Financial Times: Trump pretende derrocar a Maduro con una acumulación militar

Cuando Estados Unidos ordenó su mayor despliegue de buques de guerra y aviones de combate en el Caribe en más de 30 años, la misión fue presentada inicialmente como una guerra contra el narcotráfico. Poco después siguieron ataques para destruir pequeñas embarcaciones que el presidente estadounidense dijo estaban traficando drogas. Pero el enfoque ha cambiado.
La prioridad ahora es forzar la salida de los principales dirigentes del chavismo venezolano, preferiblemente mediante la renuncia o una transferencia de poder negociada, pero con la clara amenaza de que, si Nicolás Maduro y su círculo más cercano se aferran al poder, los estadounidenses podrían usar fuerza militar selectiva para capturarlos o matarlos.
“La estrategia de (Donald) Trump no consiste en poner botas sobre el terreno, sino en demostrar una superioridad militar abrumadora y usar ese poder para lograr fines políticos”, dijo una figura de la oposición venezolana familiarizada con las discusiones.
“El objetivo es claro: Maduro y sus cómplices más cercanos deben irse, de una forma u otra, y pronto”.
Maduro y su círculo cercano han respondido ordenando ejercicios militares y recorriendo el país para movilizar a la población contra lo que describen como una inminente invasión “gringa”. Pero su desafío oculta una creciente preocupación por su seguridad personal.
Empresarios bien conectados dentro de Venezuela informan que altos funcionarios del régimen han cambiado de teléfonos, duermen en distintos lugares cada noche y han sustituido a sus guardaespaldas cubanos por nuevos contingentes enviados desde La Habana.
“Los protocolos de seguridad dictan que los funcionarios se muevan constantemente entre diferentes sitios”, dijo un general venezolano en activo, añadiendo que se trasladan entre Caracas y las ciudades de Valencia y Maracay.
Fuentes de los cuerpos de seguridad describen una “caza de brujas” interna en busca de disidentes.
“Acusan a cualquiera de traidor”, dijo un oficial de policía. “Nos están espiando, vigilando lo que decimos en los pasillos y en internet.”
Analistas militares señalan que las fuerzas armadas venezolanas están en un pobre estado de preparación para enfrentar a un enemigo externo, con gran parte del equipamiento inutilizado por falta de mantenimiento o repuestos.
“Los militares venezolanos solo han parecido fuertes porque han estado peleando contra civiles desarmados”, dijo una figura opositora, aludiendo al papel del ejército en la represión de las protestas.
Por Financial Times
via lapatilla