Las espeluznantes historias de ultratumba del Metro de Caracas

Imagen referencial. Fuente: Noticias24 Mundo

Trabajadores del turno nocturno del Metro de Caracas y algunos pasajeros han asegurado haber presenciado  hechos paranormales en las instalaciones del subterráneo.

Con más de 30 años de servicio y 2 millones de personas trasladándose día a día por sus vagones, el sistema Metro de Caracas ha sido testigos de múltiples suicidios, por lo que se cree que las almas de las personas que ahí fallecieron quedan vagando por el lugar. A continuación te dejamos las leyendas más conocidas del Metro:

La Novia de los dientes:

En la estación Colegio de Ingenieros, Línea 1 del metro, existe una historia que perturba al personal de seguridad.

Uno de los trabajadores narró la historia de una joven odontóloga, quien según comenta, se iba casar en un templo que queda en las afueras de la estación. Sin embargo, al llegar el día de su boda, el novio la dejó plantada y ella, en su desespero, decidió entrar en las instalaciones con su vestido de novia y lanzarse a los rieles del tren.

Recientemente, el operador detalla que “entrado el turno de la noche, haciendo el recorrido visual de las cámaras de seguridad, mi compañero de trabajo me indica que observe la cámara número 3 del andén, porque le pareció haber visualizado algo, cuando verifico, pudimos observar inmóviles la imagen de una mujer vestida de novia, caminando por los rieles de la estación, desapareciendo al pasar unos segundos”.

La niña flotante:

En Colegio de Ingenieros no solo cuentan la historia de la novia que pena por los rieles de las vías del tren, otro operador reveló lo que le sucedió “en una noche de jornada laboral normal”.

Luego de cerrar la estación, el trabajador nos contó que se puso a descansar en la oficina, pues no había mucho trabajo a esa hora. Una vez que la gente de la estación terminó de hacer los trabajos rutinarios, de repente todos los que se mantenían laborando en primer piso, salieron corriendo y empezaron a tocar el timbre de la oficina, acumulándose en la puerta tratando de entrar, dándole golpes.

“Yo pensé que se habían metido a robar, cuando salgo, veo que eran 8 personas. Yo abro la puerta y entran corriendo, me asomo y desde la puerta no veía nada, pero cuando salgo y veo el final del pasillo, se veía una muchacha, vestida de blanco, con cabello negro largo, de espaldas, cuando bajo la mirada no se le veían los pies, lo que hice fue correr de nuevo a la oficina atónito y sorprendido por lo sucedido”.

El mecánico del tren fantasma:

En Propatria, específicamente en los patios y talleres, un lugar donde resguardan las unidades y vagones que no están operativos, en el horario de la noche generalmente empiezan a moverse las maquinas, se encienden los trenes y se apagan las luces.

“En los talleres aparece un mecánico, que llama a cualquier compañero y le indica que hay un tren con fallas. El equipo alarmado va de inmediato y trata de atenderla, pero resulta que no hay nada y cuando preguntan por un operador alto, de piel blanca, resulta que el mecánico no existe, sino que fue un señor de mantenimiento que haciendo sus labores en los trenes, lamentablemente falleció, siendo el alma en pena que ronda los talleres de los patios de resguardo”, detalló uno de los trabajadores.

“El mecánico”, como lo conocen en Propatria, suele aparecer cuando hay personal nuevo, cauteloso de cualquier cosa que suceda en los trenes inactivos.

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El pasajero perdido:

En Capitolio, cuentan la historia espeluznante que varios compañeros estaban en el puesto de la Policía Nacional, que da hacia la transferencia, como a la 1:00am mientras conversaban 3 funcionarios y 2 operadores del sistema, de repente observan algo que les ocasionó inquietud.

“Estábamos hablando, esperando que terminaran unos trabajos y vimos una persona pasar por la transferencia, y le gritamos porque a esa hora ya las estaciones están cerradas, sin embargo, al acercarnos al pasillo la sombra de la persona desapareció delante de nosotros”.

