Quién es Jorge “Rivi” Ayala-Rivera de “Griselda” en la vida real y dónde está ahora

En medio del furor que ha generado el estreno de la serie «Griselda», de la plataforma Netflix, varios de los nombres que han sido mencionados en la misma llamaron la atención del público, como es el caso de Jorge “Rivi” Ayala-Rivera, quien habría sido el hombre en quien Griselda Blanco había depositado la mayor parte de su confianza.

De acuerdo con MEG, el hombre, también conocido como “Riverita”, habría sido, durante los 90, el principal sicario de Blanco.

Ayala fue un joven de Cali que llegó de Chicago a Miami para buscar marihuana. En el transcurso, se volvió el gatillero o sicario favorito de la narcotraficante de Cartagena. De hecho, a principios de los años 90, Blanco y Ayala iniciaron la guerra de los «Cocaine Cowboy», la cual desató una de las épocas más violentas de la ciudad norteamericana.

A pesar de que «Rivi» fue acusado y apresado por el asesinato de tres personas, incluido el hijo de dos años de edad del exsicario de Griselda Jesús Castro, muchos suponen que la cifra es mucho mayor y ascendería a más de 35 homicidios.

Jorge Ayala, conocido como “Rivi”, fue el sicario personal de Griselda Blanco

Ayala habría sido detenido durante el asalto de un banco. En 1993, se confesó culpable de tres asesinatos y recibió cadena perpetua, con opción a libertad condicional tras cumplir 25 años encarcelado. A pesar de que logró salvarse de la pena de muerte, no pudo acceder a la libertad condicional.

Hoy en día, Ayala se encuentra en prisión, y en caso salga bajo libertad condicional en un futuro, diversos medios sostienen que sería deportado a Colombia.


EL ESCÁNDALO SEXUAL TELEFÓNICO DE “RIVI” AYALA

El ejecutor de la narcotraficante era, además de un asesino letal y despiadado, una figura muy carismática y seductora, pues en más de una oportunidad, investigadores han apuntado que existía cierta atracción entre “Rivi” y Griselda, pero el primero, conociendo la fama de la segunda de asesinar a sus esposos si tenía alguna sospecha, trazó una línea de profesionalismo que no se atrevería a romper.

Pese a esto, con quien Ayala no tuvo escrúpulos en relacionarse fue con Sherry Rossbach y Raquel Navarro, secretarias de la oficina del fiscal estatal que revisaba el caso de su confesión, pues había confesado que cometió tres asesinatos bajo las órdenes de Griselda.

Días previos al acuerdo, Rivi había sido arrestado por un cargo de armas de fuego cuando fue captado por una cámara de seguridad mientras intentaba robar un banco en Chicago. Como enfrentaba la pena de muerte por sus delitos, el sicario aceptó testificar contra su antigua jefa.

Aunque su testimonio permitió armar un caso sólido, este se vio manchado por el descubrimiento de que este tenía sexo telefónico con dos figuras cercanas a la fIscalía, lo cual podía comprometer el proceso. El escándalo le costó su puesto a Michael Band.

La fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, dijo que cualquier relación telefónica con Ayala era indefendible. Dado que Ayala es testigo y los secretarios tuvieron acceso a los expedientes de los fiscales, a los investigadores les preocupaba que el caso pudiera verse comprometido

Con información de MAG

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