Machado: Estamos en una nueva etapa, la lucha ya no es electoral
La coordinadora nacional de Movimiento político Vente Venezuela, María Corina Machado, afirmó que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ya es historia y que es necesario conformar una organización “que trascienda de los partidos políticos”.
En entrevista con el periodista Víctor Amaya, del periódico Tal Cual, Machado consideró que “la MUD cumplió un papel para una etapa en la cual existía la dualidad de la “competencia democrática electoral” y la disidencia o resistencia a un régimen autoritario. Ahora estamos en una nueva etapa“.
A continuación puede leer la entrevista íntegra:
La falta de coherencia y de estrategia de la vanguardia opositora ha generado una desconexión y una frustración muy grande. La gente está clarísima en que la solución de los problemas pasa por la salida del régimen. A un altísimo costo, la población acompañó a la oposición en distintas iniciativas, como en la Asamblea Nacional. Estamos a más de un año después y yo me pregunto por qué no hay cinco rectores nuevos en el CNE, nuevos magistrados, nuevo Fiscal. Nuevamente se generó una expectativa alrededor del referendo, que se entregó sin chistar en el momento de mayor energía ciudadana. Toda la deslegitimación de este proceso al final buscó una salida institucional que es el abandono del cargo, pero cualquier mecanismo constitucional es tan fuerte como la fuerza que le pongas.
¿La oposición sobreestima su propia fuerza política?
Creo que esta dirección opositora ha subestimado la fuerza política de los ciudadanos.
¿Cómo están sus relaciones con la MUD?
Creo que la MUD cumplió un papel para una etapa en la cual existía la dualidad de la “competencia democrática electoral” y la disidencia o resistencia a un régimen autoritario. Ahora estamos en una nueva etapa. Por eso se requiere una plataforma que trascienda los partidos políticos, incluyéndolos, porque esta lucha ya no es electoral.
¿Se puede modificar a la MUD o hay que crear otra plataforma?
La MUD fue concebida como una coalición de partidos para lograr la efectividad política del voto. Si va a poder llevar adelante un proceso de reestructuración y restablecimiento de confianza, habrá que ver. Pero en esta etapa hay que plantear una plataforma que trascienda a los partidos y que sea donde el espíritu ciudadano dispuesto a combatir y enfrentar la tiranía esté desplegado.
Ahora todos son críticos de la MUD, incluso sus dirigentes.
Yo siempre he estado con la Unidad y muchas veces he estado en desacuerdo con las decisiones que se tomaron. Durante mucho tiempo no hubo reuniones en la MUD y ni siquiera había dónde expresarlo. Creo que uno de los errores fundamentales en los cuales incurrimos en Vente, y yo asumo mi responsabilidad directa, fue no haber hecho públicas esas profundas diferencias. En un país donde había que estar en sesión permanente pasaron ocho meses en los que no había encuentro. Por eso venció el plazo de este espacio de coalición y hay que pensar en otra cosa totalmente distinta. Hay que asumir que hay dos visiones: un sector piensa que Maduro va a quedarse hasta 2019 y otro donde sentimos que sí tenemos la fuerza para un cambio ya.
Esas dos visiones se contrastan desde 2014, por lo menos, y aquí seguimos. Para las regionales pudieran hacer campaña hasta los que hablan del “ya”.
Tres años después de 2014 y cien mil muertos por asesinato después, ¿qué aprendimos? Yo advertí la crisis humanitaria y me decían exagerada. Si yo le digo a la gente que hay una ruta llena de riesgos y amenazas y otra que es de menor esfuerzo que es ir a votar y ya está, cualquier persona racional prefiere la vía segura. Pero a dónde nos trajo esa ruta. El gobierno tiene, a efectos prácticos, más o menos poder sobre nosotros. La conclusión es que por ahí no es. Necesitamos construir una enorme fuerza que desafíe al régimen, como hicimos en octubre de 2016 cuando se creó un momentum, pero a la hora de la chiquitica no te puedes chorrear. Se necesita un liderazgo que diga que llegó la hora.
El días de la convocatoria a Miraflores, el pináculo de la fuerza opositora en 2016, el anuncio fue impulsivo, sin planificación.
Es que no hay propósito común y no puede derivarse entonces una estrategia común. Faltó claridad, lucidez y coraje para haber adoptado ese día una posición mucho más firme que hubiese implicado acelerar la salida del régimen.
Ha dicho que el diálogo debe ser para negociar una transición.
Una transición implica negociación, acuerdos, hacerle ver a quien está en el poder que por su propio bien debe contribuir a la llegada de un gobierno de amplísima unidad nacional. Pero frente a un régimen militarista y mafioso, tiene que hacerse desde una posición de fuerza.
¿Es recuperable esa fuerza, ese impulso?
No hay opción. Hay tres caminos: huimos, claudicamos o insurgimos con todos los riesgos.
Una negociación también implica cuotas de impunidad
Lo que tenemos la obligación de garantizar es justicia, respeto a los derechos de quienes nos lo negaron a nosotros. Y hay una diferenciación clarísima: no es lo mismo el alto funcionario que cometió delitos de lesa humanidad al funcionario que fue obligado a marchar o a ignorar un procedimiento…
Pero negocian los de arriba y no los de abajo
Por eso la pregunta es quiénes tienen que estar sentados en la mesa de negociación, los que representen también a los cuadros medios y no solamente a las cabezas de las mafias. Por eso esa mesa jamás va a generar la salida de la dictadura sino su estabilización.
¿Ya tiene candidatos para las regionales?
En Vente hay líderes maravillosos, gente que cree en la política con ética, en la libertad, en la apertura del mercado, en la globalización, en la propiedad, en la solidaridad, en la sociedad de la innovación. Pero eso sí, primero la salida del régimen.
¿Tareck El Aissami sustituirá a Maduro antes de 2019?
Si le hace falta a los cubanos, sí.
¿Este es un gobierno débil o fuerte?
Es un gobierno en una fase terminal y eso lo hace más peligroso.
¿Va a traer cambios en Unasur de cara a Venezuela la salida de Samper?
Debería si quiere servir para algo. Creo que hay que fortalecer las posiciones de Luis Almagro en la OEA.
¿Habrá algún cambio con Trump en EEUU con respecto a Venezuela?
Confío en que así sea. Si es cierto que la seguridad en el hemisferio es prioridad para ese gobierno, la forma como se ha develado un narco Estado que es simultáneamente un Estado fallido y un Estado forajido, es un peligro enorme para toda la región.
¿Para esa reestructuración de la MUD, ha llevado su propuesta?
Ya la conocen, la pasé por escrito y la digo al país todos los días. Pero aquí no hay que concentrarse en una instancia que ya cumplió su papel, hay que mirar para adelante.
Amaya Víctor. (02-08 de febrero 2017). Tal Cual, pp. 10-11.
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