Taxista acribillado por la PNB en Puente Hierro era un piloto que trabajaba para costear sus horas de vuelo
Como Nicolás Fermín, de 23 años, quedó identificado el taxista que asesinaron a tiros la mañana de este jueves en el sector Las Flores de Puente Hierro, del centro de Caracas.
La víctima se había graduado hace poco tiempo como piloto privado de aeronaves y trabajaba haciendo carreras para costear sus horas de vuelo.
Cada hora de vuelo le costaba unos $150 dólares, por eso buscaba ingresos extras para cumplir con las horas requeridas y poder certificarse.
Aunque sus padres no estaban de acuerdo con que trabajara con taxista, debido a los riesgos que podía correr, un amigo le prestó una cuenta de la empresa de transporte Ridery para laborar más seguro.
Al menos dos funcionarios policiales se encuentran detenidos mientras el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) realiza las investigaciones pertinentes para esclarecer el asesinato del joven .
Se sabe que al momento de hecho, los sujetos se encontraban vestidos de civil pero contaban con chalecos antibalas, sin ninguna, identificación le dieron la voz de alto al joven y sin mediar palabras, ni darle tiempo de bajarse de auto, estos efectuaron un solo disparo quitándole la vida.
Los detenidos fueron identificados como Freides Camacho Reyes y Damian Ortiz
En el vehículo iban dos médicos de pasajeros, quienes contrataron por Ridery a Fermín. Los mismos fueron trasladados hasta la delegación correspondiente para rendir su versión de lo sucedido.
El periodista Roman Camacho cuenta en sus redes sociales que el Aveo color negro que manejaba Fermín fue presuntamente interceptado por un vehículo particular del cual bajaron tres personas sin identificación alguna pero con chalecos antibalas y armas en mano.
El joven piloto pensó que eran delincuentes; por lo que baja la mano y cruza el volante. En eso, según la versión que maneja el Cicpc, uno de los efectivos le dispara en la cabeza. Al parecer, uno de los testigos escuchó a los funcionarios policiales cuestionarse por lo sucedido y fugarse para, horas más tarde, entregarse.