“Yo quería ser traficante, no una estrella de la NBA”; las duras palabras de Caron Butler

"Yo quería ser traficante, no una estrella de la NBA"; las duras palabras de Caron Butler

“Yo quería ser traficante, no una estrella de la NBA”; las duras palabras de Caron Butler

Es la historia de Caron Butler, que ahora cuenta en su biografía ‘Tuff Juice’, y de cómo pasó de traficar con cocaína, crack y marihuana en su más tierna infancia a ganar casi 82 millones de dólares en 13 temporadasen la NBA. Una historia dura repleta de idas y venidas a los reformatorios, pero que, como buena biografía ‘made in NBA’ daría para un guión en Hollywood, reseñó Marca.

“Siendo niño, tú puedes ir al colegio todos los días. Vas a clase durante ocho horas al día, pero no ves un impacto inmediato. Sin embargo, si estás en la calle, en una esquina vendiendo droga, en apenas cuatro o cinco horas puedes ganar unos 1.500 dólares”. Una frase dura en boca de cualquiera, pero sobrecogedora en palabras de alguien que años más tarde, olvidada su dura infancia, llegó a ser una estrella del baloncesto. “¿Ser como Mike [Jordan]? Yo quería ser un traficante como Junebug, no una estrella NBA”, asegura un jugador de los Kings con 13 años de experiencia en la mejor liga del mundo.

El veterano jugador de los Kings, presume de un anillo en sus dedos (conquistado con Dallas en 2011) y dos nominaciones ‘All Star’ bajo el brazo (aunque el de 2008 no llegó a disputarlo por una lesión), pero también con un currículo delictivo de esos que convierten la NBA en el Ejército de Salvación.

Una liga capaz de sacar a un infante de lo más crudo de las entrañas de la calle hasta convertirlo en una estrella de la canasta. Y para colmo, todo adornado con un ángel de la guarda como si de un James Stewart navideño se tratara.

Butler, que durante sus 13 campañas en la élite acumula 14,2 puntos y cinco rebotes por partido, llegó a la NBA de rebote. Por la intuición de un agente de Policía de la pequeña localidad de Racine que intuyó la inocencia en un adolescente de 15 años cuando el resto de la sociedad ya le condenaba a una vida de juicios, culpabilidad y cárcel.

El hoy alero de los Kings nació en la pequeña ciudad del estado de Wisconsin en 1980. Una localidad reconocida comouno de los grandes mercados de la droga en las décadas de los 80 y los 90 y en la que el dinero fácily el brillo de las grandes cadenas y los anillos fastuosos deslumbraban a cualquiera. Y, por supuesto, Butler no pudo escapar a esa luz tan cegadora.

El NBA cumplió con los cánones que marcan lo desdichado de una vida ycreció sin una figura paterna que tomar como referente. Su madre era su pilar y su tío Carlos la figura masculina a la que el joven Caron admiraba. Un modelo que pasaba más tiempo entre rejas por tráfico de drogas que en casa, junto a los suyos.

Sin embargo, cuando Carlos estaba en libertad, Caron veía dinero en sus bolsillos, joyas y una vida de lujo y falso oropel.

El joven Butler, con apenas 11 años, se decantaba por seguir a su tío y comenzó a traficar con marihuana en un parque cercano a su casa. Su primer día como ‘camello’, el alero se embolsaba 38 dólares y comenzaba a fraguarse su negro futuro en las calles, mientras repartía periódicos entre los vecino. Un oficio que le sirvió de tapadera con su madre, pero no así con la Policía.

Butler pasó hasta en 14 ocasiones por la comisaría local antes de los 15 años, detenido en todas ellas por posesión de drogas. Su historial delictivo era tan amplio, a una edad tan temprana, que todo hacía indicar que Caron no tenía salvación.

Y menos unos meses después. Era el primer año de Butler en el instituto local y allí todo el mundo sabía a lo que se dedicaba aquel chico. Sobre todo, las autoridades locales, que certificaron sus sospechas cuandodecidieron registrar la taquilla de Caron. Un filón en el que encontraron droga, una pistola del calibre 32 y 1.200 dólares en droga. Parecía el final del joven.

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