El exorbitante salario que el americano medio necesita para vivir bien en Estados Unidos
En los meses preelectorales, los consumidores en Estados Unidos han sido algo más cautos con sus gastos. Se empiezan a ver señales de enfriamiento de la economía y del mercado laboral y, según el último pulso tomado por el banco de inversión Morgan Stanley, el 23% de los consumidores espera que en los próximos seis meses sus finanzas personales se deterioren. Es una lectura mejor que la del mes anterior (25% tenía ese mal presentimiento) pero ¿hay alguna cantidad de ingresos que deje tranquilidad en los hogares? Sí. La cifra mágica es algo más de 186.000 dólares al año.
Es la conclusión a la que llegan los especialistas en finanzas personales de Bankrate tras la encuesta sobre libertad financiera hecha para entender qué necesitan los hogares no para vivir en la opulencia, sino para sentirse cómodos y sin inseguridades. Esta es una cantidad media —los latinos la dejan en 173.000— que se aleja y mucho de los 79.000 dólares anuales, que, también como media, ganan anualmente los trabajadores, según cifras del Censo. Para sentirse ricos, la cifra sube a 520.000 dólares.
Esta misma encuesta se hizo el año pasado y para vivir cómodamente entonces se necesitaba un 20% más que en 2024, pero para encontrarse entre los más afortunados un 8% menos. Es decir, que la seguridad está algo más cercana este año, pero sentirse rico es algo más caro.
Dejando a un lado las fortunas, solo el 6% de los entrevistados gana una cifra que ronda lo que permite vivir con seguridad. Sin embargo, un buen porcentaje mantiene el optimismo: dos de cada cinco personas creen que en algún momento llegará a 186.000 dólares al año. Mientas, el 18% se resigna a que es algo a lo que nunca va a llegar.
En 2022 se llegó a una inflación que no se había vivido en cuarenta años y ha dejado muy elevados los precios tanto de lo necesario como de lo accesorio, por más que la presión al alza se esté moderando. Los salarios han aumentado, pero necesidades como la vivienda han disparado su precio y comprar una casa ahora es más difícil que nunca y no solo por el alto costo de las hipotecas, sino por el elevado precio de las propiedades en un mercado con escasa oferta. El PIB ha salido con fuerza del shock de la covid, pero el crecimiento de la economía, los continuos récords bursátiles y el casi pleno empleo no levantan las sombras que proyectan los precios sobre la percepción de la marcha del país.