Dani Alves durante su testimonio: “Me dijo que sí para ir al baño, no tuve que insistir”
Dani Alves, que sólo respondió preguntas de su abogada, lloró durante su comparecencia e, incluso, se tuvo que detener en el relato. El futbolista reconoció que bebió mucho y aseguró que a la chica no se la vio incómoda en ningún momento y que no tuvo que insistir para que fuese con él al baño.
Dani Alves explicó que fue a comer a la Taberna del Clínic con sus amigos, con tres, y que se alargó el encuentro, ya que hacía mucho tiempo que no se habían visto. «Pedimos cinco botellas de vino, una botella de whisky japonés. A la salida del restaurante fuimos al Nuba, estuvimos un rato tomando una ronda de gintonics. Cuando salimos de ahí recogimos el coche en el parkling, conducía Bruno porque yo había bebido bastante y no podía conducir», explicó el brasileño.
El futbolista relató que llegaron al Suton sobre las 2.30 horas de la madrugada y que fueron a un reservado. «Primero vinieron dos chicas y estuvieron un rato ahí bailando. Después invitaron a las tres chicas, la denunciante y sus amigas», relató Alves. «No estaban incómodas, para nada. Llegaron, nos empezaron a saludar. Empezó una conversación, nos movíamos, hablamos unos con otros. Soy una persona muy cercana, pero con respeto», expuso. Además, el brasileño cree que las chicas sí conocían su identidad.
Dani Alves detalló el encuentro con la denunciante en la discoteca. «Estuvimos bailando, interactuando. Estábamos ya más cercanos, empezó ella a bailar más pegada a mí, a rozar sus partes con la mía. Un baile típico de discoteca, perrear. Un baile un poco más pegado. Puso la mano para atrás y empezó a tocarme las partes. Me dijo que sí para ir al baño, no tuve que insistir», explicó.
«Le avisé que yo iba primero al baño y me quedé un rato esperando, pensando que no iba a venir, que no quería. Y cuando abrí la puerta prácticamente me di con ella en la puerta. Se puso de rodillas delante mío y ella empezó a hacerme una felación. Me bajé los pantalones y me senté en la taza del lavabo», añadió Alves, imitado la posición ante el tribunal. «Estuve todo el rato sentado, sólo me levanté para eyacular fuera», puntualizó.
El brasileño también quiso explicar que no fue violento con la denunciante y que la presunta víctima nunca le dijo que no quisiese nada. «No la abofeteé, ni la tiré al suelo. No soy un hombre violento. No me dijo que no quería practicar sexo. No volví a ver a la denunciante y sus amigas. Cuando salimos de la discoteca, había bebido demasiado. Mi esposa estaba durmiendo en la cama. Es lo mismo que he declarado la segunda vez. En la primera sólo dije la felación porque pensé que mi mujer me podía perdonar»; argumentó.
El futbolista, que tuvo que detener su relato por las lágrimas, aseguró que fue un golpe durísimo cuando se enteró de la denuncia. «Me llegó la noticia que me estaban acusando de violación por la prensa. Se me vino el mundo encima. Estaba prácticamente arruinado porque me habían bloqueado la cuenta en Brasil y me habían roto todos los contratos», concluyó.