¡Rompe el silencio! Karla Osuna habla sobre su experiencia en la cárcel: Éramos 17 hombres y yo
Desde el 2012 la modelo Karla Osuna enfrenta un proceso penal. Y en una entrevista exclusiva con el diario Panorama rompió el silencio de su caso.
Osuna mantenía una relación romántica con Emiliano Zapata, quien fue acusado de narcotráfico. Y asegura que se arrepiente de esa relación que le ha traído tantos problemas y que además, le ha acarreado el título de “narcomodelo”.
El 30 de noviembre del 2012, Emiliano Zapata huyó de la Penitenciaría General de Venezuela (PGV) en compañía de su socio, Eddy Blanco. Y dejó a la modelo enfrentando sola el caso, ella cuenta que desde ese día no supo más de él.
“Me hizo la vida imposible, porque después que ellos se fueron todo me cayó encima a mí. Después más nunca nada. No le guardo rencor. En estos momentos, en verdad, no me importa si ellos están presos o no. Ni me afecta, ni me va a beneficiar, ni me va a perjudicar. Lo único que me importa es salir yo, terminar con todo esto y no me importa qué pueda pasar con todo ese gentío”, declaró Osuna.
La modelo logró su libertad condicional hace más de dos años pero se mantiene bajo perfil. Mientras que está en espera de la decisión del tribunal que la acusó de tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, en la modalidad de ocultamiento, y de asociación para delinquir, en calidad de cómplice. Sin embargo, ella niega estar la versión oficial de los hechos y se declara “inocente”.
Durante la entrevista accedió a contar su versión de los hechos. Y explicó que se encuentra en un punto y aparte en su vida, sus sueños de trabajar en la televisión y proyecto de modelaje están paralizados mientras endereza su camino.
Con 21 años era la imagen de una empresa de bebidas alcohólicas y la moderadora del programa En Pelotas, de Intercable.
“Estaba demasiado feliz, hacía lo que me gustaba. Acababa de firmar contrato de imagen con una bebida de licor, en vallas publicitarias, era mi primer contrato grande. Ese jueves 20 de septiembre estuve todo el día trabajando. Ya a las 10:00 pm estaba viviendo tremenda pesadilla y tu vida es un caos”, afirma con un dejo de nostalgia, reseña Panorama.
A pesar de todo, afirma que no está dispuesta a dar explicaciones a todo el que se lo pida. “Solo Dios y yo sabemos que soy inocente”.
Asimismo, asegura estar arrepentida de su noviazgo con Zapata. “No salí con él por el yate o por el carro que él tenía, al final yo trabajaba y me podía comprar mis cosas. A veces pienso: ‘Si yo hubiera hecho algo malo, bueno, bastante que me lo disfruté, bastante que todo y ahora estoy pagando, pero no es así. No era que él me mantenía y yo tenía millones y millones y vivía en una súper casa, nada de eso.’”, expresó.
“Las personas no van por la vida preguntando cómo te ganas tu dinero, de dónde sacaste ese carro. Él tenía una constructora y era real, le habían dado unas obras en Maturín, yo fui, estaba remodelando unos colegios. Tenía todo para que jamás pensarás este tipo hace algo malo, ¿por qué iba a dudar de él? Ahorita aprendí que no debo meter las manos en el fuego por nadie”, reveló comentando que Zapata estaba casado cuando lo conoció.
Osuna se encontraba con Zapata al momento que fueron sorprendidos por un numeroso grupo de funcionarios del Cicpc en el hotel Montaña Suites, en Caracas. Ella desmiente categóricamente que hayan sido detenidos en una posada en Higuerote, como indica la versión oficial. De Caracas fueron trasladados hasta Higuerote, en Miranda. En un primer momento los investigadores le dijeron que investigaban un secuestro que involucraba a Zapata. Al día siguiente le dieron la versión de los 200 kilos encontrados en un vehículo del hombre.
Asimismo indicó que se la llevaron detenida diciéndole que se trataba de “trámite”. Nunca pensó que quedaría privada de libertad. Sus sitios de reclusión fueron el Inof y la cárcel de máxima seguridad de Coro. En Falcón, se apoyó en la amistad de los pranes del penal, entre ellos el mismo Oriente, quien lideró la toma del internado judicial de El Rodeo en el 2011.
“Éramos como 17 hombres y yo, cada uno en su celda. Conmigo fueron hombres súper respetuosos. Ellos pudieron haber matado, secuestrado, tendrán sus cuentas pendientes con Dios, pero conmigo se portaron bien. Eran los que me escuchaban llorando y me decían cálmate, no llores, cuando me daban esos ataques en los que me sentía que me estaba volviendo loca. Ellos eran los que me calmaban”, dijo Osuna.
De su experiencia en la cárcel dice recordar la dureza del lugar y la tristeza de su familia. En la actualidad, Karla Osuna tiene 24 años y una hija de año y medio. Y continúa esperando la decisión del caso para rehacer su vida.
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