Desaparecen dos adolescentes venezolanas misteriosamente en Ecuador
Las adolescentes María Alejandra López Campos y Sulmery Aracelys Aileen Figueroa Guaregua, ambas de 15 años y nacionalidad venezolana, se encuentran desaparecidas desde el 17 de abril en Ecuador.
Yurima Campos, madre de María Alejandra, dijo al medio ecuatoriano El Comercio que su hija llegó a su trabajo “asustada” y le aseguró que un joven la siguió en el bus. La mujer le pidió a la adolescente que no asistiera a clases y que se quedara con ella.
Cerca de las 6:00 p. m., María Alejandra le pidió dinero a su madre para comprarse algo de comer y no volvió. “La esperé, cayó un palo de agua y no volvió. Llegué a la casa y no la encontré”, relató la mujer.
Al comenzar a buscar a su hija, la mujer habló con uno de los amigos de la adolescente. Este le contó que “ella tenía una amiga que también es venezolana y que les comentó que quería irse para Colombia”.
Campos, angustiada, se fue al terminal de Carcelén con la madre de Sulmery, Meury Guaregua. En el lugar “un señor le dijo a la mamá de Sulmery que ella se montó en un bus, que se iba para Tulcán, y fuimos para Colombia. Pusimos la denuncia en la frontera y activaron la búsqueda”.
La madre de María Alejandra logró comunicarse con un amigo de la niña que vive en Venezuela. La joven le escribió un extraño mensaje a su amigo por las redes sociales, le dijo que una persona se la habría llevado y ella intentaba volver.
Sulmery estaba cansada de estar en Ecuador
Guaregua contó que la última vez que vio a su hija fue el 17 de abril, cuando salió a trabajar y dejo a Sulmery con sus hermanitos en casa. Según un vecino, la adolescente salió a las 4:00 p. m. con un bolso.
La mujer al llegar de su trabajo salió a buscarla y junto a Campos lograron conseguir la pista de que presuntamente se embarcaron en un bus hacia Colombia.
Guaregua contó a El Comercio que su hija estaba cansada de vivir en Ecuador porque extrañaba a su familia y amigos de Venezuela. Sin embargo aseguró que la niña no se hubiera arriesgado a viajar sola.
Las madres de las jóvenes denunciaron la desaparición esperando que nadie les haya hecho daño y que si huyeron por “una travesura” regresen sanas y salvas.