La emotiva carta que escribió la hermana de Tony en su honor
El 13 de abril se apagó la vida de un venezolano, que luchó hasta el final por su país. Gruseny Antonio Canelón Scirpatempo, era mejor conocido como “Tony”, un joven de 31 años, que partició en las manifestaciones del 11 de abril suscitada en Cabudare, estado Lara.
Como lo describe su hermana, Tony, el chico de cabellos de oro y ojos azules, falleció luego de recibir un impacto de bala, que acabó con su vida dos días después.
Ana Cecilia Canelón Scirpatempo, hermana del caído, quien escribió una emotiva carta en su honor publicada por el portal web de la región El Impulso, manifestando que su partida “inesperada” de “ha dejado a familiares y amigos un dolor indescriptible e incalculable”.
“La partida de Gruseny nos ha dejado a familiares y amigos un dolor indescriptible e incalculable, sin embargo, deseamos recordarlo de la mejor manera posible, con sus mayores virtudes. No era perfecto, pero hoy solo queremos mencionar lo mejor de él, deseamos compartir lo bonito de su historia de vida, para que todo aquel que no lo conoció, tenga una idea de la gran persona que nuestro país perdió el pasado 13 de Abril”, contó Ana Cecilia.
A continuación la carta publicada por el diario El Impulso:
“¿Cómo podría describir a Tony? Pues, podría comenzar diciendo que su nombre de pila es Gruseny Antonio Canelón Scirpatempo, de 31 años de edad, nacido el 14 de Di ciembre de 1984 en Barquisimeto Estado Lara, todo un guaro y además Venezolano orgulloso y defensor de su país, siempre con la motivación de dejarlo en alto con cada una de las actividades que realizaba, pero antes de adentrar ese aspecto, es importante que la gente conozca un poco de historia iniciando desde la infancia.
Ese joven hermoso, de rizos rubios y ojos azules, creció en Cabudare junto a su Padre (Gruseny Canelón), Hermanos (Ana Canelón, Alam Canelón, Wilson y Ray Daniel) y Abuela Paterna Pastora Escalona; sin embargo, desde que era un niño, con su carisma y espontaneidad tenía la facilidad de ganarse el amor de todos, lo que le permitió la apertura de puertas en diversos hogares donde la gente disfrutaba acogerlo como parte fundamental de su familia, entre ellos sus tíos maternos, sus amigos de patinaje y de bachillerato; además de que para él en todos lados había “una papá y una mamá”, ya que siempre su pensamiento fue “Mientras más Bendiciones recibas más grande serás”, por eso, todos los que lo conocieron tuvieron un lugar especial en su corazón.
Terminó su etapa de Bachillerato con muchos amigos entre los que siempre estuvieron presentes:
Cursó estudios de Ingeniería Civil en la UCLA, donde al mismo tiempo desempeñó con pasión y constancia diferentes actividades deportivas, perteneciendo a la Selección Nacional de Waterpolo y al equipo de JUVINES; también participó en competencias triatlón, tekondo y karate. Asimismo, con mucho orgullo y responsabilidad, hacía el papel de la mascota de la UCLA, dándole vida propia a dicho personaje, y es que era impresionante el hecho de que ni un disfraz opacaba su maravillosa personalidad, porque aun oculto su cuerpo, tenía una capacidad para llamar la atención de forma positiva, haciendo reír a los presentes y generando que todos quisieran compartir con él.
Su vida en la universidad Lisandro Alvarado también trascurrió en saltar las barreras del comedor de los decanatos de Ciencias y Administración, saludando a todos los que estaban allí, desde el portero, hasta el grupo de estudiantes, las cocineras y el personal que servía los alimentos; era tan cotidiano ver como la mayoría de las personas que le saludaban, parecían hipnotizados con su presencia, su dulzura y en algunos casos, quizás también por su innegable belleza y galantería. Sin embargo, se vio en la necesidad de abandonar esta casa de estudios debido a los paros exacerbados por la situación país, y es en ese momento que toma la decisión de iniciar estudios de Ingeniería Industrial en la universidad Yacambú, donde también marcó sus huellas de forma imborrable, teniendo entre sus experiencias más gratas ser seleccionado como el Novio UNY y ampliar aún más su gama de buenas amistades.
