La historia de Yoo Young-chul, surcoreano que mataba con un martillo y se comía a sus víctimas
Netflix estrenará el 22 de octubre la miniserie documental El asesino del impermeable: La captura de un depredador coreano. El trabajo de John Choi y Rob Sixsmith es más que prometedor teniendo en cuenta que es un producto true crime y que llega después del éxito del mismo país El juego del calamar. Los ojos del mundo estarán puestos en él.
Los más cinéfilos y cinéfilas recordarán que existe una genial película surcoreana de 2008 titulada The Chaser. Su trama gira en torno a una serie de desapariciones de trabajadoras sexuales que desembocan en un único sospechoso y en la consecuente persecución del presunto criminal. Es un thriller oscuro repleto de acción, lluvia y vértigo.
El film está levemente inspirado en la historia de Yoo Young-chul, el asesino en serie surcoreano más terrible de las últimas décadas, infame por sus atrocidades y por lucir un inconfundible impermeable. El real, a diferencia del de la película, no se fijaba solo en trabajadoras sexuales. Sus objetivos principales eran dos, y bien diferentes: masajistas y ancianos adinerados.
Si de películas e inspiración se trata, después de haber cometido sus asesinatos se dijo que Yoo modeló sus ataques tras ver los films Public Enemy, Very Bad Things y Normal Life.
Hoy en día tiene 51 años y está preso en una cárcel de Seúl. Lo condenaron a muerte en diciembre de 2004, pero su situación abrió el debate sobre la pena capital en Corea del Sur, que estaba permitida por ley pero no había sido aplicada desde 1997. De este modo, el castigo con la muerte fue suspendido (aunque por su carrera criminal es nuevamente reclamado por la población) y por eso se puede afirmar que el criminal aún continúa encerrado.
Netflix estrenará el 22 de octubre la miniserie documental El asesino del impermeable: La captura de un depredador coreano. El trabajo de John Choi y Rob Sixsmith es más que prometedor teniendo en cuenta que es un producto true crime y que llega después del éxito del mismo país El juego del calamar. Los ojos del mundo estarán puestos en él.
Por Clarín