Asesinó a sus tres hijos mientras les cantaba canciones de cuna para ahogar sus gritos en Arizona

Rachel Henry y Pedro Ríos terminaron viviendo en las calles con sus tres hijos poco después de mudarse a Arizona a finales de 2019. La pareja y los niños —Zane, de 3 años; Maraya, de 2; y Catalaya, de 7 meses— inicialmente se habían instalado en casa de Pearl Rebolledo Velazco, tía de Pedro, tras llegar desde Nebraska. Sin embargo, Pearl dijo a la policía que se cansó de su comportamiento y del supuesto robo cometido por Rachel, por lo que decidió expulsarlos.
Aunque mantuvo su decisión por cinco semanas, Pearl explicó que, con la llegada del invierno y el descenso de las temperaturas, comenzó a temer por la seguridad de los niños y por la capacidad de la pareja para cuidarlos en la calle. Finalmente, les permitió regresar, sin imaginar lo que ocurriría después.
El 20 de enero de 2020, Pearl llamó a las autoridades para reportar que “tres niños menores de tres años fueron encontrados muertos” dentro de su vivienda, según un informe del Departamento de Policía de Phoenix. Cuando los oficiales llegaron, confirmaron que los tres pequeños habían fallecido y de inmediato centraron su atención en los adultos que vivían allí.
Esa misma noche, Pearl, Rachel y Pedro fueron llevados a la sede policial. Pearl explicó a los detectives que estaba cuidando a los niños por ser familia paterna y que Pedro vivía con ella junto a su novia Rachel, la madre de los menores. También aseguró que Rachel tenía tendencia a robar y comentó en repetidas ocasiones que creía que los niños habían muerto por haber sido sobremedicados. Sin embargo, los detectives descubrirían pronto que la causa era otra.
Luego, según el informe, mató a Zane, de 3 años. Rachel relató que el niño intentó defender a su hermana, pataleando, diciendo “no” y golpeándola. Tras asfixiarlo, también lo envolvió en una manta y lo colocó en el sofá frente a Pedro, quien creyó que los niños dormían.

Vía lapatilla