El hombre que mató a más de 300 niñas y desapareció sin dejar rastros

Este hombre fue el asesino serial más sanguinario y más letal de toda América Latina.

Pedro Alonso López, conocido como el Monstruo de los Andes, asesinó y abusó sexualmente a más de 300 niñas y adolescentes en Colombia, Ecuador y Perú para luego desaparecer del mapa.

El asesino en serie aseguraba que su objetivo era «arrebatarle la inocencia a sus víctimas»; tal como le había sucedido a él al tener una vida en la que fue víctima de abuso sexual y violencia.

«Perdí mi inocencia a la edad de ocho años, así que decidí hacer lo mismo a tantas muchachas jóvenes como pudiera», destacó.

Pedro Alonso López nació el 8 de octubre de 1948 en Bogotá, la capital de Colombia. Fue el séptimo de trece hermanos, todos hijos de una mujer que ejercía la prostitución.

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A sus nueve años, su madre lo corrió de casa cuando descubrió que mantenía relaciones sexuales con una de sus hermanas. Al vivir en las calles, llegó a ser abusado.

Con el tiempo, llegó a robar en las calles de Bogotá, por lo que terminó en la cárcel donde fue abusado nuevamente. Este hecho fue decisivo en su vida porque degolló a sus victimarios y después decidió desagraviarse a través del asesinato y violación de niñas que capturaba; en su términos, por tener mirada inocente.

ABUSOS DE NIÑAS EN PERÚ Y ECUADOR

En 1978, el Monstruo de los Andes, salió de la cárcel y viajó al Perú donde secuestró y violó en Ayacucho a 100 niñas. Allí un grupo de indígenas lo capturó y entregó a las autoridades judiciales. El gobierno del Perú lo deportó al Ecuador.

En 1980, el desbordamiento de un río en Ambato, en Ecuador, reveló la existencia de cuerpos de niñas enterrados en los márgenes pluviales y correspondientes con víctimas denunciadas como desaparecidas.

Según reseñó Infobae, durante los días del desbordamiento fue atacada una mujer llamada Carvina Poveda y su hija de 12 años. Ante los gritos de la madre, los transeúntes y comerciantes la asistieron en la agresión y capturaron a Pedro Alonso López; que después confesó ante un sacerdote que fue el responsable de la violación y el asesinato de las niñas cuyos cuerpos fueron encontrados con el desbordamiento.

Pedro Alonso López estuvo preso en Ecuador, donde lo condenaron a la que en ese entonces era la pena máxima: 16 años. En 1994 fue extraditado a Colombia donde fue recluido en un hospital psiquiátrico. Para 1998 fue declarado sano y fue liberado.

En 2002, la Interpol expidió un pedido de búsqueda para el Monstruo de los Andes, con localización y captura. Pero fue imposible hallarlo hasta hoy. Actualmente se desconoce su paradero.

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