La vida dentro del USS Gerald Ford, el portaaviones más grande del mundo

“Emocionante, intensa y a la vez estrecha”. Tres palabras para describir la vida en el portaviones más grande -“y letal”- de Estados Unidos y del mundo: el US Gerald R. Ford.
“Lo más raro de vivir en un portaviones es lidiar con la falta de espacio. No tenemos mucho espacio para nuestras pertenencias personales”, afirma el suboficial de primera clase Preston Moller, de De Pere, Wisconsin, a quien citan en www.tmj4.com.
Trabajo exigente
En la embarcación, Moller cuenta que tiene un trabajo fuerte: “Tengo un trabajo bastante exigente aquí en el barco, gestionando las plantas de energía nuclear y todo lo demás”.
Explica que es maquinista nuclear de primera clase en el Gerald Ford, cuya construcción “demandó más de 13.000 millones de dólares y fue desarrollada por la división Newport News Shipbuilding, del grupo Huntington Ingalls Industries”, informan en MDZ Online.
La especialidad del suboficial de Wisconsin “son los sistemas de fluidos a bordo de las plantas de reactores. Dirige un equipo que supervisa todos los sistemas de vapor, genera agua potable y gestiona los sistemas de lubricación de las turbinas y las hélices”.
¿Eso qué quiere decir? Moller señala que en el portaviones “todo, desde cada descarga del inodoro hasta cada vaso de agua que bebemos, lo hacemos aquí a bordo con agua de mar”.
Una ciudad en el portaviones US Gerald Ford
Pese a que, según Moller, hay que “lidiar con la falta de espacio”, el portaviones es “enorme”.
Es el buque de guerra más grande y tecnológicamente sofisticado que Estados Unidos haya construido.
Lo compara con una ciudad en miniatura con aproximadamente 5.000 habitantes viviendo en ella mientras navega. Esas personas duermen en literas.
«Tiene capacidad para 75 aviones», apunta.
El suboficial de primera clase destaca que en el portaviones -cuya eslora es de 1.106 pies (337 metros) y tiene un desplazamiento de 100.000 toneladas- cuentan con:
Una cafetería.
Áreas de descanso.
Tiendas generales.
Gimnasio.
Lugares para ver películas.
Espacio para videojuegos.
Los amantes del fútbol americano no se pierden los partidos de la NFL (National Football League), porque Moller dice que inflan una pantalla gigante en el hangar para ver los encuentros.
Por El Universo