Víctor Álvarez: “Los problemas de escasez, acaparamiento, especulación, son errores de su política económica”
En un Foro que organizó la organización Espacio Abierto que preside Luis Manuel Esculpi, El economista y ex ministro de Industrias Bàsicas y Minería, Víctor Álvarez, afirmó que los problemas de escasez, acaparamiento, especulación, contrabando de extracción e inflación, que el gobierno atribuye a la guerra económica, son en gran medida generados por las desviaciones y errores de su propia política económica.
Álvarez inició su peroración asegurando que una revolución siempre será atacada por los poderosos intereses que golpea y afecta, y que por eso no se podía permitir ninguna inacción o error que ayude a quienes conspiren o pretendan desestabilizarla. A su modo de ver, los problemas de escasez, acaparamiento, especulación, contrabando de extracción e inflación, que el gobierno atribuye a la guerra económica, son en gran medida generados por las desviaciones y errores de su propia política económica.
“Así, hasta los buhoneros, bachaqueros y raspacupos que se lucran con los incentivos perversos de la política económica son considerados como agentes al servicio de la guerra económica, sin ser necesariamente enemigos políticos del gobierno. Por el contrario, lejos de querer tumbarlo, desean que siga gobernando de esa forma para aumentar aún más sus escandalosas ganancias”.
A juicio de Álvarez, los rígidos y prolongados controles de cambio y de precios, así como los ruinosos subsidios a la gasolina, alimentos y servicios ya no dan ningún resultado; creando condiciones, paradójicamente, para que prolifere el contrabando de extracción, la reventa a precios exorbitantes de los productos subsidiados, la especulación cambiaria y, en general, se multipliquen los negocios fraudulentos.
El economista consideró que las medidas que anunció el presidente Nicolás Maduro, a pesar de la enorme expectativa que había en la opinión pública, quedaron muy por debajo de lo que se esperaba, y que ni siquiera los nuevos ministros del equipo económico han podido romper la inercia y sacar al gobierno de su larga inacción.
“Al gobierno le queda un margen de maniobra para superar la crisis y enderezar el rumbo de la economía”, afirmó, y a continuación esbozó las 25 medidas económicas que le faltaron a Maduro y que, si no las toma, advirtió, la situación seguirá deteriorándose aceleradamente y se agravará la espiral hiperinflacionaria; creándose las condiciones para un estallido social que desembocará en una grave crisis de gobernabilidad.
En primer lugar, Álvarez se refirió a la unificación cambiaria, y, en ese sentido dijo que lo ideal es mantenerla a un nivel que exprese la verdadera productividad del aparato productivo; ya que eso ayudaría a sustituir importaciones por producción nacional; diversificar las exportaciones no petroleras; promover la inversión extranjera, repatriar capitales y atraer el turismo internacional; de modo que el Estado, perceptor directo del 95% del ingreso en divisas, al obtener más bolívares por cada dólar, recibirá suficientes recursos para mantener los programas sociales que activen una válvula de escape ante el enorme descontento social.
“Arroparse hasta donde llegue la cobija; implantando una rigurosa disciplina fiscal, que evite incurrir en un déficit superior al 5% del PIB. Reactivar el cobro de peajes, exonerando únicamente al transporte público, para aliviar el déficit fiscal y generar los recursos, que se requieren para repotenciar la deteriorada vialidad pública. Sincerar las tarifas de los servicios públicos, para sufragar las inversiones básicas de mantenimiento, que erradiquen los frecuentes cortes de agua, electricidad y gas, que tanto malestar generan en la población”.
En materia monetaria, Alvarez recomienda restituir la autonomía al BCV en el manejo de las reservas internacionales, la emisión de billetes y el control de la creación del dinero bancario que acelera el crecimiento de la liquidez monetaria y por ende la inflación; además de prohibir al BCV el financiamiento al déficit de Pdvsa, y demás entes públicos. “Corregir las tasas de interés reales negativas que desestimulan el ahorro y exacerban el consumo; lo cual refuerza aún más las presiones inflacionarias, que se quieren abatir”.
Sobre la política de precios, expuso Alvarez que hay que eliminar los rígidos e ineficientes controles; sustituir los ineficientes subsidios indirectos a los productos que luego se revenden a través del contrabando de extracción, por subsidios directos a los pobres; así como igualar el precio los alimentos y medicinas al precio que tienen en los países vecinos, en especial, el de la gasolina.
Por otra parte, recomienda invertir las ganancias que se deriven del nuevo precio de la gasolina en la modernización y ampliación del transporte público en todos y cada uno de los 335 municipios del país.
“Limitar el convenio con Cuba y países del Alba a la cooperación en salud, para reducir a su mínima expresión el envío de petróleo, que se cobra en especie. Adecuar Petrocaribe a las nuevas restricciones presupuestarias. Ahorrar divisas, sustituyendo las importaciones gubernamentales por un programa de compras públicas a favor de la producción nacional. Reducir y reorientar el gasto militar, hacia la adquisición de maquinarias y equipos para reactivar la agricultura e industria. Gestionar nuevo financiamiento externo”.
En cuanto al manejo de la deuda externa financiera, entre las 25 propuestas de Alvarez, se sugiere recomprar la deuda externa venezolana que se remata, en estos momento, a menos del 40% de su valor nominal; reprogramar el pago del componente en divisas de las obras de infraestructura contratadas a Brasil, China, Irán, etcétera. Así como negociar con los proveedores internacionales el pago con bonos de la República el monto de la deuda comercial, que está pendiente.
Por último Alvarez toca el tema de la reactivación del aparato productivo agrícola e industrial, y a ese respecto recomienda desestatizar, a través de la Bolsa Pública de Valores, las empresas secuestradas y quebradas por el burocratismo, el seudosincalismo y la corrupción, impulsando nuevas formas de propiedad social mixta, que permitan la participación accionaria de los consejos de los trabajadores, consejos comunales e inversión privada nacional o extranjera.
“Financiamiento extraordinario de la banca pública en montos suficientes, bajas tasas de interés, largos plazos y garantías flexibles, para la reactivación urgente de la agricultura y la industria manufacturera”. Y como última medida: “Programa especial de suministro de insumos básicos a la industria transformadora, en condiciones adecuadas de precios, condiciones de pago, calidad, volúmenes y oportunidad de entrega”.