dio a luz al primogénito de la pareja. En 2016, los príncipes se convirtieron en padres de Alexander Erik Hubertus Bertil, duque de Södermanland. Al año siguiente, el matrimonio le dio la bienvenida a su segundo hijo, Gabriel Carl Walther, duque de Dalecarlia. Los hermanos ocupan el quinto y sexto puesto, respectivamente, en la línea de sucesión al trono de Suecia.

La ex modelo dedica una buena parte de su tiempo a causas benéficas, por ejemplo, a través de la Fundación Príncipe Carlos Felipe y Princesa Sofía, lucha para combatir el cyberbullying. Sin embargo, en plena pandemia de COVID-19 mostró su costado más solidario y humano, cuando anunció que tomaría un curso intensivo de tres días de enfermería básica y atendería a los pacientes ingresados en el Sophiahemmet Hospital, un centro médico privado de Estocolmo patrocinado por su suegra, la reina Silvia.

A pesar de que fue destinada a un sector donde no se atendía a pacientes infectados de coronavirus, realizó todo tipo de actividades propias de una enfermera, asistiendo a los familiares de los pacientes, ayudando en la desinfección de material sanitario, tareas administrativas y hasta se animó a cocinar.

Sin duda, a lo largo de estos 10 años la princesa Sofía se ganó un lugar indiscutido en el corazón de la familia real, pero también, en el de la sociedad sueca.

 

 

 

 

Por Infobae

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