Operativos de Estados Unidos en el mar Caribe son catalogados por Rusia como «caos legal»

 

Rusia elevó el tono de sus críticas contra Estados Unidos al denunciar lo que calificó como un “caos legal” en el mar Caribe, tras la incautación de al menos tres petroleros venezolanos por parte de autoridades estadounidenses.  

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, afirmó que estas acciones representan un resurgimiento de prácticas que deberían estar desterradas, como la «piratería» y «apropiación ilegal de bienes», en un contexto de creciente presión internacional sobre Nicolás Maduro.  

BLOQUEO NAVAL 

Mientras tanto, el contingente militar de Estados Unidos permanece desplegado cerca de las costas venezolanas, con el objetivo de establecer un bloqueo naval que limite la salida de petróleo, así como seguir atacando con bombardeos a embarcaciones cargadas, según Washington, de drogas.  

De hecho, según reportes de medios estadounidenses, Estados Unidos sigue persiguiendo al “petrolero fantasma” que se acercaba a las costas de Venezuela y huyó para no ser capturado.  

Se trata del El Bella 1, un petrolero de dimensiones superiores a cualquier embarcación de la Guardia Costera de EEUU, que logró eludir el bloqueo impuesto por Estados Unidos a buques sancionados que operan en aguas cercanas a Venezuela.  

Señalado por Washington de transportar crudo hacia organizaciones catalogadas como terroristas, el navío ejecutó una maniobra inusual el fin de semana. Se reportó que viró abruptamente, rechazó ser inspeccionado y se alejó a gran velocidad de la costa venezolana. 

Tras más de cinco días de seguimiento, tanto la Guardia Costera como el ejército estadounidense han incrementado su presencia y capacidad operativa para intentar abordar la nave por la fuerza, según fuentes oficiales.  

Entre los recursos desplegados se encuentra un Equipo de Respuesta Especial Marítima, una unidad de élite entrenada para intervenir embarcaciones consideradas hostiles, de acuerdo con información publicada por The Wall Street Journal. 

Vía caraota