Lula da Silva: Mi esposa murió triste por las maldades que sufrió
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo hoy que su esposa, Marisa Leticia Rocco, que murió esta semana tras pasar nueve días en coma por un derrame cerebral, falleció triste por las maldades que sufrió en los últimos días.
EFE
El ex jefe de Estado, en un breve discurso que pronunció al final del velatorio de su esposa, se refirió a los procesos abiertos por la Justicia en su contra, en tres de los cuales su mujer también figuraba como procesada, y declaró la inocencia de ambos.
“Marisa murió triste por la canallada que hicieron con ella y por las imbecilidades y maldades que sufrió”, aseguró el exmandatario al referirse a las denuncias contra su esposa, acusada también de haberse beneficiado de la gigantesca red de corrupción en el seno de la petrolera estatal Petrobras.
Lula insistió en declarar su inocencia y dijo esperar que los acusadores pidan disculpas por lo que hicieron.
“Tengo 71 años y voy a vivir mucho. Espero, y quiero probar que los facinerosos insinuaron ligerezas contra Marisa, que tengan la humildad de pedirle disculpas”, afirmó durante el velatorio realizado en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, ciudad en el cinturón industrial de Sao Paulo en donde la pareja se conoció hace 44 años y donde residía.
Lula, que ha admitido la posibilidad de disputar las elecciones presidenciales de 2018, es acusado de haber recibido ventajas de empresas que se adjudicaron irregularmente contratos de Petrobras, como un apartamento en la playa y una casa de campo cuya propiedad es atribuida a la pareja.
“Quiero decir que este que está enterrando a su mujer no es alguien con miedo de ser detenido. Tengo la conciencia tranquila. Tengo certeza de la conciencia y del trabajo de mi mujer. No me corresponde probar que soy inocente. Son ellos los que tienen que probar que las mentiras que están contando son verdades”, aseguró.
“Querida compañera Marisa: descanse en paz porque su ‘Lulinha paz y amor’ (en referencia a un eslogan usado en una de sus campañas electorales) va a seguir peleando mucho”, agregó.
El velatorio de la esposa del exmandatario atrajo a cientos de admiradores y a decenas de políticos, principalmente de izquierda y entre los que destacó la expresisenta Dilma Rousseff, sucesora y ahijada política de Lula.
El aún considerado como presidente más carismático en la historia de Brasil recordó en su discurso que su esposa participó en la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) y que vendía banderas en la calle para recaudar fondos para financiar la formación que se convertiría en la mayor de izquierda de América Latina.
“Ella iba a una plaza con otras compañeras para vender banderas para ayudar a construir el partido que la derecha quiere destruir”, dijo.
La muerte de la ex primera dama a sus 66 años fue confirmada el viernes de manera oficial por el Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, donde se encontraba ingresada desde el pasado 24 de enero por un derrame cerebral.
Parlamentares del Partido de los Trabajadores anunciaron la muerte la víspera, con el consentimiento de Lula, pero el centro médico, por las exigencias legales, tan solo “constató” el óbito el viernes, tras finalizar una serie de protocolos.
La ex primera dama conoció a Lula hace 44 años en la sede del Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernado do Campo cuando acudió al mismo para recoger documentos que le ayudaran a completar las exigencias para solicitar su pensión como viuda.
En 1974, un año después de conocerse, Rocco contrajo matrimonio con Lula, que también era viudo, y participó junto a su marido en la fundación del PT, en 1980, junto a un centenar de sindicalistas e intelectuales de izquierdas.
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