Bebé de dos meses que ingirió leche con cal podría presentar “daños irreversibles” en su salud
La bebé de dos meses que ingirió una fórmula láctea materna ligada presuntamente con cal, “podría desarrollar otras patologías a raíz de la ingesta del óxido de calcio, incluyendo daños irreversibles en el sistema intestinal“, informó en exclusiva Larry Méndez, pediatra tratante del caso, al diario La Verdad.
Una serie de exámenes determinarán, esta próxima semana, qué tipo de químico consumió la pequeña y en qué cantidades. “Sería más sencillo si tuviéramos el pote de leche contaminado”, apuntó el médico.
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Una semana después de que Jénnifer Barrueta, de dos meses de edad, ingiriera fórmula láctea materna, presuntamente ligada con cal, su salud sigue siendo una bomba de tiempo. Larry Méndez, médico pediatra tratante del caso, informó en exclusiva para La Verdad, que la niña podría desarrollar otras patologías a raíz de la ingesta del óxido de calcio, incluyendo daños irreversibles en el sistema intestinal.
El pasado jueves la niña fue atendida en una clínica privada de la ciudad, en ese momento Jénnifer presentaba diarrea cada media hora, aproximadamente, por lo que la niña bajó de peso rápidamente. Inmediatamente fue atendida y se logró estabilizarla, por ahora está fuera de peligro aunque tiene un cuadro anémico, parasitosis y desnutrición leve. Sin embargo, su pediatra reiteró: Todavía tenemos muchas cosas que investigar con respecto a la salud de la niña, porque en el caso de la toxicología hay una serie de consecuencias que pueden presentarse a futuro como daños al sistema gastrointestinal por la irritación que produjo la cal”.
El médico explicó que el caso se está estudiando a profundidad. Méndez confesó: “Sería más sencillo si tuviéramos el pote de leche contaminado”, sin embargo señaló “es muy probable que el cuadro que presenta la niña es por la ingestión de la leche adulterada, porque el cuadro inició inmediatamente después de la ingestión de la fórmula”. Una serie de exámenes determinarán, esta próxima semana, qué tipo de químico consumió la pequeña y en qué cantidades. En este sentido el doctor advirtió “es difícil determinar con exactitud el químico después de la ingesta, por lo general la cal no es rastreable, pero sí se relaciona el cuadro de la niña con la ingesta de cal”.
El coprocultivo -examen coproparasitoscópico consiste en el cultivo de materia fecal para el diagnóstico microbiológico que permite identificar diferentes organismos causantes de enfermedades gastrointestinales- permitirá al especialista infantil qué tipo de bacteria tiene Jénnifer en su estómago y por ende confirmará el consumo de cal. “Se está analizando la parte infecciosa y la bacteriológica con un coprocultivo porque la cal produce contaminación, además de que la persona que destapó el pote para adulterarlo también lo contaminó, de ahí la importancia de identificar la bacteria. Con este examen podremos saber qué tipo de bacterias son, el daño que puede hacer en su organismo y verificar si realmente hubo manipulación de la leche”.
Negligencia médica
Diana Rodríguez, madre de la pequeña, relató para este rotativo lo que ocurrió en el Hospital Materno Cuatricentenario: “El jueves nosotros llevamos a la bebé a las 6.30 de la tarde para el materno, la doctora Tripsy Lamby me preguntó qué dónde estaba el pote de leche, porque yo le conté que le habían cambiado la fórmula a mi niña y que se la habíamos comprado en Las Pulgas. Le dimos el pote, ella la destapó, la probó en la palma de la mano y dijo: “esta leche tiene cal, este es otro caso de leche con cal”.
La madre relata que la doctora no le devolvió el pote de Nursoy. “Yo le dije que me devolviera el pote si no me la iban a atender y me dijo que no, porque ellos tenían que dejarlo para estudiarlo. Cuando me dio la receta de las medicinas, mi esposo le dijo que iba a buscar el dinero, que le diera un chance porque nosotros éramos muy pobres, entonces ella dijo: si no tienen para el tratamiento se la llevan y me das las recetas porque si no me puedo comprometer y me pueden quitar la licencia”.
Diana confesó que se llevó a la niña para la casa y hasta que la atendió el doctor Larry Méndez, solo le daba agua de arroz y suero, mientras su esposo pedía para comprar las demás medicinas.
Méndez calificó el proceder del personal médico que atendió la niña en el Cuatricentenario como “una negligencia médica”. Debido a la deshidratación de la niña y la fuerte diarrea, Jénnifer pudo haber muerto por la descompensación. “Debieron haberla hospitalizado, es lo más lógico porque la diarrea en este caso pudo causar la muerte. La vida de la pequeña estaba en peligro. Me parece lamentable que estas cosas estén ocurriendo en este país y eso lo que refleja es una enorme falta de conciencia, tanto de las personas que adulteraron la leche como de las personas que están dentro de la institución pública, porque el no tener insumos no quiere decir que no pueden atender el paciente, siempre hay maneras de resolver. Ahí hubo negligencia médica por parte de las personas que no asumieron el caso“.
Seguimiento exhaustivo
Jénnifer Barrueta tiene un largo camino que recorrer aún para estabilizar por completo su salud. El pediatra y un nutricionista harán seguimiento al cuadro diarreico con relación a la parte toxicológica. Un toxicólogo se encargará en los próximos días de realizar análisis más profundos. Por ahora trabajan en controlar el peso de la criatura y la anemia.
Méndez confesó que es el primer caso por consumo de leche adulterada que llega a su consultorio, sin embargo instó a la población a tomar sus previsiones a la hora de comprar productos en el casco central.
Efectos secundarios
La cal es un producto que contiene sílice cristalina, partículas minerales que realizan la función de extraer, triturar y moler piedra, grava, arena y cantera o piedra caliza. Los problemas gastrointestinales que se presentan por su consumo son: sangre en las heces, destrucción de las paredes intestinales y posibles orificios en el esófago, dolor abdominal fuerte, vómitos con sangre. Mientras que en el sistema circulatorio ocasiona hipotensión y desmayo.
Un negocio
Los “bachaqueros” de Las Pulgas compran los potes de leche vacíos maternizada como Nan, Nursoy y S-26 en 500 bolívares y los de leche completa los pagan en mil bolívares. En el caso de los envases de leches hidrolizadas para niños alérgicos como Nutramigen, Alfare, Alimentum y los de Ensure o Sustagem cuestan 700 bolívares. El llamado de las autoridades es a destruir los potes vacíos de las fórmulas y suplementos para no contribuir como cómplices en la manipulación de las bebidas.
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