Venezolanos viven entre la incertidumbre y el escepticismo ante la aproximación del USS Gerald Ford

Han pasado casi tres meses desde que se incrementaron las fricciones entre Venezuela y Estados Unidos. Los noticieros locales siguen el tema de cerca, aunque bajo la mirada oficial y con las versiones de Caracas dominando la pantalla, mientras las declaraciones de Washington apenas se mencionan. El régimen de Nicolás Maduro sigue de cerca lo que se dice en los medios nacionales, cuidando cada palabra. Y haciendo llamados de atención cuando se salen de esa línea.
Al margen de esa línea editorial, las redes sociales estallan. Allí abundan los llamados “influencers” que, desde mediados de agosto, aseguran que se aproxima un cambio político de forma inminente. Lo dicen sin pruebas claras, entre rumores y generando muchas expectativas en algunos sectores.
Todo ocurre mientras buques de guerra estadounidenses patrullan el Caribe, en una operación que, según Washington, busca frenar el narcotráfico. Maduro, por su parte, sostiene que detrás de ese despliegue hay otro propósito: un intento de derrocar su gobierno.
La presencia del portaviones USS Gerald R. Ford se suma ahora a esa flota en el área de operaciones del Comando Sur de Estados Unidos, que abarca gran parte de América Latina, según confirmó la Marina estadounidense esta semana.
En las calles de Caracas, el tema está en las conversaciones, se refleja entre miedos, escepticismo y opiniones diversas.
En la urbanización El Rosal, una zona de oficinas en pleno mediodía, Frank Molina, un preparador físico, caminaba bajo el sol. Dice que ya tiene claro qué haría si la situación con Estados Unidos llegara al punto de la confrontación.
“Nosotros somos venezolanos y moriremos con las botas puestas”, afirma con convicción, convencido de que, pase lo que pase, defenderá a su país “hasta la muerte”.
Unos metros más adelante una mujer de la tercera edad, que pide mantener su nombre en reserva por temor a represalias, tiene una opinión muy diferente. Cree que “es necesaria la ayuda de Estados Unidos” para que Venezuela pueda salir de la situación actual. Teme que su opinión le pueda generar consecuencias como ir a la cárcel. En los últimos meses organizaciones no gubernamentales como Provea han denunciado que personas han sido detenidas por expresar ideas críticas al gobierno en sus redes sociales. El régimen de Maduro niega que se limite la libertad de expresión en Venezuela.}
Via lapatilla