OEA espera por las peticiones de la AN para aplicar la Carta Democrática
La Organización de Estados Americanos (OEA) está a la espera de que la oposición venezolana presente la solicitud para aplicar la Carta Democrática Interamericana a Venezuela, algo que solo se hizo en el golpe de Estado en Honduras, de 2009, reseña EFE.
Esa solicitud podría llegar la próxima semana y se espera que el secretario general del organismo, Luis Almagro, la presente a debate en el Consejo Permanente, según varias fuentes diplomáticas consultadas por Efe.
La Carta Democrática, aprobada en 2001, contempla varios supuestos, pero en este caso el artículo aplicable sería el 20, que autoriza al secretario general o a un Estado miembro a pedir la convocatoria del Consejo Permanente en caso de que en otro Estado haya “una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático”.
Ese es el debate de fondo que abordaría el Consejo, determinar si en Venezuela se ha producido esa “alteración del orden constitucional”, aunque en la práctica serían los equilibrios políticos de cada país -y no el componente jurídico- los que decantarían la votación.
“Venezuela ha contravenido principios básicos establecidos en la Carta Democrática, como por ejemplo, que los elementos esenciales de la democracia representativa incluyen ‘la separación e independencia de los poderes públicos’”, considera José Miguel Vivanco, director para América de la ONG Human Rights Watch, en declaraciones a Efe.
“La absoluta falta de independencia judicial ha contribuido a que las autoridades cometan impunemente todo tipo de abusos y ha permitido que el Tribunal Supremo en repetidas ocasiones limitara las facultades de la actual Asamblea Nacional”, agrega Vivanco.
A partir de ese debate en el Consejo se abre un largo proceso cuya última consecuencia es la suspensión del Estado de la OEA, como ocurrió con Honduras.
En ese Consejo Permanente, donde están los embajadores de los 34 países miembros, se necesita una mayoría simple para iniciar gestiones diplomáticas con el fin de tratar de solucionar la situación por esa vía.
Si esas negociaciones fracasan, se convocaría una Asamblea General extraordinaria, con los cancilleres de los Estados, en la que se necesitarían dos tercios de los votos para aprobar la suspensión del Estado de la OEA.
El secretario general de la OEA, que cumplirá en mayo un año al frente de la organización, tiene un estilo muy diferente a varios sus antecesores y no duda en opinar abiertamente sobre los temas más polémicos del continente en medios, en cartas abiertas o en su activa cuenta de la red social Twitter.
Desde hace medio año tiene una relación muy tensa con el Gobierno de Venezuela por denunciar irregularidades en el proceso electoral de las parlamentarias de 2015 y por pedir, recientemente, que el presidente Nicolás Maduro firme la Ley de Amnistía aprobada por el Parlamento, de mayoría opositora.