El lado oscuro de la devoción: Yolanda Saldívar y el asesinato de Selena
El trágico asesinato de Selena Quintanilla a manos de Yolanda Saldívar, sigue siendo uno de los crímenes más comentados en la historia de la música latina.
Más allá del impacto en la industria y el dolor de sus fans, el caso ha generado un intenso debate sobre la psicología de Saldívar y los motivos que la llevaron a cometer semejante acto.
Si bien un diagnóstico preciso solo podría establecerlo un profesional tras una evaluación exhaustiva, diversos testimonios y análisis del caso apuntan a un posible trastorno de personalidad.
Este estaría caracterizado por conductas obsesivas, posesivas y controladoras.
Una historia de amistad posesiva
La relación entre ambas mujeres, inicialmente marcada por la admiración mutua, evolucionó hacia una dinámica tóxica.
En ella, Saldívar parecía obsesionada con Selena, llegando a desarrollar una dependencia emocional enfermiza.
Los celos, la pérdida de poder y el descubrimiento de irregularidades financieras son algunos de los factores que, según expertos, podrían haber desencadenado la violencia.
Rasgos oscuros
Medios como Infobae se dedicaron a rastrear algunas características psicológicas de Saldivar. En un trabajo especial detallan un supuesto complejo de inferioridad.
Un análisis de la grafóloga María Fernanda Centeno sugiere que Yolanda presenta rasgos de inferioridad y trastornos obsesivos, lo que la podría llevar a intentar lucrar con la imagen de la cantante fallecida al salir de la cárcel.
Centeno destaca que su escritura revela una mente enferma y problemática.
Otros expertos han señalado a diferentes medios que Yolanda Saldivar presenta rasgos de psicópata integrada.
Esto tras señalar en unas declaraciones que al salir de la caŕcel le gustaría trabajar para Shakira.
La psicóloga clínica Karen García Garcia identifica en Saldivar a una narcisista psicópata. Una mujer que no siente remordimiento por el crimen cometido.
El caso de Selena y Yolanda Saldívar sirve como un sombrío recordatorio de los peligros de las relaciones tóxicas y la importancia de establecer límites saludables.