Así fue el caos que reinó durante vacunación contra el Covid-19 en la UBV (+Videos)

Imagen referencial. Fuente composición: Maduradas

Este 4 de junio un verdadero calvario fue el que vivieron las personas citadas para ser vacunadas contra el Covid-19 en la sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela ,en Caracas.

Y es que a pesar de que muchos recibieron el llamado a vacunarse a través de un SMS emitido por el Sistema Patria, en el que le advertían incluso la hora a la que debían presentarse para recibir la vacuna, al llegar al centro se encontraban con que predominaba la ley del más fuerte.

Habitantes de zonas adyacentes madrugaron para hacer colas y anotarse en una lista que ellos mismos elaboraron sin haber sido citados y ocuparon los primeros puestos para acceder a las vacunas disponibles.

Sorpresivamente, las personas que habían sido convocadas por el Sistema Patria no tuvieron ningún tipo de privilegio al momento de llegar al centro y les ordenaban a hacer la larga fila detrás de quienes estaban desde temprano y que no tenían una cita.

Incluso, personas de la tercera edad o con condiciones crónicas de salud fueron sometidas a este indignante trato aunque fueron citadas, puesto que la cola de atención preferencial era solo para personas con discapacidad notoria (en silla de ruedas, con muletas, discapacidad visual, etc).

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«Soy paciente con enfermedad autoinmune, asmática, tengo dos hijos en casa esperando por el almuerzo, fui adelante a decirle al sargento que está al frente de la cola que yo tenía cita para las 8:00 a.m.  y lo que me respondió fue: ‘ese mensaje le llegó también a otras 10.000 personas, haga su cola’»,  declaró una habitante del sector Las Acacias que fue citada por el Sistema Patria y que, a pesar de eso y de que sus antecedentes la convierten en persona de riesgo ante un eventual contagio de Covid-19, se fue del centro sin ser vacunada.

Otra señora de 67 años, paciente oncológica, casi rompió en llanto cuando hicieron un llamado a gritos para que los mayores de 60 años fueran «marcados» y recibir las últimas dosis de la vacuna Sputnik V que quedaban en el centro. Ella quedó por fuera del «marcaje» y se resignó a no ser vacunada.

«Ahora, me toca esperar que al menos le pongan la china a mi hijo», expresaba a sus compañeros de cola.

Otras dos señoras de la tercera, a pesar de no haber sido citadas, tenían dos días consecutivos haciendo cola para vacunarse sin éxito. En la jornada del 3 de junio, las dejaron junto a otras diez personas en la puerta de la Universidad, aunque suplicaron que las vacunaran porque aún quedaban vacunas en el centro.

«Lo que nos decía el guardia es que mañana era otro día, que esto va a durar por tres meses, y que si estábamos muy apurados, ellos por cierto no habían almorzado y que ya sabíamos qué hacer, como para que uno les pasara algo, será», comentaba indignada la señora, que también fue regañada por un militar el 4 de junio porque tomó una fotografía a las largas colas de aspirantes a vacunarse.

En redes sociales abundaron los testimonios de personas indignadas por la desorganización en el centro y denunciando que vacunarse en este punto, a diferencia de otros centros activados en la ciudad capital el 4 de junio, era prácticamente misión imposible.

 

Con información de Maduradas

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