Desde hace varios años, los expertos ya habían descubierto al pudú, un ciervo pequeño de un tono oscuro. Su hábitat son los amplios territorios que van desde Argentina hasta Colombia.
Con este nombre ya existían dos especies: el Pudú puda, que vive en bosques de la frontera sur entre Argentina y Chile. La otra el Pudú mephistophiles, considerado el ciervo más pequeño de la Tierra y se le conoce igualmente como pudú chico o del norte. Este habita en las regiones de alta montaña situadas entre Perú, Ecuador y varias áreas de Colombia.
Sin embargo, los investigadores de Perú han demostrado que en realidad el Pudú mephistophiles engrupaba a dos especies diferentes. Una de ellas es la típica Pudella mephistophila, cuyo hábitat es Huancabamba y se extiende al norte de Sudamérica.
La nueva, por su parte, es la Pudella carlae, endémica de la nación peruana. Y vive en el sur de la depresión de Huancabamba, a unos 1.000 kilómetros al norte de Lima.
LAS DIFERENCIAS
Según estudios que adelantó el científico peruano Javier Barrio, las dos especies de pudú eran distintas, pese a que por varios años se clasificaron como un mismo animal.
Luego de distintos análisis genéticos y morfológicos, se logró constatar que los ejemplares de pudú que hacen vida en Huacambamba son diferentes a los del norte.
Guillermo D’Elía, profesor de la Universidad Austral de Chile, quien participó en la investigación, explicó que tienen dos diferencias. La primera es su composición corporal. El Pudella carlae es de mayor tamaño, su pelaje es más oscuro y es diferente la forma de las orejas.
La otra discrepancia es genética. «Los linajes de ambos animales no coinciden para que sean llamados como una misma especie», acotó.