En todas las estaciones, afirman que el ciudadano común se puede encontrar con historias distintas, debido a los múltiples suicidios que según destacan “atraen mucho esas cosas”, los trabajadores coinciden que la estación más temida por sus apariciones es Colegio de Ingenieros.

Los espectros del espejo:

La protagonista es una joven que viajaba de Capitolio a Dos Caminos. Era de noche. No pudo olvidar lo que vio en uno de los vagones.

“Cuenta que iba de pie, pues todos los asientos estaban ocupados. Cuando el tren ingresó en uno de los túneles vio por la ventana el reflejo de las personas que tenía a su alrededor. Su mirada se centró en una muchacha que iba sentada escuchando música con los audífonos puestos. A su lado iban dos mujeres, pero una sentada en las piernas de la otra lo que le generó curiosidad”, detalla el relato.

Continúa: “Giró la cabeza para ver a las dos mujeres, pero no estaban. Solo vio a la chica con los audífonos y el asiento a su lado completamente vacío”.

Después de observar esto le invadió la duda y miró de nuevo a la ventana, expone la historia: “Vio de nuevo a las dos mujeres, una sentada sobre las piernas de la otra. Asustada miró a todos lados y vio a las personas, pero nunca a las mujeres”.

“Al echar otro vistazo a la ventana, las mujeres ya no estaban. La joven dijo que el miedo cubrió su cuerpo y siempre recuerda eso cada vez que usa el Metro”, indicó.

El hombre sin ojos:

Otra historia de fantasmas en el metro de Caracas es relatada por Ana Viloria quien cuenta que, en la estación Plaza Venezuela había delante de ella un señor en la cola, que voltea y ella puede ver que no tenía ojos, tenía los parpados abiertos y no se le veían los ojos.

Ana creyó que era una persona con discapacidad visual, se distrajo en otra cosa, y minutos más tarde ella sentía la inquietud de que el metro no llegaba; en ese momento pensó que el señor debería estar acompañado de uno de los operarios del metro, lo mira de nuevo y no le ve el bastón.

Por fin llega el tren y tuvo el impulso de ayudar al señor, pero observa como el señor entra sin problemas, una vez adentro el señor se sienta al lado de Ana quedando en medio de los puestos azules para parase de inmediato y agarrarse de los tubos.

Ana lo vuelve a ver y observa que él estaba mirándola como si el hombre tuviera ojos, en ese momento ella se aterra, pero para cuando el tren llega a Sabana Grande el hombre comienza a caminar y al alejarse el hombre desaparece.

El espíritu poseedor:

Los espíritus en el metro de Caracas rondan a cualquier hora, Sonia Méndez una usuaria frecuente del metro, contó que bajando las escaleras para entrar a las instalaciones del tren sintió la sensación que algo entra en su cuerpo inmediatamente siente las ganas de suicidarse lanzándose a los rieles, dice que su cuerpo no le respondía y tenía la mirada perdida, bajaba las escaleras dominada por algo en mente, al terminar de bajar las escaleras se hizo a un lado pensando que estos deseos de suicidarse no eran suyos, ya que ella tenía muchas metas en su vida.

El acompañante:

Otra aterradora historia de fantasmas en el metro de Caracas la narra María Querales, quien cuenta que en los ferrocarriles del Valle del Tuy hubo un accidente poco nombrado. Hace ya algunos años un señor de mantenimiento estaba sentado en los rieles del tren sin saber por qué, al poco rato el tren salió del túnel y arrolló al pobre señor.

María dice que su hija en ese entonces era conductora ferroviaria y que días después del accidente ella vio al señor montado en el tren contrario al que ella conducía, ella indignada llama al operador y le pregunta quién era ese señor que estaba montado en la cabina y el otro operador nervioso le dice aquí no hay nadie, ambos se asustaron mucho y trabajaron mal el resto de la noche. María dice que el señor siempre aparece montado en el mismo tren por el que fue arrollado.

Con información de Noticias24 Mundo