Revelan más detalles escalofriantes del caso de «Rebeca García» que sacude a Venezuela (+Videos)

Rebeca García es una residente de El Hatillo que ha sido señalada como presunta acosadora por varios vecinos de la zona

El caso “Rebeca García” vinculado a presunto acoso sexual a mujeres, mantiene en zozobra a la comunidad de El Hatillo, en Caracas, y asombrada a los usuarios en redes sociales.

Tras la denuncia de Anny de Trindade, una comunicadora social que emitió una denuncia en sus redes sociales en la que expone el acoso sexual del que ha sido víctima por parte de una ciudadana a la que identifica como ‘Rebeca García’, a quien describe como “una mujer dedicada a acosar mujeres inocentes”, han sido muchas más las que han aparecido en la red social X contando su terrible experiencia con esta ciudadana que, aparentemente, presenta problemas mentales.

¿Quién es ‘Rebeca García’?

Rebeca García es una residente de El Hatillo que ha sido señalada como presunta acosadora por varios vecinos de la zona. Según los testimonios recopilados, García habría estado hostigando a varios vecinos, haciendo llamadas molestas, difundiendo rumores malintencionados, hostigando en redes sociales y haciendo acto de presencia en casas, estacionamientos y lugares privados sin ser invitada, en actitud irregular.

El caso de Rebeca García ha generado gran incomodidad y malestar en la comunidad de El Hatillo, provocando que varios de los afectados hayan tomado medidas legales en su contra.

Hasta el momento, el caso sigue en ebullición en redes sociales y se espera que se llegue a una solución justa para todos los involucrados.

Más denuncias

Coco Aguirre, identificada en la red social como @couquirou emitió una denuncia sobre el acoso que ha vivido por parte de Rebeca García. Esta denuncia ha generado gran conmoción en la comunidad debido a la gravedad de los eventos descritos por Aguirre.

Según la denuncia de Coco Aguirre, el acoso por parte de Rebeca García ha persistido durante más de 7 años, llegando inclusive a invadir su espacio seguro al llegar hasta la puerta de su casa. Aguirre ha dejado en claro que jamás tuvo ninguna relación amistosa, ni mucho menos amorosa con García, y que el acoso inició de manera paralela a una amistad en común que tuvo que dejar el país debido a la situación.

“Rebeca es 5 años mayor que yo y estudiamos en el mismo colegio y jamás en lo poco que pudimos coincidir hablé con ella”, explica Coco en su publicación.

El acoso de Rebeca García ha incluido actividades que han ido escalando con el tiempo, desde gritar frente al edificio de Aguirre, enviar mensajes de texto y correos electrónicos, llenar de graffitis la calle con el nombre de Aguirre, hasta intentar forzar la entrada a su hogar y crear cuentas falsas con su nombre en redes sociales, entre otras acciones perturbadoras.

“El acoso de Rebeca hacia mí inició a la par con una amiga, quien tuvo que irse del país por la situación. Empezó averiguando donde vivíamos, nuestros números de teléfono, nuestros correos. A partir de ahí todo empezó a escalar, en mi caso venía esporádicamente a gritar frente a mi edificio, me mandaba mensajes de texto y correos (nada parecía ser muy peligroso)”.

«En el 2020, año de la pandemia, el acosó de Rebeca incrementó. Vino casi diariamente a mi edificio, llenó de graffitis toda mi calle con mi nombre, mi apellido, mi usuario. Mandaba motorizados a entregarme cosas. Cientos de mensajes diarios. Se creó cuentas con mi nombre», comentó.

A pesar de los repetidos intentos de Aguirre por buscar ayuda tanto de la Policía del Hatillo, como del Cicpc, las autoridades han manifestado su incapacidad para intervenir debido a la falta de un crimen concreto cometido por parte de Rebeca García. Esta situación ha dejado a Aguirre y a otras víctimas en un estado de indefensión y temor constante.

“Para este entonces sus familiares me pedían decirle ‘que yo tenía novio’ y que así me dejaría en paz, que ella ‘jamás me haría daño’. Ellos mismos nos confirmaron que Rebeca tiene ‘Trastorno Límite de Personalidad’ y por mensajes de ella supimos que adicionalmente consume drogas”, explica Aguirre.

“Este incesante acoso fue escalando. Todo tomó otro rumbo cuando Rebeca entró a mi edificio y esperó a que yo entrara con mi carro, salió corriendo hacia mi puerta y la intentó forzar, al no poder entrar se montó en el capó de mi carro, saltó en el techo, gritó. Gracias a mis vecinos pudimos dispersar la situación. A raíz de eso fuimos hasta el Cicpc, ahí nos dijeron que ella no había cometido aún ningún crimen, por lo cual no nos podían ayudar de manera legal”, agrega.

El testimonio de otros individuos, como la cantante Dani Barranco, la conductora del podcast ‘Ni me ladilles’, Eugenia Siso, y la usuaria Sifrina Millenial, resalta la gravedad y magnitud del problema de acoso perpetrado por Rebeca García. Incluso se menciona la posible implicación de un familiar de García en actos similares, lo que aumenta la preocupación en la comunidad.

“Rebeca García no opera sola, su hermano Francisco García también es un acosador. Hace pocas semanas hubo un problema en el Club La Lagunita porque estaba fotografiando niños y subiéndolos a uno de sus miles de cuentas de Instagram”, comentó Eugenia Siso en X.

Es evidente que el acoso provocado por Rebeca García ha tenido un impacto profundo en la vida de las víctimas, generando miedo, ansiedad y preocupación constante por su seguridad. Es fundamental que las autoridades competentes tomen acciones concretas para proteger a las personas afectadas y garantizar su bienestar.

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