Aquí están las razones para que no muerdas más tus uñas
Aproximadamente un 25% de la población mundial sufre “onicofagia”, es decir, esa terrible manía de estar mordiéndose las uñas. El estudio que recoge este porcentaje no es exacto pero indica que esa cantidad es más elevada en los niños y adolescentes de entre 10 y 18 años (ahí ascienda a prácticamente la mitad), reseña Globovision con información de Que.es.
¿Por qué cada vez más personas devoran sus uñas? Según los expertos en Psicología, hay dos factores que nos llevan a ello. El primero se produce como consecuencia del aburrimiento o distracción que nos provoca una situación (por ejemplo, leer un libro o ver la televisión). ¿Y el segundo? Es un factor emocional. Una vía de escape para liberar tensión ante una situación que nos provoca estrés.
Además de una situación estético y dolorosa, el morderse las uñas puede acarrear una serie de consecuencias para tu salud. A continuación, recopilamos todas ellos. ¡Algunas de ellas son realmente horribles!
Un nido de bacterias viviendo bajo tus uñas
Piénsalo bien. La mano es la parte de tu cuerpo que toca cientos de cosas al día que estén llenas de bacterias. Desde las escaleras mecánicas del metro hasta el teclado del ordenador que no se ha limpiado en la vida en el trabajo y que encuentran bajo las uñas su escondite perfecto para alojarse con desayuno, comida y cena en un ambiente paradisiaco.
Hongos y levaduras pasan a nuestra boca cuando nos mordemos las uñas. Lo realmente preocupante es que un estudio demostró que las personas que sufren “onicofagia” tienen en su organismo bacterias que están presentes, entre otros muchos sitios, en los residuos fecales.
Mayor posibilidad de padecer halitosis…
Podrías tener serios problemas con el aliento. Sí, da igual que te laves los dientes después de cada comida y que luzcas una sonrisa envidiable y que hagas la digestión de forma correcta.
Si las bacterias presentes en tus uñas acaban en la boca, el organismo genera partículas y sustancias que tienen como objetivo defenderse de forma natural de estos ‘ataques’ externos.
Tus dientes podrían quedar gravemente dañados
Según han explicado varios odontólogos, hay casos reales de fracturas en las piezas dentales e incluso que el esmalte pueda dañarse de gravedad. Hay otros ejemplos mucho más radicales que hablan de fracturas e incluso mandíbulas que se han desplazado por la presión que se ejerce con los dientes sobre las uñas.
Aparición de herpes y lesiones bucales desagradables
Si las uñas están llenas de bacterias y nos llevamos estas a la boca podemos favorecer la aparición de desagradables herpes en lugares tan dolorosos como los labios e incluso lesiones bucales que podrían afectar de forma directa a nuestros dientes y que podrían obligarnos a tener que recurrir al odontólogo para que no se estropee la sonrisa.
Además de esas lesiones en la boca, la matriz de la uña podría quedar gravemente dañada, especialmente la que se sitúa debajo de la cutícula y del tejido periungueal.