Escasez de anticonceptivos en Venezuela obliga a otras alternativas para tener sexo protegido

Escasez de anticonceptivos en Venezuela obliga a otras alternativas para tener sexo protegido | Referencial

Escasez de anticonceptivos en Venezuela obliga a otras alternativas para tener sexo protegido | Referencial

La escasez se metió en la cama y enfría las sábanas de los tórtolos. En el país que guarda la mayor reserva petrolera del mundo, millones de jóvenes han sentido el rigor de la falta de anticonceptivos y ello ha mudado sus hábitos y les ha obligado a buscar con desespero alternativas para un sexo protegido.

En un artículo publicado por Univisión, relatan la historia de Natalia, quien tuvo que hacer cacería en cuanta farmacia 24 horas apareció en el camino. Hoy el trayecto le resulta borroso, pero esa noche recorrió en taxi junto a su pareja cinco o seis establecimientos en búsqueda del anticonceptivo del “día después”.

Todo había virado en pesadilla. Era la cuarta cita y ambos habían terminado en un hotel de Sabana Grande, zona de Caracas conocida por las opciones económicas para los amantes. Allí ocurrió el accidente: el preservativo de él falló y ella estaba ovulando.

La respuesta que recibió fue invariablemente la misma en las farmacias. El producto estaba agotado. Lo halló mes y medio más tarde, pero para entonces, y después de un retraso de varias semanas que le ocasionó el susto de su vida, la menstruación ya había regresado.

Ante tal situación, los venezolanos se amparan en rituales de abstención, poses sin penetración, retiro previa eyaculación o una planificación atada a la frecuencia menstrual.

Preguntar por pastillas anticonceptivas en una farmacia se ha convertido en un chiste de mal gusto. “No hija, desde hace tiempo que no llegan”, responde el responsable de un establecimiento en El Valle, una zona popular al sureste de Caracas.

Los ciclos de ventas son irregulares y discontinuos y por eso quien busca las píldoras tiene que multiplicarse para hacerles seguimiento. Las pocas que llegan se acaban pronto.

Por otro lado, la irregularidad en la distribución de preservativos inició a mediados de 2014, pero no fue sino a principios del año siguiente cuando medios nacionales e internacionales reseñaron que la escasez se había acentuado. La primera alarma fue de Bloomberg: “Caja de 36 condones cuesta en Venezuela igual que un iPhone en USA”. Un día más tarde, CNN publicó el reportaje “La escasez toca la intimidad de los venezolanos: ahora faltan condones”; seguido de “Preservativos, un lujo escaso”, del diario español El Mundo.

A principios de 2016, 11 de 24 estados reportaban escasez de condones, hasta que a mediados de ese año la situación se reguló. Marcas nuevas y económicas inundaron el mercado. Los desconfiados todavía encuentran las tradicionales, pero resultan dos o tres veces más costosas.


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