Ricardo Hausmann: A Maduro el tiempo se le está acabando
El profesor desarrollo económico de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, comparó la situación actual de Venezuela con la que vivió Ucrania hace dos años, asegurando que el país se dirige hacia una crisis constitucional acelerada por la derrota del oficialismo en las elecciones del 6 de diciembre, reseña Noticiero Digital.
Así lo aseguró en un artículo de opinión en la página “Project Syndicate”.
Hace dos años, se produjeron manifestaciones públicas tanto en Kiev como en Caracas. Mientras que la Revolución de la Dignidad en Ucrania rápidamente llegó al poder, en Venezuela los cambios políticos han ido por una vía mucho más lenta. Sin embargo, las elecciones parlamentarias que se realizaron el 6 de diciembre, en las que la oposición obtuvo dos tercios de los escaños, han llevado a un aceleramiento de los acontecimientos políticos en Venezuela”, dijo.
A pesar de que en la noche de las elecciones el presidente Nicolás Maduro reconoció la derrota, su gobierno ha prometido desconocer toda legislación que apruebe la Asamblea Nacional y ha establecido a otra, el Parlamento Comunal, que no está definido en Constitución. Todavía más, aprovechó la última sesión de la Asamblea Nacional para nombrar a 13 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, y ha hecho un llamamiento a sus simpatizantes para evitar que la Asamblea recién elegida entre en funciones el 5 de enero. Al igual que Ucrania dos años atrás, Venezuela va rumbo a una crisis constitucional”, manifestó.
Hausmann también comparó la crisis con la vivida en la Ucrania Soviética de 1933.
La decisión tomada por Stalin en 1932 de obligar a los agricultores independientes los kulaks a trabajar en grandes granjas colectivas, causó la muerte por inanición de 3,3 millones de personas en Ucrania el año siguiente. La catástrofe se desató cuando Stalin, convencido de que los kulaks le ocultaban grano al estado soviético, requisó sus semillas, creyendo que con esto obligaría a los agricultores a emplear el grano oculto para sembrar. Sin embargo, no había grano oculto – y, por lo tanto, tampoco había simiente para plantar la cosecha de 1933. Stalin culpó del resultante colapso en la producción de alimentos a conspiraciones lideradas por los muertos y los moribundos”, resaltó.
Antes de que sucediera, era difícil imaginar una hambruna en un país tan fértil como Ucrania. Es igualmente difícil imaginar una catástrofe similar en un país que tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo. No obstante, éste es precisamente el escenario que enfrenta Venezuela al entrar al 2016”, pronosticó.
El experto aseguró que para evitar una catástrofe humanitaria es preciso tomar medidas: “restaurar el mecanismo del mercado; unificar el tipo de cambio (como lo acaba de implementar el presidente Mauricio Macri en Argentina); establecer un sistema alternativo de transferencias sociales que sustituya al racionamiento; sanear el fisco; reestructurar la deuda externa de manera ordenada; y conseguir un apoyo financiero masivo de la comunidad internacional”.
Maduro no está haciendo nada de esto; en su lugar, dedica su energía y creatividad a mantenerse en el poder, sea a través de métodos limpios o sucios. Pero el tiempo se está acabando. A menos que Maduro cambie, la nueva Asamblea Nacional donde la mayoría de dos tercios permite que la oposición enmiende la Constitución tendrá que cambiarlo a él”, concluyó.