Asimismo, los organismos vivos, incluidos los seres humanos, necesitan energía para que sus órganos funcionen y puedan realizar todo tipo de actividades, como respirar, comer, reír, e incluso, llorar.
En el esoterismo también se habla de la energía, pero desde una perspectiva más astral. Se cree que cada ser vivo posee diferentes tipos de energía en su interior, las cuales, pueden ser tanto positivas como negativas.
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Aparentemente, las personas que rodean a un individuo pueden “sentir” sus vibraciones, lo que influye en el tipo de relación que se genera entre ellos.
De acuerdo con el portal web ‘Psicología y mente’, los vampiros energéticos son aquellos que debilitan el estado emocional del otro sacando a flote actitudes de pesimismo, egocentrismo, narcisismo, inmadurez y falta de empatía.
De manera consciente o inconsciente, estos individuos sustraen la energía y el buen ánimo de los demás generando estrés y fatiga emocional.
El sitio de internet de ‘Psicología y mente’ dicta una lista de patrones para identificar a esos vampiros energéticos y tomar distacia de ellos.
- Conversaciones egocéntricas: solo hablan de sí mismos, sus problemas y dramas.
- Negatividad y victimismo: ven el mundo de forma negativa y se victimizan constantemente.
- Drama y conflictos: disfrutan creando drama y conflictos en sus relaciones.
- Manipulación emocional: utilizan la culpa, la lástima o la adulación para obtener lo que quieren.
- Te agotan: tras interactuar con ellos, usted se siente drenado y emocionalmente agotado.
- Falta de empatía: les cuesta ponerse en el lugar de los demás y comprender sus sentimientos.
