Violaron a una mujer en un bar y celebraron chocando los cinco y abrazándose
Los estudiantes italianos Ferdinando Orlando, de 25 años, y Lorenzo Costanzo, de 26, conocieron a la víctima, una maestra de escuela de 23 años, el 26 de febrero de 2017 en Toy Room, un bar ubicado el centro de Londres. Ocho minutos les bastaron para tomar la decisión de perpetrar el ataque.
Aprovechando que la joven estaba vulnerable porque había bebido mucho, la llevaron hasta una sala de mantenimiento ubicada en la parte trasera del club. Allí la violaron salvajemente y se filmaron mientras lo hacían.
Una cámara de seguridad del establecimiento los filmó arrastrando a la joven al cuarto, saliendo a las corridas y luego chocando los cinco y abrazándose, en un obsceno gesto de celebración.
La víctima fue encontrada una hora más tarde por un guardia, con heridas graves. Una pareja la llevó a su casa y su compañera de cuarto llamó a una ambulancia. Luego la trasladaron a un hospital, donde la operaron para curarle las lesiones.
Cuando declaró en el juicio, contó que no recordaba cómo había sido el ataque, pero que sentía un “dolor increíble” y que apenas podía caminar. La violación la había dejado con un “miedo constante” y sin poder relajarse o disfrutar de una bebida con amigos.
“Cuando descubrí que había más de un hombre involucrado, me sentí violentamente enferma ante la idea de que me hicieran algo tan horrible (…) Realmente me cuesta entender cómo dos seres humanos pueden comportarse como animales con otra persona, y considerarlo divertido y una insignia de honor”, dijo.
La víctima, además, descubrió que los violadores habían filmado todo con sus teléfonos celulares. “Sentí toda una mezcla de emociones, desde el shock inicial hasta el malestar físico; rabia y, por último, preocupación. Me enteré de que se reían y chocaban las manos al salir del club, como si estuvieran orgullosos de lo que acababan de hacer… Me dio ganas de vomitar”, afirmó aún conmocionada.
“Rezo para que otras víctimas de estos crímenes violentos se sientan más segura de sí misma. He continuado con este proceso legal y he tratado de mantenerme firme porque creo que es necesario poner fin a estas horribles agresiones contra las mujeres”, dijo y agregó: “Espero que algún día ya no me sienta víctima y me sienta orgullosa de mí misma por haberme mantenido tan fuerte”.
Los agresores habían logrado escapar regresando a Italia. Pero fueron capturados después de que Costanzo regresara al Reino Unido para ver un partido de fútbol entre el Arsenal y el Milan.
El jurado del juicio que se desarrolló en un tribunal en Isleworth los declaró culpables este viernes de dos cargos de violación. El juez Giles Curtis-Raleigh los sentenció a siete años y medio de prisión cada uno.
El magistrado afirmó que cometieron “delitos muy graves” contra “una joven totalmente inocente y vulnerable”. Además, recalcó que ambos eran conscientes de haber tenido relaciones sexuales con la mujer “en un momento en el que ella era incapaz de consentir”, y consideró un agravante que después del ataque hayan mostrado un “comportamiento triunfalista”.
Por infobae.com