Hacinamiento llegó al límite en Policía de San Joaquín (+Fotos)

Hacinamiento llegó al límite en Policía de San Joaquín | Foto: Cortesía

De acuerdo a un artículo publicado en Notitarde, se conoció la precaria situación en la que se mantienen los reclusos en la sede de la Policía de San Joaquín, la cual ya no da abasto para albergar más reos.

Estas personas conviven en situación de hacinamiento a tal extremo, que tienen que  dormir unos sobre otros, según lo comenta el director de Poli-San Joaquín, Antonio López.

En este centro de reclusión, se mantienen 80 personas (77 hombres y 3 mujeres), quiénes están condenados a una desdicha en la que pasan hambre, pudiéndose notar en algunos casos, anorexia forzosa.

López admite ésta situación, por lo que comentó que sus reclusos pasan, “más hambre que un ratón de ferretería”.

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“Ése es otro grave problema que tenemos. Sus familiares ya no les traen comida porque ni siquiera tienen en sus casas, la situación está muy difícil para ellos”, dijo.

López explicó que la sede policial situada en la avenida Bolívar del municipio carece de la logística necesaria para albergar a tantos presos. La multitud condujo a los funcionarios a improvisar algunos espacios para los procesados.

“He pensado abandonar mi oficina para meter allí más presos. Es que todo ello atenta contra los más elementales”, expresó con gran preocupación.

Ante esta situación el también abogado y criminólogo, se mostró alarmado por lo que le pueda suceder a los funcionarios a cargo de la custodia de los reos, ya que según comenta “se han conocido casos de policías que han sido degollados por los presos”

Por otra parte, reconoció que la desmedida aglomeración acarrea dramáticas consecuencias, no solo respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad sino también en cuanto al acceso a actividades de rehabilitación.

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En un estrecho y reducido pasillo de 50 centímetros de ancho por dos metros de largo permanecen constreñidos 19 presos, estancia que los familiares de los detenidos bautizaron como “el corredor de la muerte”.

En otra improvisada celda de cuatro metros cuadrados se encuentran embutidos 14 procesados y en el calabozo más amplio, de 16 metros cuadros resisten 44 reos.

Los presos más afortunados logran pernoctar en chinchorros, otros han improvisado hamacas con sábanas dobladas y el resto duerme en cartones. Ninguno dispone de una higiénica cama.

Vale mencionar que Antonio López comparte la preocupación del Defensor del Pueblo, Tarek William, quien en reiteradas ocasiones ha sido eco de esta situación de hacinamiento que se viven en los centros de reclusión del país, haciendo enfásis en la salud de los detenidos.

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