¡INHUMANO! Muere por desnutrición joven detenido en destacamento de la GNB

José Antonio Álvarez Castillo (24), recluido en el Destacamento 312 de la GNB, falleció a causa de una desnutrición severa y un síndrome diarreico.

José Antonio Álvarez Castillo (24) falleció a causa de una grave desnutrición | Foto: AVN

José Antonio Álvarez Castillo (24) falleció a causa de una grave desnutrición | Foto: ACN

La noche del pasado miércoles José Antonio Álvarez Castillo, de 24 años de edad, falleció luego ser haber sido trasladado al hospital de Araure, estado Portuguesa, por desnutrición severa y síndrome diarreico.

Álvarez, un joven ayudante de albañilería, se encontraba desde el mes de mayo recluido en los calabozos del Destacamento 312 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), en Araure.

Según explicó su padre, Juan Antonio Álvarez, el joven fue detenido por los funcionarios castrenses el 3 de mayo de este año.

“Él estaba en la casa durmiendo, cuando ingresaron y se lo llevaron, pensamos que era por otra situación, pero al final lo terminaron señalando de ser integrante de una banda delictiva, conocida como ‘los Brujitos’, cuando no tenía nada que ver con eso”, explicó.

El pasado 2 de julio, tras presentar síntomas de desnutrición, fue trasladado desde el D-312 hasta el hospital, junto a tres privados de libertad más con patología similar.

El padre del ahora occiso junto a su hija de nombre Yari Álvarez, denunció que el muchacho fue sometido a tratos inhumanos durante su reclusión.

“En la Guardia no permiten visitas, sólo que se le lleve comida y agua, y el domingo cuando fuimos nos informaron que lo habían trasladado al hospital. Al llegar allí, nos enteramos que no lo querían atender los médicos, pero finalmente comenzaron a colocarle soluciones, pero mi hijo ya estaba muy mal”, señaló.

Explicó que desde entonces estuvieron pendientes de su salud, pese a que los funcionarios no dejaban que el joven fuese visitado por su familia.

“Los funcionarios que están allí no permitían que ni siquiera su mamá lo visitara, porque estaba prohibido. En un momento de conciencia que tuvo mi hijo, nos dijo que la comida y el agua no se la pasaban, y que siempre los estaban amenazando“, agregó.

Además, denunció que los guardias —sin importarles el estado del joven— seguían amenazándolo.

“Durante estos días que estuvimos en el hospital con mi hijo, observamos como los mismos funcionarios lo estuvieron amenazando, de hecho él se asustaba cuando los veía”, dijo.

 

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