Incendio en Gran Canaria rebasa las dos mil hectáreas
Cerca de 300 personas trabajarán esta noche en la cumbre de Gran Canaria para contener un incendio que en solo ocho horas ha quemado más de 2.000 hectáreas, con la esperanza puesta en los tres hidroaviones de refuerzo que llegarán por la mañana y, sobre todo, en las previsiones de lluvia.
El fuego afecta ya a cuatro municipios en un perímetro de 20 kilómetros (Tejeda, San Mateo, Santa Lucía y Telde) y ha obligado a desalojar sus casas a alrededor de 800 personas que residen en barrios de la cumbre, debido al riesgo que comportaban las llamas.
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo; su homólogo en el Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; y la delegada del Gobierno central, Mercedes Roldós, se han reunido esta noche en el Centro de Coordinación de Emergencias de Las Palmas para conocer la última hora del incendio, al que solo se podrá atacar por tierra hasta el amanecer, cuando puedan volar de nuevo los helicópteros forestales.
Clavijo y Morales han explicado que con las primeras luces regresarán a la zona siete helicópteros forestales de las tres administraciones y el avión contraincendios que el Ministerio de Medio Ambiente emplaza durante los veranos en La Gomera, a la espera de que lleguen tres grandes hidroaviones enviados desde la península por el Estado y un helicóptero Kamov de alta capacidad de carga.
También por la mañana está previsto que se sumen 90 soldados de la Unidad Militar de Emergencias movilizados desde Sevilla para dar descanso a sus compañeros de Gran Canaria y Tenerife, así como personal ofrecido por los cabildos de las demás islas para reforzar la lucha contra este incendio, el más importante de este año en el archipiélago, donde solo habían ardido desde enero 10 hectáreas en medio centenar de incidentes de menor entidad.
Los esfuerzos de todos esos medios podrían ser aún más efectivos si se cumplen las previsiones meteorológicas, que apuntan a que las temperaturas van a caer en las próximas horas de 6 a 10 grados en la cumbre de Gran Canaria, a que de noche entrarán nieblas que elevarán la humedad relativa del aire al 70 % e, incluso, a que podría llover de madrugada, según ha explicado la consejera canaria de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, Nieve Lady Barreto.
El incendio se declaró poco antes de las 13.50 horas, momento en el que los sanitarios de una ambulancia llamaron al 112 para avisar de que veían fuego en la cumbre de Gran Canaria.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria ha subrayado que en su rápida propagación han sido “determinantes” unas condiciones bastantes “extrañas” -por inesperadas de viento-, que ayudaron a las llamas a extenderse por zonas de monte bajo y a adentrarse después en pinares donde pronto alcanzaron hasta 20 y 25 metros de altura.
Sobre las 17.30 horas, el fuego había quemado ya 1.000 hectáreas y los técnicos estimaban que tenía potencia para arrasar “varias miles más”, según explicó entonces el propio Antonio Morales.
Los representantes de las tres administraciones han resaltado la cooperación con que se está trabajando en este dispositivo y han llamado a los ciudadanos a que “ni se acerquen” a la cumbre y sigan los consejos de las Fuerzas de Seguridad si les piden que evacúen.
Los entre 300 y 400 desalojados pasarán la noche los polideportivos de San Mateo y Telde y ya se ha decidido suspender mañana la actividad escolar en Tejeda.
Mientras tanto, las brigadas forestales intentan contener el fuego, sobre todo, para impedir que se dirija hacia Valleseco, donde hay más barrios poblados. El otro foco activo esta noche parece encaminarse hacia Santa Lucía de Tirajana, pero hacia una zona despoblada y con poca vegetación donde podría frenarse.
El presidente del Cabildo también ha aprovechado la rueda de prensa de esta noche para desmentir que el incendio lo haya provocado una quema de rastrojos realizada por la propia corporación insular.
Morales ha subrayado que en estos meses no se llevan a cabo ese tipo de quemas “prescritas”, que se sí se realizan en otras estaciones del año para entrenar a las brigadas forestales al mismo tiempo que se abren claros en la vegetación para obstaculizar futuros incendios. EFE