Ferias escolares en Caracas se mantienen abiertas para recuperar la inversión
Pese a que ya pasaron casi dos semanas desde el inicio del Año Escolar 2019-2020, en las calles de Caracas se mantienen abiertas algunas de las ferias escolares populares ubicadas en zonas como Chacaito, Fuerzas Armadas, Sábana Grande y el Mercado de Bellas Artes. Los vendedores que hacen vida en ellas tienen fe de poder recuperar lo invertido con los padres rezagados que aún buscan útiles.
“Este año las ventas han disminuido muchos más, en comparación con años anteriores… Aquí son muy pocas las personas que vienen y puede llevarse una lista escolar completa, entonces todavía hay padres que vienen semanalmente y se llevan algo fundamental para ir complementando su lista”, contó Ana Camacho, vendedora de implementos escolares desde hace más de 10 años.
Camacho instaló su venta este año en el bulevar de Fuerzas Armadas y aseguró que en los casi dos meses que tiene en el sitio “no ha llegado nadie que tenga la capacidad adquisitiva para comprar la lista completa de alguno de sus hijos”. Manifestó que esta es una evidencia de la crisis, pues sabe que muchos preescolares y colegios han optado por reducir sus pedidos para iniciar el año, ante la incapacidad de sus representantes de costear todo lo requerido.
Los vendedores de estas ferias concuerdan en que una lista escolar promedio puede tener un costo entre 500.000 y 900.000 bolívares y aseguran que muchos padres hacen los pagos con dólares. “La gente reúne su plata y se viene a pagar la lista, pero recorren todos los puestos para conseguir los mejores precios, por eso ahorita tenemos que tener billetes de todo para dar vuelto. De otra manera no vendemos”, dijo el señor Adolfo Romero, de la Feria de Chacaito.
Los padres y representantes de los estudiantes también admiten que aguardan los últimos días para hacer las compras de útiles, “esperando que ocurra algún descuento milagroso”, tal como comentó jocosamente Roberta Alfaro, abuela de dos niños en preescolar y cuarto grado, cuyos implementos escolares debe costear con su pensión.
Esta pensionada aseguró que debe reciclar los útiles viejos para que los niños puedan cumplir con los requisitos escolares. “No me alcanza para nada. Ellos están usando la mitad de los cuadernos del año pasado y ahorita ando buscando las cosas que me faltaron del niño más pequeño que le piden de todo, hasta papel tualé”, dijo.
En cuanto a los textos escolares, la situación es similar. Junior González, que tiene un puesto de libros bajo el puente de Fuerzas Armadas, aseguró que este inicio de año las ventas han sido “muy regulares” y que mucha gente se queja de los precios de los libros indicados para las clases en las principales instituciones educativas de Caracas. “Yo aún no recupero la inversión y para comprar este año tuve que vender hasta mi carro. Uno lo hace para mantener el negocio que es de mi familia desde toda la vida, pero cada vez es más difícil”, admitió González, quien actualmente intenta “diversificar” su negocio para evitar el quiebre, pues “ya los libros no dan como antes, la gente prefiere comprar comida”.
Con información de El Pitazo