“Las crisis políticas se resuelven con mayor democracia” dice Hermann Escarrá
Probablemente sea un tema de crecimiento cultural y de conciencia social, o se trate de un sencillo asunto de suerte histórica, pero los últimos años de la política nacional, y muy especialmente después de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, el devenir de las acciones de los partidos y de todo aquello que tenga que ver con la organización de la ciudadanía para la mejora de su entorno (política), se ha desenvuelto en el clima de la institucionalidad, la interpretación de la Constitución y las derivaciones de los Poderes Públicos.
Es por eso que en la prensa regional y nacional, los discursos agitados que por una parte evocaban “La Salida” y otros la “defensa popular de la Revolución Bolivariana”, han sido suplantados progresivamente por el sufragio, la constitución de una nueva fuerza política en el Parlamento, y un agitado y polémico pero civilizado conflicto institucional, que tiene su epicentro en las decisiones del Poder Legislativo y su contradicción con las derivaciones que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), emita en cuanto a éstas, reseñó Notitarde.
Situación, que incluso antes del panorama de diciembre de 2015, venía siendo advertido por politólogos y constitucionalistas.En este sentido, el pasado 3 de febrero el partido opositor Causa R, introdujo ante la Asamblea Nacional (AN) una propuesta de enmienda constitucional que acorte a 4 años el período del presidente de la República, como una especie de mecanismo jurídico para un cambio de gobierno en Venezuela, lo que se uniría a la afirmación del actual presidente del Hemiciclo, Henry Ramos Allup, quien meses atrás señaló que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y los partidos opositores prevén un lapso de 6 meses para generar una propuesta pacífica y legal que dé punto final a 16 años de hegemonía chavista en el gobierno.
“Venezuela vive una crisis extrema e irreversible y quienes nos condujeron a este abismo no dan ninguna señal de rectificación”, argumentaba para aquellos días el dirigente de la Causa R, Andrés Velázquez.
Las reacciones fueron diversas, todas desde el escenario de la interpretación de la Carta Magna. Un ejemplo de ello, fue lo abordado el pasado 7 de febrero por el doctor en Derecho Constitucional, Hermann Escarrá, quien comentó que en la Constitución se establece la posibilidad de que el presidente de la República solicite en Consejo de Ministros, una enmienda a la Carta Magna para acortar el período del recién electo Poder Legislativo, pasando naturalmente por una consulta ciudadana que apruebe o desapruebe la iniciativa.
“En consejo de ministros, el Presidente puede solicitar reducir el período constitucional de todos los integrantes de la Asamblea Nacional, incluso solicitar en esa enmienda que se declare en transición a esa Asamblea y se recomponga, en términos de rehacer la Asamblea Nacional siempre democráticamente”, sostuvo el profesor de Post Doctorado de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Para ahondar en este mar de posibilidades constitucionales, el equipo de Notitarde se trasladó a Caracas para conversar con el abogado constitucionalista, Hermann Escarrá, quien profundizó, no solamente en los mecanismos de modificación a la Carta Magna, establecidos en el aparato jurídico venezolano, sino sobre las peculiaridades del Estado venezolano. En esta oportunidad, estuvo en el encuentro el reportero gráfico Rafael Reyes y quien escribe, Ricardo Marín.
Presidente de la República y AN pueden convocar una enmienda
Las primeras palabras del Dr. Hermann Escarrá fueron destinadas a lamentar que algunos “opinadores” tratasen supuestamente de encerrar en el escenario de la política las afirmaciones que hasta ahora ha hecho sobre la Constitución y sus mecanismos, puesto que -señaló el abogado- sus apreciaciones sobre las posibilidades que establece la Carta Magna para el sostén o cambio del Gobierno Nacional, son el resultado de un análisis estrictamente académico y técnico, que si bien es cierto, tiene implicaciones en decisiones políticas, parten del piso legal que establece el texto, del cual es co-redactor y por lo tanto conocedor especialista: la Constitución.
Explicó Escarrá que la máxima norma establece tres mecanismos para la modificación de la Constitución y que cada uno es aplicado de acuerdo a las características de la iniciativa que se plantee quienes propongan el cambio. Por ejemplo, una enmienda refiere a la revisión y modificación de una o varias normas del texto legal; por otra parte, la reforma constituye “una sustitución parcial del texto constitucional”, mientras que la Asamblea Nacional Constituyente significa el cambio de la Carta Magna por otra, así como el reordenamiento de los Poderes Públicos y el Estado.
Una vez que detalló las maneras que estipula la legislación venezolana para realizar cambios al texto constitucional, Escarrá se detuvo en la propuesta abrazada por distintos sectores políticos del país, que es la de realizar una enmienda constitucional que acorte el periodo del Presidente, para comentar, sin mayor complejo, que es una propuesta perfectamente posible y está ajustada a lo establecido en la Carta Magna, pero que no es el único mecanismo que ésta dispone para tratar la crisis política del país.
