El aumento de la gasolina ya “se huele” en Venezuela
Hace poco menos de un año, un carpintero orgulloso fijaba un precio de venta ridículo para una mecedora recién hecha ante un grupo de colegas que terminaba por reírse de su ingenuidad.
Con varias piezas de esa naturaleza y un llamado a debatir el tema del aumento de la gasolina, el gobierno, atormentado por unos ingresos menores en la venta de petróleo, buscaba ablandar el terreno de la medida que se veía como inminente.
El año electoral terminó por imponer su agenda y para evitar las consecuencias, el Ejecutivo engavetó el proyecto que el propio presidente Nicolás Maduro puesto en movimiento.
No hacía y no hace falta una campaña mediática de alto octanaje para entender que el precio de la gasolina debe ajustarse para que el Estado deje de arrastrar pérdidas millonarias en subsidios.
A solo escasos días para el fin de año y de la Ley Habilitante que le confirió la Asamblea Nacional, el presidente Nicolás Maduro anuncia nuevas medidas económicas, dejando una gran interrogante en el ambiente.
A la par del anuncio de Miraflores, la nueva mayoría parlamentaria adelanta que la economía será el centro de gravedad de su acción parlamentaria, lo que también deja una interrogante en el aire.
Colocando en balanza las estimaciones internacionales sobre el precio del crudo, se puede deducir que las cotizaciones aun menores que se avecinarían van, como en la cuña del carpintero, a mover las miradas sobre la subvención del tanque de gasolina del transporte privado y público del país.
Sin servicio
Y esta tarjeta navideña del aumento del precio de la gasolina que nadie quiere firmar, pero que a todas luces parece inevitable dado los apremios del fisco se agita nuevamente en las primeras de cambio de 2016 para corregir ese precio de venta que, como decía la cuña en enero de 2015 , es 35 veces menor al costo de producción.
A falta de una declaración de Fedenagas o de alguna otra organización que agrupe a los otros actores del mercado por el asueto decembrino, el sentido común indica que el aumento debe ser escalonado, con ajustes progresivos y sin fechas determinadas para ir evaluando sus efectos en el aparato económico.
¿Cuánto será el aumento? ¿Qué porcentaje tendrá el alza? Esa respuesta debería venir del consenso, del diálogo, del debate abierto, no excluyente y que no anteponga al correctivo, el asomo del nuevo evento electoral de 2016, informó Maduradas.