La impactante historia de Liza Rodman: su niñero la llevó a un misterioso “jardín secreto” a los 9 años y lo que encontró la dejó perpleja y decepcionada

Liza Rodman, fue llevada al “jardín secreto” de su niñero, Antone Charles “Tony” Costa, cuando tenía 9 años. Ella quería conocer el lugar pues le atraía la jardinería gracias a que su abuelo era agricultor y le había enseñado sobre el cultivo de tomates y lechugas; sin embardo, cuando llegó al jardín del niñero en los bosques de Truro, Massachusetts, se sintió confundida y decepcionada.

“Lo primero que realmente me vino a la mente fue: ‘¿Qué tipo de jardín es este? ¿Qué estamos viendo?’”, señaló Rodman sobre aquel momento.

Pero no fue sino hasta 2005 que descubrió que su amado niñero era, en realidad, un asesino en serie y que aquel preciado jardín era el cementerio de sus víctimas.

El descubrimiento es el tema de “La niñera: mis veranos con un asesino en serie”, un libro de Rodman y su amiga de toda la vida, Jennifer Jordan.

Rodman reconoció que no había pensado en el niñero por muchos años, pero en 2005 tuvo un sueño perturbador que lo trajo de vuelta a su memoria.

Costa fue su cuidador favorito en la década de 1960, era atractivo, encantador y divertido; sin embargo, en su pesadilla él la empujaba por un pasillo y le ponía un arma de fuego en la cabeza

“Había tenido muchos de estos sueños increíblemente violentos, pero siempre eran con un hombre anónimo armado de alguna manera. Así que cuando soñé con Tony y vi su rostro, supe que significaba algo importante”, contó Rodman en una entrevista.

Ahora, con 61 años, le preguntó a su madre qué había ocurrido con su querido niñero.

“Fue uno de esos momentos en los que todo se desacelera, como si hubieras tomado malas drogas”, describió.

Mencionó que su madre, mientras tomaba ginebra, le contestó calmada: “Bueno, recuerdo que resultó ser un asesino en serie”.

Rodman se asombró por la forma despreocupada con la que su madre le contó cómo terminó su niñero.

La mujer tenía vagos recuerdos de una serie de asesinatos en Provincetown, Massachusetts, donde su familia había pasado los veranos a finales de la década de 1960, la producción documentó cosas aterradoras sobre chicas desaparecidas, tumbas poco profundas y cuerpos desmembrados; sin embargo, no sabía que Tony estaba relacionado con todo eso.

De niña, Rodman lo veía como una figura protectora, como uno de los pocos adultos que la había tratado con amabilidad siendo una niña, ese hombre pasó mucho tiempo con ella y con su hermana menor, Louisa, las llevaba a comer helados, paseaban con él en su camioneta y hasta las llevó a ver su “jardín secreto” en los bosques.

“No podía creerlo. Tony era uno de los pocos adultos que parecía disfrutar estar con nosotros. Nunca levantaba la voz. Era realmente gentil”, dijo Rodman, quien decidió investigar más sobre el niñero.

Con información de Infobae.

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