Siempre manteniéndose en los límites de la opinión técnica del Derecho Constitucional, el también profesor de la UCV indicó que otro escenario, también ajustado a lo establecido en la Constitución, es que el jefe de Estado, plantee en Consejo de Ministros una enmienda constitucional que apuntale a la reducción del periodo del parlamento nacional.
“El tema es estrictamente técnico. Si usted puede ir a una enmienda constitucional para abreviar el periodo de uno de los poderes públicos, en este caso el del Presidente de la República, quiere decir que usted también puede ir a una enmienda y reducir el período constitucional de la Asamblea Nacional”, dijo Hermann Escarrá.
Destacó que en ambos casos, cualquiera de los poderes públicos que decida o proponga el mecanismo de enmienda, debe hacerlo mediante una notificación ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), que mediante procedimientos distintos en los dos casos, realizaría la convocatoria ante el pueblo venezolano, quien es, a fin de cuentas, el de la última palabra.
Sobre este elemento, Escarrá resaltó el carácter democrático que viste cualquiera de las propuestas, puesto que la única manera posible de hacerse efectivo es mediante el sufragio “que es la fuente de legitimidad de cualquier modificación del sistema constitucional venezolano y la propia Constitución”.
Propuestas de enmiendas pueden ser en una misma convocatoria
La novedad que consigo trae la explicación del Dr. Escarrá es que -aun cuando sería un hecho inédito en la historia política nacional- la Constitución no excluye la posibilidad de que tanto la hipotética propuesta de la Asamblea Nacional de reducir el período del Presidente de la República, como la de éste de hacer lo propio con el tiempo de gestión del Parlamento, sean hechas en una sola convocatoria. Es decir, que en una misma elección los venezolanos elijan qué propuesta de enmienda desean.
“Sería muy interesante (la consulta) porque coloca al pueblo en el ejercicio de su soberanía, en el ejercicio de su plenitud democrática a decidir cuál de las vías quiere. Sería extraordinario”, expresó el también docente de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid.
Sobre esta posibilidad, manifestó ser el primero en apoyarla -en caso de darse la posibilidad- porque configuraría un evento inaudito de preponderancia, no solo en los límites de la República, sino incluso en el escenario internacional, debido a que “sería un verdadero ejercicio de la democracia pluralista”.
Por eso mismo, situado en el contexto de los últimos temas que ha ofertado la opinión pública nacional, que refieren a las “salidas” o consensos que terminen definitivamente con la crisis política que atraviesa el país, Escarrá opinó que, aún cuando insiste en hablar como profesor de derecho y no como un político, la consulta doble sobre las enmiendas a la ciudadanía, pudiera ser la luz al final de túnel para el panorama de conflicto político que pinta en el país, pues en una misma pregunta se decide el rumbo de los días por venir.
“Lo que caracteriza a esta Constitución, a diferencia de otras en el pasado, es que ésta centra toda la legitimidad de los poderes públicos y del Estado en la soberanía popular, porque deja de ser solo una democracia representativa y pasa a ser una democracia participativa”, sostuvo.
El profesor Escarrá aprovechó la oportunidad para adentrarse en la teoría del derecho y sobre todo, del Estado venezolano, toda vez que afirmó que el triunfo opositor en las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre, activaría una especie de equilibrio sano entre los poderes públicos, pues daría paso a lo que denominó “ el pueblo legislador”, y que es cónsono con la idea de la Constitución de establecer mecanismos que exigen el entendimiento entre todos los poderes para el funcionamiento del Estado.
“Lo que quería el constituyente de 1999 es lo que los ingleses llaman el Balance of Power. Ese balance de poder supone pesos y contrapesos, para que no exista predominantemente un poder sobre el otro”, apuntó el Dr. Escarrá.
Escarrá se detuvo para reflexionar sobre la ética y la responsabilidad que debería suponer el hecho de tener la oportunidad de hablar sobre temas constitucionales ante los medios de comunicación, puesto que considera que muchas veces quienes abordan este tema no son especialistas constitucionalistas y en vez de emitir juicios sobre la Constitución, “opinan políticamente”.
Colocó como ejemplo los titulares de algunos medios de comunicación, que días posteriores a los comicios del 6 de diciembre, aseguraban que era posible que el presidente Nicolás Maduro Moros disolviera el parlamento, si éste estuviese en contra de los intereses de la Nación, cosa que Escarrá catalogó de incierta, debido a que para que ese supuesto ocurriese, sería necesario la activación de un procedimiento que la Constitución establece para ello.
Otro ejemplo de opinión infértil que sugirió el profesor universitario, fue la que surgió a partir de la creación del Parlamento Comunal, anunciado por el ex Presidente del Hemiciclo, Diosdado Cabello, lo que generó una ola de críticas debido a la supuesta creación de un parlamento paralelo al Poder Legislativo, algo totalmente descartado por Escarrá, puesto que la asamblea comunal puede existir en el contexto de las comunas, lo que no supone que tenga atribuciones que correspondan a la AN.
