Artículo de Capriles: “Epidemia Madurista”
Este domingo como todas las semanas el Gobernador del estado Miranda y líder opositor, Henrique Capriles Radonski publicó su columna, en esta ocasión para referirse al tema económico del país. Y específicamenta la gestión económica de Nicolás Maduro.
Capriles asegura que la “epidemia madurista” es la destrucción que presuntamente ha dejado este gobierno. Y preocupa de sobremanera el alto índice del dólar paralelo como lo indica en su texto. Además advierte que en el 2017 “extrañaremos el 2016” pese a ser el peor año económico de la historia venezolana, esto producto de una economía que va en picada.
A continuación el texto completo:
El escritor y economista español, José Luis Sampedro, dijo muy acertadamente que hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajan para hacer menos pobres a los pobres.
Estas palabras nos llaman profundamente la atención con relación a los enchufados que dirigen el destino económico de Venezuela, ya que todas las evidencias apuntan a que su único objetivo es favorecerse económicamente de los recursos que aún tiene nuestra amada tierra.
Y es que este gobierno es como la peste, porque por donde pasa solo deja destrucción. Las muestras de esta epidemia madurista están por todos lados. Ellos son capaces de secar cualquier árbol que dé frutos, solo por el provecho personal.
No hay que ir muy lejos ni revisar muy profundo para darse cuenta. Durante las últimas semanas hemos visto otro de los embates de la plaga madurista, cuando nos sorprendió a todos el precio al cual se elevó la divisa norteamericana en el mercado paralelo. Nunca imaginamos que el dólar iba a superar la barrera de los 4.000 bolívares en solo días. Hasta quienes se mostraban escépticos con respecto a este tema han expresado una seria preocupación ante las implicaciones que esto originará a la ya maltrecha economía venezolana.
Tan sencillo, como que el dólar en este momento no tiene techo en el mercado paralelo y el gobierno no parece inmutarse. No hay que ser un experto en la materia para pensar que detrás de esto hay un grupo de enchufados que engordarán más aún sus bolsillos haciendo negocios, ya que obtienen divisas preferenciales y luego las comercializan al precio del paralelo.
Pero, ¿cómo llegamos a esta carrera ascendente e indetenible del dólar?, debido a una serie de condiciones que caracterizan a la economía venezolana, como el control de cambio, la alta demanda en comparación con la poca oferta de la divisa y la falta de liquidez en bolívares.
Algunos especialistas coinciden que estamos en presencia de un fenómeno conocido como corralito, ya que los recursos están atrapados en el sistema, lo que corrobora la teoría de que no hay límite actualmente para el ascenso del dólar en el mercado paralelo, porque dependerá de la cantidad de bolívares que haya en nuestra Venezuela.
Pero como ya es la costumbre de este gobierno incapaz y corrupto, jamás aceptan su responsabilidad, y ahora nos salen con la mentira de que esta terrible devaluación que nuestra moneda está enfrentando se debe a la publicación del dólar paralelo en una página web.
¡Por Dios! El gobierno es el responsable de las decisiones económicas que se toman, por ende, los únicos culpables de la devaluación de nuestra moneda son ellos. Nuestra economía va en caída libre hacia un precipicio y como no se hagan los correctivos necesarios, en el año 2017 extrañaremos el 2016 pese a ser económicamente el peor año de la historia contemporánea de nuestro país.
Pero todo lo que estamos viviendo tiene que darnos más razones para luchar y lograr el cambio que tanto necesita nuestra Venezuela. No importa que estemos en diciembre, no podemos desconectarnos de lo que pasa. Debemos pensar cómo va a ser el 2017.
La gravedad de la crisis que enfrentamos afecta hasta los más optimistas, porque no solo estamos amenazados por un sinfín de problemas económicos, sino también por una descomposición social que amenaza con convertirnos en un país completamente anárquico.
La masacre que se cometió en contra de un grupo de jóvenes de Barlovento también debe llamarnos profundamente la atención, porque no es la primera vez que se produce una denuncia de violación a los Derechos Humanos por parte de la Operación Liberación del Pueblo (OLP), no en balde nuestro pueblo la llama la Operación Exterminio, y por algo militarizaron la morgue de Bello Monte para impedir que los familiares de los jóvenes asesinados tuvieran contacto con los medios de comunicación.
La situación es preocupante porque los números sobre ejecuciones policiales, detenciones arbitrarias y allanamientos ilegales han llegado a niveles sin precedentes. Nunca antes, ni en el Plan Unión de los 80, ni en las redadas de los Pantaneros de los 90, se había registrado una violación tan grave de Derechos Humanos como la registrada en la OLP.
Solo en 2015, se tiene reporte de más de 1.500 casos de presuntas violaciones de Derechos Humanos cometidos por policías y militares. Del total de violaciones, 1.396 fueron presuntas ejecuciones extrajudiciales o policiales, lo que constituye vulnerar el derecho a la vida.
Si estas no son razones para una profunda investigación, hay más, ya que entre los meses de enero y marzo de 2016, se presentaron 901 asesinatos debido a la acción de la OLP. ¿Dónde están la justicia y los tribunales?
Lo que está completamente estudiado y comprobado internacionalmente es que las ejecuciones extrajudiciales no bajan los niveles de criminalidad; por el contrario, este tipo de violación de Derechos Humanos socava cualquier institución judicial.
Con las ejecuciones extrajudiciales, el gobierno reconoce el fracaso de la acción policial, pero más preocupante aún de todo el sistema de justicia, incluyendo fiscalía, tribunales, jueces y penales.
Para muestra un botón, el índice de impunidad, reconocido por el Estado venezolano ante las Naciones Unidas, en el caso de las violaciones a Derechos Humanos, se ubica en 98%. Apenas 2 de cada 100 casos son investigados y sancionados.
Es una lucha titánica la que hacemos los venezolanos día a día: cada día luchamos contra un gobierno incapaz que hace cada vez más difícil la vida de nuestro pueblo.
Por eso, hoy más que nunca debemos mantenernos firmes y seguir luchando para alcanzar esa justicia social que todos soñamos, por una sociedad y un país más justo, donde la vulneración, privación o falta de derechos, sea cosa del pasado.
Somos millones los que queremos un país distinto, donde comer bien, ganar bien y dormir tranquilos, no sea solo una añoranza, sino una realidad. Para ello Venezuela nos necesita a todos, unidos. ¡Qué Dios bendiga a nuestra Venezuela!