Las víctimas quedaron identificadas como Camila Beatriz Ayala Fernández (13), su papá Rodrigo Ayala Coll (69) y su madre, Carolina Fernández Henríquez (53). De igual forma, murió un gato y un perro que vivían en el mismo hogar.
¿CÓMO OCURRIÓ LA TRAGEDIA EN LA FAMILIA?
Todo comenzó cuando sin motivo aparente murió el gato de la familia. Poco después se desmayó Camila. Ya alarmado, su padre Rodrigo llamó a un familiar para informarle que algo andaba mal en su casa. En esa llamada dijo que iba a trasladar a su hija hasta el Urológico San Román.
Sin embargo, Rico indicó que minutos después Rodrigo y su esposa Carolina Fernández, quien era directora ejecutiva de la organización Senos Ayuda, cayeron al piso y murieron.
Eso fue lo último que se supo de la familia. Horas después llegó el familiar que había sido alertado por Rodrigo y tocó el timbre, pero no obtuvo respuesta. Ante esta situación, decidió llamar a un cerrajero, quien logró abrir la puerta del apartamento, reseñó Últimas Noticias.
Cuando lograron ingresar ya no había nada que hacer. Los tres cadáveres estaban en el suelo, así como las dos mascotas, que tampoco sobrevivieron.
LA VERSIÓN DE LO OCURRIDO
El periodista Joan Camargo confirmó que fuentes de la morgue de Bello Monte indicaron que los tres integrantes murieron por inhalación de gases tóxicos.
Además, detalló que vecinos de la familia indicaron que aproximadamente a las 9:00 p.m. del sábado, Carolina Fernández también llamó a una amiga para pedirle ayuda, pues su hija estaba inconsciente y necesitaban llevarla a una clínica.
De hecho, un vigilante contó que se escucharon gritos, pero no pudieron precisar de qué apartamento provenían. Luego de 10 minutos, varios arios vecinos acudieron al apartamento para colaborar, pero al tocar la puerta no hubo respuesta.
«Ni siquiera escucharon al perro, que la familia tenía como mascota, por lo que presumieron en ese momento que ya se habían llevado a la adolescente de 13 años a un centro de salud», dijo Camargo.
La familia de Carolina al no poder comunicarse con ella recorrieron varias clínicas. Incluso llamaron al pediatra que atendía a su hija para obtener información, pero no hubo respuestas,