Los relatos más excéntricos de Dennis Rodman sobre sus fiestas anormales
El extravagante basquetbolista multicampeón con Chicago Bulls y Detroit Pistons siempre hizo de su vida un hecho público, incluso lo que ocurrió en su cama
Fue una de las historias que más repercusión generó de las tantas que vieron la luz a partir del éxito de The Last Dance, la serie documental que retrató la gloria de Chicago Bulls a partir de la figura global de Michael Jordan. Sucedió en la última temporada de la mítica dinastía conducida por Phil Jackson. Dennis Rodman sorprendió con un particular pedido: unas minivacaciones en plena temporada para escaparse a Las Vegas junto a Carmen Electra, su pareja de entonces. MJ y el entrenador aprobaron a pesar de las dudas. Claro que esos dos días de desconexión se estiraron y reinó la incertidumbre.
Su Majestad se cansó y tomó la decisión de ir a buscarlo personalmente. Después de golpear varias veces la puerta de su casa en Chicago, Michael entró al hogar de Dennis para llevarlo al entrenamiento y se encontró con la mismísima Electra. “Sentí que alguien golpeaba la puerta, y era Michael Jordan. Entonces me escondí porque no quería que me viera en esa situación. Ahí estaba yo metida detrás del sofá, tapada con un montón de sábanas, y escucho a Jordan diciendo: ¡Vamos! Tenemos que ir a la práctica!”, narró la actriz el incómodo encuentro.
En alguna oportunidad, el Gusano supo definirse como “adicto al sexo” y confesó que a lo largo de su carrera deportiva (que incluyó 14 años en la liga de baloncesto más competitiva del mundo, en la que cosechó cinco anillos de campeón; dos con Detroit Pistons y tres con los Bulls) estuvo con “más de 2.000 mujeres, de las cuales al menos 500 no eran prostitutas”. Y en las diversas entrevistas que brindó, habitualmente sin filtro, fue ofreciendo relatos de su activa vida sexual, que contó con varios accidentes alarmantes.
Ni el complejo de entrenamiento de Chicago se salvó de las aventuras de Dennis. “Tuve relaciones sexuales en todas y cada una de las habitaciones del Berto Center. En la sala de pesas, en la cancha de entrenamiento… era una locura. Cuando lean esto mis compañeros van a decir ¡maldición! pero lo cierto es que nos fue bien”, reveló.
En otra ocasión hizo partícipe de una relación múltiple a todos los invitados de una fiesta en un hotel. Rodman estaba conectado a un micrófono corbatero y subió a una habitación con seis acompañantes. Y por los parlantes se escuchó de punta a punta el encuentro con las damas.
Sus excéntricos relatos sexuales incluyen tres que no terminan nada bien: Rodman asegura que “se rompió el pene” tres veces en su vida. La primera oportunidad, según describió en una entrevista con Party Legends Viceland, se dio a bordo de un yate: ”Estaba en un fiesta. Fiesta, fiesta, bebe, bebe, fiesta, fiesta, tú ya sabes… Yo y mi chica acabamos en una cama king size, dentro del barco. A ella le encanta tener sexo. Me dijo que quería intentar algo nuevo: que fuera corriendo y saltara sobre ella. Así que yo corrí, corrí y corrí, y salté. Y literalmente se rompió. Había sangre por todas partes. Ella se puso pálida. Se puso a gritar: ‘Dios mío. Ha muerto. ¡Yo lo maté!‘. Pero yo traté de calmarla: ‘No, cariño, me he roto el pene’”.
La segunda se dio en su etapa como integrante del plantel de los Chicos Malos de Detroit Pistons. “Jugaba para Detroit, contra los Rockets. Y una chica tomó un avión para verme. Cenamos juntos y dejó unos libros sobre la mesa. Le pregunté de qué se trataban. Me dijo que enseñaban 10 maneras de satisfacer a un hombre. Yo dije ‘bendita seas’, y nos pusimos a tener sexo, hasta que me dio un golpe con las nalgas que me rompió el amigo. ¡Había sangre por todos lados! Y ya no pudimos seguir”, se lamentó.
Con el tiempo, Rodman descubrió que a la hora de demostrar sus condiciones como rebotero y defensor experto, el sexo antes de los partidos le resultaba contraproducente. Se lo contó a Mike Tyson en el delirante podcast que compartieron hace unos meses.
“Lo hice dos veces en mi vida y nunca supe que esto te arruinaba cuando jugabas un partido. Traté de tener sexo toda la noche antes de un duelo. No salió demasiado bien. El entrenador me dijo en el primer cuarto, iban solo 7 minutos, ‘Dennis, tengo que hablar contigo, una vez que te tomas la noche libre… Sé lo que hiciste anoche’”.
En aquel diálogo, el boxeador aseguró que él jamás lo había hecho, aunque varios de sus colegas solían disfrutar de una noche de pasión antes de sus combates. “Decían que sin eso no podían rendir en el cuadrilátero”, resaltó Iron Mike. No era el caso del Gusano, a pesar de su perfil extravagante, reseña INFOBAE