¡Tipo película! En silla de ruedas escapa “Meteoro”, el experto en fugas
“¡Volvió a hacerlo!”, es el título que se esparce como pólvora sobre la nueva fuga de Víctor Ignacio Suárez, de 43 alos de edad, mejor conocido como “Meteoro”, quien se encontraba recluido en el penal Almafuerte, Argentina.
Aparentemente, y como si esto se tratara de una escena de película, Meteoro escapó en silla de ruedas luego de recibir una visita en el penal de máxima seguridad.
Según información del diario El Clarín, el día de ayer las autoridades notaron la ausencia de Suárez, e inmediatamente realizaron la inspección en todos los pabellones.
Las cámaras de seguridad muestran a un hombre sentado en una silla de ruedas, con varios bolsos y otro que lo traslada. Al parecer, la silla estaría modificada para llevar a otra persona por debajo del asiento. También se habrían utilizado los bolsos para ocultarlo y lograr pasar los controles.
Estaba condenado a pasar 4 años y 6 meses en prisión, después de un juicio por estafas reiteradas durante el año pasado. Le faltaban dos años para cumplir su condena.
Tras la fuga se emitió un comunicado del gobierno provincial: “Autoridades del servicio penitenciario provincial informaron que una vez finalizado el análisis del accionar del personal y de las cámaras de seguridad del complejo, se ha determinado pasar a disponibilidad a 3 jefes, y al encargado de controlar el ingreso y egreso de la visita al módulo en donde se encontraba alojado Suárez”.
Los pases a disponibilidad afectan al jefe de accesos de visitas, al de turnos, al jefe del módulo donde estaba alojado “Meteoro” y al encargado de requisas. Estas cuatro personas pasaron a disponibilidad independientemente de las otras investigaciones que llevan adelante la Inspección General de Seguridad y la Justicia.
Trayectoria de fugas
La primera vez que escapó fue en 2013, de una alcaidía de Rosario, donde estaba detenido por estafas. Volvió a fugarse en agosto de 2014, como en una película, “Meteoro” ideó una coartada con un cómplice, que ocupó su lugar en la celda, mientras él huyó caminando por el sector de visitas del más antiguo penal mendocino, la cárcel de Boulonge Sur Mer.
El último intento de escape había sido en octubre de 2016, cuando usó una increíble máscara de látex con la cara de un anciano, anteojos, bufanda, vendas y un bastón. Pero esa vez fue descubierto por un guardia a metros de tomar la calle.