¡En peligro! Derrame de petróleo afectó a 40 familias en Anaco
Hace un mes la rotura de una tubería de crudo ubicada en la carretera Anaco-Barcelona comenzó a afectar a los residentes de los sectores El Palmar, Nuevo Amanecer y Villa Anzoátegui de la capital gasífera, reseña El Tiempo.
Vecinos de estas comunidades informaron que hace aproximadamente 30 días, autoridades de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se acercaron a la entrada principal de El Palmar e iniciaron excavaciones para reparar un tubo.
Pero lo que ocurrió fue que el combustible se derramó y esparció a través de una quebrada que comparten las localidades.
Según indicaron algunos residentes, la reparación de la tubería también estaba a cargo de la Cooperativa Rido, S.A. María Perdomo, habitante de El Palmar, señaló que los trabajadores “taponaron” el tubo y prometieron regresar para retirar el exceso de tierra excavada y sanear el área, pero “todo quedó en promesas”. “Abrieron los huecos, taparon el ducto y nos dejaron el desastre”.
Perdomo dijo que las excavasiones originaron que las bocas de visita de aguas servidas ubicadas en la entrada de la comunidad colapsaran.
Residentes de varias viviendas no pueden utilizar los baños ni estar mucho tiempo dentro de las casas debido a los olores nauseabundos.
“El hedor es insoportable. Tengo miedo de que la presión en las tuberías me tumbe la casa. Estamos en peligro y exigimos que Pdvsa cumpla con lo que prometió”, indicó Perdomo.
La misma situación se repite en la vivienda de Isbelia Ruiz. Esta ama de casa y abuela de un niño de 5 meses de nacido está angustiada por la salud del pequeño.
La mujer expresó que el bebé ha presentado afecciones respiratorias y cuadros febriles, que cree que se deban a la exposición a un ambiente contaminado.
“Mi nieto está enfermo y el agua sucia corre por las calles. Y cómo no nos vamos a enfermar si el foco de contaminación es muy grande”.
Daños La red de aguas servidas del sector El Palmar no fue el único inconveniente que se suscitó con este derrame de petróleo. Pequeños productores de Villa Anzoátegui y Nuevo Amanecer también resultaron perjudicados.
Aún cuando gran parte del crudo fue arrastrado por los recientes aguaceros, en los patios de algunas viviendas aun quedan los rastros del combustibles.
Agricultores de Nuevo Amanecer perdieron cosechas de yuca, berenjena y frijol que iniciaron con aportes gubernamentales para las iniciativas locales.
Uno de los afectados, que no quiso identificarse, indicó que la quebrada que alimentaba los sembradíos de su propiedad se “vistió de negro”. Los frutos se contaminaron y se dañaron.
“Funcionarios del departamento de Ambiente de Petróleos de Venezuela nos dijeron que evaluarían las pérdidas y nos repondrían el gasto de las cosechas. Pero no regresaron y no han pagado nada. Todavía los estamos esperando”.
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