“Mamá, te amo pero ya no aguanto más. Ya deseo lo peor”: duras palabras de uno de los adolescentes detenidos en Venezuela
hecho de que un adolescente encarcelado considere acabar con su vida resalta la profunda injusticia que enfrenta. Este es el caso de al menos dos jóvenes detenidos en Valencia durante las manifestaciones poselectorales. Ambos compartieron con sus padres que, tras haber sido torturados y al darse cuenta de que su liberación no será pronta, sienten que ya no tiene sentido seguir viviendo.
Los padres de estos jóvenes se esfuerzan por mantener su ánimo y hacerles sentir acompañados en este difícil proceso, aunque no es una tarea fácil. En Caracas, durante una protesta el 3 de octubre, otras dos personas mencionaron que sus familiares también habían considerado el suicidio debido a su arresto injusto, reseñó el portal Efecto Cocuyo.
“Hoy visité a mi hijo. Solo me dieron cinco minutos porque él tuvo un episodio suicida. Me dijo: ‘Mamá, te amo, pero ya no aguanto más. Quiero matarme’. Ha pasado por una experiencia horrible. Allí lo han maltratado mucho. No tenemos visitas frecuentes como en otros lugares; aquí solo es una vez a la semana y solo por 15 minutos”, relató María, madre de uno de los adolescentes detenidos en Valencia, un joven de 16 años, estudiante y practicante de boxeo.
En total, siete adolescentes de Valencia han ido a juicio. Enfrentando cargos como terrorismo, incitación al odio, obstrucción de vías y resistencia a la autoridad. Todos fueron arrestados durante las protestas postelectorales.
A más de dos meses de detención, los familiares de los adolescentes encarcelados en Valencia decidieron romper el silencio y hablar con los medios, luego de que sus esperanzas de que los liberaran se desvanecieran el miércoles 2 de octubre, cuando los siete jóvenes fueron llevados a juicio.
La jueza Keidimar Ramos Castillo, del Tribunal 2 con competencia en terrorismo, no concedió la excarcelación. En su lugar, presentó dos opciones a los adolescentes: declararse culpables de los cargos y cumplir una condena de seis años y ocho meses, o arriesgarse a un juicio con el que podrían terminar con la pena de 10 años, que pide la fiscalía.
Los jóvenes se mantuvieron firmes y no aceptaron los cargos. Ahora se enfrentarán a un juicio sin transparencia.
“Nosotros solicitábamos una medida cautelar. Estos chicos son deportistas, estudiantes, músicos. Cuentan con el apoyo de sus padres. Nunca han cometido un delito, pero están siendo objeto de un ataque injustificado, y eso es lo que más nos duele, porque nuestros hijos son inocentes”, comentó Andrea, madre de un joven que fue detenido a los 15 años en julio y que cumplió 16 en la cárcel.
“Tenía la esperanza de llevar a mi hijo a casa. Le compré útiles escolares, zapatos y ropa para que comenzara su quinto año. Ahora me dicen que debo pelear un juicio por un niño que no hizo nada. Esto nos está volviendo locas. Mi hijo dice que no quiere vivir. Mi hijo asegura que es inocente”, relató entre lágrimas Andrea en una conversación con los medios.
Con información de Efecto Cocuyo.