¿Por qué no debes tomar café en ayunas? Estas son las razones
La mayoría de las personas que dicen que no pueden iniciar el día sin una buena taza de café, lo hacen en ayunas. Pero varios médicos aseguran que este hábito trae consecuencias para la salud.
Según los expertos, beber café en ayunas puede ocasionar problemas en nuestro organismo y hasta en nuestro estado de ánimo. Pues los niveles de azúcar en la sangre podrían aumentar, cosa que no ocurre cuando se desayuna antes.
Ingerir esta bebida con el estómago vacío puede provocarte reflujo ácido, porque hace que se relaje el esfínter esofágico inferior. El síntoma más común del reflujo ácido es la acidez estomacal, bastante molesta y generalmente percibida como un dolor agudo en el pecho.
No obstante, este no es el único riesgo, también puede causar nerviosismo, temblores, cambios de ánimo, incrementar la frecuencia cardíaca, irritabilidad e incapacidad para concentrarse.
Incluso con el descafeinado, ocurre lo mismo. El café, “estimula la producción de ácido, en el cual, en ausencia de comida, puede dañar el revestimiento interno del estómago, debido a la exposición repetida”, afirmó el doctor Adam Simon al diario británico Express.
RECOMENDACIONES PARA BEBER CAFÉ
Por lo tanto, la recomendación es consumir el café después de haber ingerido alimentos sólidos. Mezclarlo con leche, ayuda a limitar los efectos negativos nada más comenzar el día.
Es importante recordar que el café es diurético, así que necesitas tomar suficiente agua. Huye de esta bebida a partir de media tarde si te afecta mucho, o tu tiempo de sueño podría reducirse con nefastas consecuencias.
NO TODO ES MALO: BENEFICIOS DEL CAFÉ PARA EL ORGAISMO
La bebida aporta antioxidantes, ayuda a quemar grasas, reduce el riesgo de numerosas enfermedades, acelera el metabolismo, mejora la concentración y protege el hígado y al corazón. Consumirlo es óptimo para domar el apetito si deseas regular tu peso.
Las investigaciones han revelado que la mejor hora para tomar una rica taza de café diaria es pasadas las 10:00 a.m., y antes del medio día. Es decir, después de haber desayunado.