Ciertamente, no todo siempre fue color de rosa en su vida, como todo ser humano también tuvo que enfrentar situaciones duras, difíciles; sin embargo, nunca dejó de lado sus ganas de estudiar, de formarse profesionalmente y asimismo, trabajar para ganarse la vida, de hecho, desde muy joven demostró habilidades para emprender y hacer negocios. Pienso que su constancia y sus ganas, no solo se debían a las capacidades que poseía o a la motivación por el dinero, su principal motor de impulso fue su Fe y vocación a Dios, en ese sentido tuvo una gran mentora, su tía Flor Canelón, quien fue ejemplo a seguir y de quien aprendió la importancia de Dios en su vida así como el servicio a los demás, lo cual desempeñó mediante su participación en actividades de la iglesia católica como las misas de sanación y juvenil, misiones, congresos de EHH, en el grupo Proyecto Amor, entre otros. En ese ambiente religioso, irradiaba aún con más fuerza su carisma, amabilidad, educación y sobre todo, solidaridad, amor y familiaridad.
Y es que su Fe en Dios era tan infinita, que fue ella misma la que lo hizo reaccionar y evolucionar sorprendentemente contra todo pronóstico médico, después de estar inconsciente en un estado de coma durante tres días, a consecuencia de un accidente automovilístico ocasionado por los llamados “migueleros” en la vía a San Felipe. Conociendo su capacidad enérgica y su inagotable estado de actividad, era angustiante el hecho de que los médicos solo podían pronosticar parálisis de miembros inferiores o en su defecto, condiciones físicas críticas; sin embargo, Dios y la Divina Pastora no lo defraudaron y su columna milagrosamente sanó.
Después de esa experiencia, como cada año, el solo esperaba ese 14 de Enero, pero esta vez con mucha más fuerza; cuando finalmente llegó ese día, salió a trotar a las 4am desde el Obelisco de Barquisimeto hasta Santa Rosa, en agradecimiento a Dios y especialmente a Nuestra Virgen, por su salud y como acto de Fe que mantuvo siempre de forma arraigada.
La partida de Gruseny nos ha dejado a familiares y amigos un dolor indescriptible e incalculable, sin embargo, deseamos recordarlo de la mejor manera posible, con sus mayores virtudes. No era perfecto, pero hoy solo queremos mencionar lo mejor de él, deseamos compartir lo bonito de su historia de vida, para que todo aquel que no lo conoció, tenga una idea de la gran persona que nuestro país perdió el pasado 13 de Abril. Y siguiendo con lo poco que he relatado hasta ahora, podría complementar diciendo que ante todo era un caballero, amante de las mujeres, especialmente protector de las su familia, con una calidad humana inmensa, siempre cuidadoso de no herir a los demás con sus palabras y enfocado en hacerle saber a cada quien las virtudes que poseía, altamente orgulloso de sus hermanos. Quien tuvo la dicha de conocerlo o de solo cruzar palabras con él, sé que podrá decir con firmeza y certeza que tenía un corazón enorme que dirigía su accionar para amar a Dios, a su familia y al mundo.
Su belleza interior siempre irradió, se reflejó y se conjugó con su innegable belleza exterior, nunca perdió su esencia y su humildad, a pesar de que su físico le permitió desempeñarse como modelo profesional en diferentes ocasiones, obteniendo premiaciones al Mister Team Turismo Lara y teniendo participación en diversos eventos artísticos y de belleza. Además de ello, podría decir que era un hombre multifacético, no podía mantenerse sin actividad y era capaz de hacer distintas cosas al mismo tiempo, para ello solo necesitó del apoyo y amor que recibía de todos los que lo conocían, eso era su impulso para entre tantas cosas que ya les he comentado, desempeñarse además como jugador de básquet en el Club Ítalo Venezolano y en Bobare. Asimismo, dedicaba tiempo como fanático de quienes para él fueron los mejores, Guaros de Lara, Cardenales y la Vinotinto, que aunque perdieran algún partido, siempre se mantenía en apoyo y con gran orgullo en cada juego.
