Bebé venezolano muerte en brazos de su madre por causa del frío al cruzar el páramo colombiano
Emiliano no aguantó el frío del páramo de Berlín, esa difícil montaña por la que todos los días cruzan unos 400 migrantes venezolanos, en un trayecto entre Pamplona y Bucaramanga.
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Este miércoles, en medio de las bajas temperaturas en Silos, Norte de Santander, se apagó la vida del pequeño de dos meses de nacido. Su madre, Mariángel Coromoto Román Ramírez, de 18 años, caminaba por la vía junto a más familiares con el propósito de llegar a Cali, donde añoraban un futuro mejor. En Caracas, lugar de donde venían, 30 días de salario mínimo ya no alcanzan ni para tres días de mercado, según dicen otros migrantes.
Mariángel había llegado hasta un punto de la montaña cerca al sector La Laguna cuando se dio cuenta que el bebé tenía síntomas de ahogo y sangraba por la boca. Desesperada logró que un carro la llevara hasta un puesto de policías de carretera. Allí llamaron a una ambulancia que nunca llegó. De inmediato se llevaron a Emiliano hasta el hospital del pueblo de Silos, intentaron reanimarlo durante 20 minutos, pero no se pudo. No hubo más que registrar la defunción.
Al parecer, el pequeño sufrió un paro respiratorio, según reportó Vanesa Peláez, a cargo de un albergue que brinda ayuda y alimentos a migrantes, cerca al lugar de la tragedia. La joven también viajaba con su otro niño pequeño —de un año y medio— que no fue identificado.
Peláez contó que la mujer había salido caminando de Pamplona en compañía de su familia, de la que hacen parte cinco adultos y cinco menores: dos adolescentes, un niño de un año y medio, una pequeña de cinco meses y el niño que murió. Emiliano había nacido el 16 de diciembre de 2019 en el hospital de Cúcuta. Pesó dos kilos 30 gramos y midió 48 centímetros.
“En un camión les ofrecieron llevarlos hasta la mitad del camino. Cuando se bajaron ella se dio cuenta de que el bebé estaba botando sangre por la boca. De inmediato pidieron auxilio y unos policías los trasladaron hasta el hospital del municipio de Silos. Lamentablemente el bebé ya había fallecido”, dijo la voluntaria tras detallar que la migrante entró en crisis e intentó suicidarse.
El cuerpo sin vida del recién nacido se encuentra en el hospital de Pamplona. Los miembros de la Red Humanitaria —una agrupación de 12 organizaciones civiles que brinda asistencia a los migrantes— recolectaron donativos para ayudar a esta familia venezolana con la compra del cofre para sepultarlo.
Vía La Patilla, con información de MigraVenezuela.com