“Nadie tiene derecho de colocar al pueblo al borde de una guerra”
Escarrá fue enfático y explicativo en cuanto al contexto de cada aseveración en la entrevista, razón por la que antes de apagar el grabador de sonido, pidió unos minutos para adentrarse al fin en la reflexión política, y muy especialmente en esa que aborda la moral de la dirigencia y del liderazgo del mundo político.
Argumentó que la Constitución establece los mecanismos para crear métodos democráticos que permitan salir de cualquier crisis política que exista. “Para solucionar una crisis se necesita más democracia, no la puedes resolver sin democracia”, a la par de aseverar que a pesar de tener uno de los textos constitucionales más desarrollados del mundo, a los venezolanos les hace falta “entendernos y reconocernos”.
Subrayó que es necesario que los partidos políticos entiendan el triunfo opositor en los comicios parlamentarios del 6 de diciembre, es un acontecimiento perfectamente normal en cualquier democracia -citó el ejemplo norteamericano y el español- y que no tiene ninguna característica espectacular, por lo que debería ser la antesala para el diálogo y el entendimiento, que son los pasos por excelencia que llevan a las sociedades a reconocerse como iguales en deberes y derechos ante la ley.
“Necesitamos que dialoguemos y entender que nadie tiene el derecho de colocar al pueblo al borde de un conflicto que genere sangre, que genere una guerra social o civil. Nadie tiene derecho, ni el gobierno, ni la oposición”, afirmó Escarrá, a la par de sentenciar que “malaventurados aquellos que se van al radicalismo, que no piensan en el pueblo de Venezuela”.
Destacó que las necesidades por las que atraviesan los venezolanos, como los temas alimentario y de salud, no distinguen partidos políticos ni colores ideológicos, sino que es un fenómeno que afecta a todos por igual, por lo que sería necesaria la unión de los factores políticos para su resolución.
Criticó el alarmismo que ha existido en cuanto a la caída del precio internacional del crudo, hecho que ha venido afectando la economía venezolana, pues opinó que en el país existen muchos recursos naturales aprovechables para la recuperación económica, como el oro, la bauxita, el aluminio, la madera, entre otros.
El hecho es que el Dr. Hermann Escarrá apuntaló durante toda la entrevista, que a pesar de las diferencias políticas entre los actores partidistas del país, existen mecanismos constitucionales que, además de dirimir por la vía democrática estos disensos, establecen espacios para el fortalecimiento del ejercicio ciudadano de un sistema democrático que ha costado varios siglos de historia de lucha política.
Por ello, hoy los ciudadanos están ante la responsabilidad histórica de dar un ejemplo -una vez más- de que los venezolanos son hijos del civismo democrático, del ejercicio político y que sabe aprovechar a su favor, indistintamente de su tinte ideológico, las herramientas de la Constitución.
Ventana: Una vida dedicada al derecho
Las credenciales del Dr. Hermann Escarrá para hablar sobre la Constitución, el Derecho y la institucionalidad venezolana son bastantes y de mucho peso.
Es abogado constitucionalista, con un doctorado en Derecho Constitucional. Comentó con orgullo tener una vida dedicada casi a plenitud a la docencia universitaria, profesión que incluso ejerce internacionalmente.
Es profesor de post-doctorado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), además de ser parte del cuerpo docente de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Salamanca, de las que ha sido profesor emeritus, honorario y titular.
Escarrá, quien también cursó estudios de Ciencias Políticas en la UCV, posee tres doctorados Honoris Causa, otorgados por universidades nacionales.
Por si fuera poco, es co-redactor de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y participó en la Asamblea Nacional Constituyente de 1999, es también co-redactor de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, además de ser co-redactor de la Carta Democrática Interamericana.
Es autor de diversos textos académicos sobre Derecho Constitucional.
La trayectoria académica de Escarrá lo llevó a ser -además- Individuo de Número de la Academia Interamericana de Derecho Internacional, en Washington, Estados Unidos.
Un valenciano de corazón
Apenas se enteró que el equipo de Notitarde lo entrevistaría, el Dr. Escarrá se permitió alejarse un minuto de la solemnidad de la que está investido, por ser un hombre del Derecho y de letras, y se recorrió por los años de la juventud en la ciudad de Valencia.
Comentó ser egresado del Colegio La Salle, en la primera promoción de Humanidades, además de indicar que no son pocos los momentos que con aprecio recuerda de la ciudad, así como las amistades que creó durante su juventud.
Recordó a quien en vida fuese alcalde de Valencia, Francisco Paco Cabrera, de quien afirmó lo unía una sincera amistad, además de un sinnúmero de personalidades con las que logró entablar una relación que hoy perdura.
Como dato curioso, señaló que una de las cosas que lo atan de por vida a la ciudad, es que su hija mayor es valenciana, nacida en una de las célebres clínicas de Valencia, y a quien crió en las calles de la urbanización Los Sauces.