Gracias a Dios muchas personas tuvieron el placer de conocerlo y compartir con él, igualmente Gruse tuvo la gracia de tener en su vida gente maravillosa que fue de gran apoyo, especialmente en lo emocional, y es justamente allí donde entra Ana Cristina Herrera Riera, de quien se enamoró y junto a quien decidió formar un nuevo hogar en Carora, se volvió parte de su familia, y a pulso en poco tiempo ya era un caroreño más. Compartieron experiencias maravillosas, como por ejemplo que ayudó a la familia de su novia a ganar por dos años seguidos en el club de deporte y además, entrenó a las niñas más hermosas a jugar ******… Y es que, relato todo esto y no puedo dejar de mencionar otro aspecto que habla de su gran corazón, el inmedible amor que tenía por lo más puro y hermoso del mundo, los niños; con todos quería compartir y entre más enérgicos eran, parecía que más felicidad le inyectaban.
Es gracioso porque todos parecían ser sus hijos y cuando publicaba una foto en redes sociales, la gente se confundía y realmente creían que tenía hijos y le expresaban lo tierno que se veía como padre. Una vez me dijo “Mis hijos serán tan necios que ni congelados se quedarán quietos” y eso me hace pensar en que hoy no sabré como serán sus hijos, pero si tengo la seguridad de que iba a ser el mejor papá.
Por otra parte, como pareja también demostró excepcionalidad, entre sus cotidianas ocurrencias una vez mencionó un pensamiento muy famoso, no recuerdo de donde lo sacó pero decía “No le pidas a Dios una buena mujer sino le has demostrado a él que eres un hombre”, y es que innegablemente le demostró a DIOS que además de ser un buen hombre era excelente ser humano, de tal manera que entre tantas cosas, tuvo su novia perfecta, lo cual siempre supo apreciar porque la llenó de atenciones, se encargó de que se sintiera amada y segura a tal punto de que cada sitio que pisaron quedó impregnado de ellos, desde los lugares más exóticos hasta los más pequeños o sencillos; cada sitio que él visitaba se llenaba de luz y buena energía.
Cuando me detengo a recordarlo, pienso en lo inevitable que es desear otra oportunidad de Dios y la vida, oportunidad de tenerlo entre nosotros, verlo, poder tocarlo y abrazarlo, quizás decir algo que no tuve el tiempo de decirle o compartir algún momento que no pudo ser. Pienso en él y lo veo mentalmente, con sus rulos de oro que no le permitían pasar desapercibido en ningún lugar y que cuidaba con dedicación, y es que tenía un corazón tan grande, que ni siquiera lo hacía por vanidad, escucho en mi mente sus palabras “No es por mí, es porque cada año le puedo dar un poquito de alegría a un niño con cáncer donándole mi cabello”. Lo recuerdo en sus paseos en moto, con sus amigos y grupo de viajes de Renegado, lo recuerdo en los días de playa, donde se encargaba de atender a todos y era el mejor guía turístico, en las noches de disco, donde a pesar de no tener mucho agrado por el licor, no necesitaba del mismo para pasarla excelente, ser el alma de la fiesta y al mismo tiempo cuidar de quienes andábamos con él.
Mi Gru, día y noche te recuerdo, te pienso, te imagino a nuestro lado, y como dije anteriormente, en ocasiones deseo con fuerzas aunque sea una última oportunidad para verte con vida, pero no puedo ser egoísta. No sé si esto fue o no una decisión de Dios, pero ya que no estás aquí en tierra, solo puedo esperar que estés en un lugar mucho mejor, en la Gloria de Dios y junto a tu papá. Me quedo con la tranquilidad de que a tu corta edad, viviste demasiadas cosas, disfrutaste cada día al máximo, como si el siguiente pudiera no ser, y pues, tenías razón de llevar tu vida de forma tan activa, porque efectivamente fue así, ninguno esperábamos tu pronta partida de este mundo, pero luchaste hasta el final. Te amaremos por siempre y te llevaremos en nuestros corazones, te recordaremos siempre de la forma más hermosa, así como tú eras, con tus locuras, tu valentía, tus ganas de vivir al máximo y progresar, tu gran amor y servicio a los demás”.
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